Capítulo II: ¿Rey o Reina?

" Un pueblo que elige corruptos, impostores,ladrones y traidores, no es víctima, es cómplice." — George Orwell.

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—... ¿Jura solemnemente cuidar y  proteger de todo mal y peligro su pueblo? ¿Jura usted futuro Rey De Northumbria, mantener estas tierras en Paz lo que dure su reinado? - El teatro ya hacía mucho tiempo que había comenzado, Ja' Rey de Northumbria, ¿Como es que es capaz mi pueblo de aceptar un desconocido para el cargo que solo me pertenece a mi por derecho?. Las voces cesaron al escuchar mi fuerte e intenso resonar de tacones y la puerta principal ser abierta, podía escuchar los murmullos de las personas presente preguntarse quien era la osada mujer que envuelta en un vestido totalmente negro con toques dorados acompañado de un velo que cubría mi rostro, como si asistiera a un funeral y no a un acto simbólico de carácter Real fuese capaz de irrumpir de aquella manera.

Recibí todo tipo de miradas, variaban a llenas de odio, confusión, lascivia gracias a este escote corazón que llevo sobre mis pechos, vergüenza ajena acompañada de lástima, pero la que más me inquietó fue aquella de verdadero terror como si aquellos orbes negros hubiesen visto a un fantasma, o peor aún un demonio salido de las entrañas de el infierno.

Una sonrisa curvo mi rostro, el silencio que reinaba el lugar se vio corrompido por mí y mi aclaración de garganta. Todo un show el que estaba desarrollándose frente y alrededor de mí.

— Hola, Mi querido Reino De Northumbria. Se estarán preguntando ¿Quien soy? ¿Que quiero? O simplemente ¿Que hago aquí? Pues, déjenme les cuento una historia: Érase una vez una princesa, que desapareció. ¿Les suena? -- Baje un poco mi vista, los nervios me estaban acabando lenta y dolorosamente pero los aparte. Comencé a escuchar cientos de murmullos un poco más altos y con mayor entendimiento, muchos decían: ¡Es ella! Mi sonrisa era tan ancha, de un extremo a otro, sin importar nervios, sin importar nada. Envalentonada por todo y por mucho de lo que sucedía decidí seguir con mi discurso.

>> Como sabrán ella desapareció, sin dejar rastros. Nadie sabe lo que en realidad pasó con ella. Y obvio yo no les voy a contar. -- Una voz dulce que muchas veces logró hacerme dormir y calmar lágrimas en momentos difíciles se alzó, se oyó fuerte y regía como también lo era:

—  ¿Quien eres? Y ¿Porqué viniste? -- ¡Abuela! Su Majestad Susana Reina De Northumbria, una lágrima rodó por mi mejilla pero la limpié rápidamente.

— "Siempre debemos dar un votó de confianza a las personas, al igual que unos minutos de tu tiempo si así lo necesitan, Nunca sabemos que tragedias llevan a cuestas" -- Recité con alegría invadiendo mi pecho las palabras que muchas veces ella con cariño me enseñaba. Asintió y sin decir nada más solo se sentó. Hizo un movimiento con su mano invitandome a proseguir, se le veía afligida, conmocionada, y a la vez feliz. Tantas emociones en su rostro cubierto de arrugas, pero las arrugas más tiernas que habría visto jamás, no había sentido tanto el dolor de extrañarla hasta ahora que nuevamente la tengo frente a mí.

>> Bien, quiero que sepan que la intención de dicha futura monarca no era huir, nunca lo fue. Solo existe tanta maldad, la codicia puede llegar a cambiar y destruir la voluntad y la moral de las personas. Ahora, lo importante.-- quise continuar pero una voz dura me interrumpió con cierto tono de fastidio:

— Soy y seré el futuro Rey de Northumbria, y señorita estoy seguro que eso nada ni nadie lo cambiará. -- Tanta seguridad en cada palabra  que me hizo soltar una carcajada llena de amargura.

— ¡Oh!... ¿Porqué lo dice quien? O mejor aún ¿Quien certifica que así sea? Ósea tengo entendido que las personas no van por ahí tomando  puestos, méritos o lo que sea porque sí.

— ¿Y tú si tienes derechos para venir e interrumpir un acto como éste? -- pregunto el impostor con grandes aires de grandeza. — Además, si la dicha mujer de la que hablas no está presente es mi deber y 'DERECHO' tomar el lugar que ella dejo tirado, ¿alguien debe hacerse cargo no? -- fingida simpatía en sus palabras. Típico.

>> Además todavía no entiendo porque no han actuado para sacarte de aquí, ¿Quién crees que eres?  -- su palabrería barata terminó y con una inspirada profunda conteste:

— Soy y siempre seré por derecho y deber, escrito está en nuestras leyes. La única y auténtica heredera del trono de el Reino De Northumbria. Mi Reino. Y por ende he venido por lo que me pertenece.

Las miradas de admiración, odio, resentimiento, y solo una llena de amor estaban fijas en mi. Se me hizo imposible no recordar todo lo que pase y viví para poder llegar aqui de nuevo, sin duda una misión que profesaba ser imposible, se doblegó ante mi.

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Espero les este gustando 😘😘

Adry❤️❄️

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