Capítulo 4

MERLY...

Merly salió de aquella sala tenebrosa y de espanto, había usado todo su fuerza mental para evitar orinarse encima, se había sentido como una gacela antes un león asechando a los lejos, esperando el momento prefecto para atrapar a su presa y demórala. 

Ahora ese miedo se liberaba, esto le daba nuevas esperanzas, dos hombres lo acompañan a los lados, merly no tenía miedo sabía que no le harían nada. Además una vez saliera de aquí, se daría la buena vida, que siempre se mereció.

Salió del castillo, aunque más bien lo botaron como a la basura, pero eso ya no le importaba a él, solo bastaba ver el maletín, no, lo que había adentro del maletín para emocionarse y que todo lo demás fuera secundario. 

Merly camina por la cera de la calle, la gente lo miraba raro, y algunos se alejan de él u otros simplemente lo ignoran como si fuera basura botada en la calle, pero eso era irrelevante para merly. 

De hecho ha estado aguantando sus ganas de salir a buscar ciertas cosas... Porque primero quería asegurar esto que tenía en sus manos, alguien de mal corazón podía robarlo, (esa gente que roba es de lo peor... Que le quiten a uno lo que uno consiguió con tanto esfuerzo...). 

Merly no recuerda la última vez que tubo para comer algo decente, su madre lo había botado de la casa por ser un vago que no hacía nada, su padre era lo mismo, para merly su padre solo era basura, siempre apoyaba a su mamá y le daba la espalda a él. 

Así fue siempre, merly tuvo la oportunidad de ir al colegio, pero eso solo le daba pereza y fastidio, ¿por qué tenía él que estudiar?, si sus padres le podían dar todo, sus padres eran adinerados, pero siempre le decían que esa plata era de ellos, que él tenía que buscar su propio futuro y sus bienes. 

Su padre hasta le había conseguido un trabajo, (que atrevimiento, ¿verdad?, se supone que deben darme todo, para qué me tuvieron entonces, yo no soy ningún malcriado, solo mis padres no me dieron amor, que yo este así es culpa de ellos...), merly pateó una lata, en muestra de su rabia e indignación. 

(bueno, que me importan mis padres ahora, ahora tengo todo este dinero, puedo hacer lo que me plazca... Je, je, je... Tal vez debería buscar unas niñas...), al mismo tiempo que ese pensamiento le cruza, su estómago rugió. 

Merly vio una panadería, pero tenía sus dudas, estaba dando mucho visaje con el maletín, especialmente porque no van con sus ropas andrajosas, (que importa, voy a ir, tengo hambre...). 

Merly saco un fajo de billetes, guardo uno poco en el bolsillo y lo que quedó se lo metió en su bóxer, es donde estaría más seguros. 

Merly llegó a la panadería y se acomodó en una de las mesas, al poco tiempo una mesera llegó a atenderlo. 

Estaba mejor que el pan que vendía aquí, sus proporciones eran exquisitas, su cara angelical, su panocha grande, bueno, era lo que los ojos de merly y su imaginación le dictaban. 

— dígame, ¿qué se le ofrece? — la mujer le habló con brusquedad e indiferencia, lo que causó irritación en Merly, (que le pasa a esta... Acoso no ves que soy rico...), aun así, las tripas que rugían pudieron más que su orgullo e indignación por el trato de la mujer. 

— por favor una gaseosa y un pastel, el más grande que tenga. 

La mujer arrugó la cara — ¿trae para pagar?. 

Merly frunció el ceño, le dieron ganas de sacarse los billetes que tenía metidos en el bóxer y hacer que se los tragara por donde la luz del sol no le da, pero de nuevo su hambre pudo más — si, si no, no vendría, ¿no cree? — Merly hablo con sarcasmo irónico. 

La mujer lo miró de arriba abajo y asistió, al poco tiempo la mujer le trajo lo que pidió. 

Los ojos de Merly se abrieron como platos ante tal delicia, se comió todo, usando las manos, hace tiempo que perdió los modales para comer, se había acostumbrado a comer en el suelo y con las manos sucias. 

Una vez terminó, se sobó la barriga, nada como estar lleno, de cierta manera sus problemas internos se calmaron, el deseo desenfrenado de tomar a una niña se apaciguó. 

La mujer viendo que había términos volvió — estimado joven, son 60zy — la mujer espero a que él respondiera. 

Merly se demoró al responder, solo por orgullo y ego, tenía que enseñarle quien manda aquí. 

Merly se metió la mano al bóxer y saco un billete de 200zy — quédate con el cambio — Merly sonrió, se sentía jodidamente bien, decir esas palabras.

La mujer abrió los ojos por la sorpresa, bajo la cabeza en agradecimiento y sin ningún arremetimiento los tomó, limpio la mesa y se fue de nuevo. 

Merly salió de la panadería con aires de grandeza, lo siguiente que haría; sería pegarse un buen baño y dormir en un hotel 5 estrellas, el más caro que encuentre, merly siempre quiso vivir a lo grande.

***

El pie de merly temblaba, se sentía ansioso, se paró y empezó a dar vueltas por toda la habitación, estaba en una de los mejores hoteles de la ciudad, antes de venir tuvo que cambiar su aspecto, si no lo tacharían de que robo o algo por el estilo. 

Merly se sacó lo que tiene entre las piernas y busco donde meterlo, pero no encontró nada, su desespero solo aumentó. 

(cierto, cierto... Ahora tengo plata, puedo ir a un burdel... Sí... Eso... O debería buscar una niña?... Pero...), merly tomo su chequera y salió a toda prisa, lo tiro a la suerte. 

Si veía a una niña, con esa seria y si encontraba primero un burdel pues ahí sería. 

Merly camina con prisa por la cera, está desesperado, tenía que meterlo cuanto antes en algún lugar. 

Merly escucho el brusco sonido de las llantas al quemar contra el pavimento y se volteó, tan pronto lo hizo, algo tapó su boca con un trapo. 

Merly conocía este truco, él también lo había empleado antes, aguanto la respiración hasta donde puedo, pero sus pulmones ya le pedía oxígeno, así que tomó una zancada de aire y esa fue su perdición...

***

Merly abrió los ojos, un hombre entró, coloco una silla frente a él. 

El hombre se sentó de forma inversa de la que una persona normal se sentaría, el hombre sonrió... 

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