Estrella Rota

El negocio de repostería de Ana iba prosperando mucho, ya surtia pedidos a tres restaurantes, que a diario mandaban a sus camionetas a recoger su producto, mi hermana no se daba abasto, así que mi mamá se puso a ayudarle, entre las dos ganaban bastante bien, por lo menos ya no nos haría falta la colaboración de Delia para pagar la renta, tampoco mi madre tendría que buscar un trabajo a su edad y dado que no tenía estudios, a lo que podía aspirar era a limpiar casas, así que mejor se dedicaban a los postres.

Lo que yo no me esperaba es que de buenas a primeras, Delia llegó una tarde, llorando y de un portazo se encerró en el cuarto, yo pensé que se había peleado con Rubén a causa de, que no se ponían de acuerdo con la boda. Intentamos hablar con ella para saber que la tenía así, pero solo nos gritaba que la dejáramos en paz, a mucho insistir sin obtener respuesta, nos rendimos y la dejamos descansar. Al otro día, se levantó para ir a trabajar, y cuando le pregunté que le pasaba, de nuevo lloró y me dijo que por culpa de mamá, su boda se canceló y Rubén no quería verla más, le pedí qué me explicara, porque no sabía porque culpaba a mi madre, y resulta que durante una visita a la casa de sus padres, Rubén le pidió que le contara como iba la salud de mi mamá, y cuando su madre se interesó por la plática, fue muy astuta para, bajar la guardia de Delia, y les contó de la relación que sostenía con Rodrigo, claro que se escandalizaron, pero lo peor fue que en ese momento, a Rubén le cuadraron varias cosas que no había entendido en el hospital, Fernando no le dijo nada y él no presenció el escándalo en la recepción, por eso no estábamos en la sala de espera general, y el traslado tan pronto, creyó que los estábamos utilizando, y cuando Delia intentó defender la posición de mi mamá, quedamos aún peor, como vividoras sin moral ni escrúpulos, mi madre y yo éramos así, no lo niego, pero Delia y Ana no. Yo tenía miedo de lo que le pudiera decir a Fernando, no es como que me vea con un futuro con él ni nada por el estilo, tarde o temprano vamos a terminar, pero no quisiera hacerlo en malos términos, no con él. Para mi sorpresa, no mencionó nada del asunto, y cuando le conté que se canceló la boda, solo dijo que tal vez era mejor, que mi hermana era muy linda y tenía un futuro por delante. Yo también pienso así, ya tendrá otras oportunidades, a mí me sorprende lo comprensivo qué me resultó Fer.

Mi hermana estuvo de malas varias semanas, esa es su manera de lidiar con los problemas, pero la convencimos de seguir asistiendo a los eventos conmigo, y al ver que tenía otros pretendientes, le fue mejorando el humor, yo no estoy segura si realmente estuvo enamorada de Rubén, o es que fue el primer hombre para ella, o ya es de familia fijarse en los beneficios que una relación puede dejarnos.

Yo tampoco estuve muy de buenas, porque en la estación contrataron una conductora experta en política, parece ser que le darán mi lugar y no se si me regresen a los espectáculos o me den las gracias, no se porque creo que caí de la gracia de el director, pero si cree que me iré a arrastrar ante él para que me haga suya a cambio de no despedirme, esta equivocado, no lo voy a buscar, seguramente que su nueva adquisición lo trae loco, no puedo negar que es muy bonita, pero está toda operada, y lo peor es que parece que a todos les encanta. Yo solo voy a esperar a ver que pasa, si me corren tendrán que liquidarme y tendré tiempo para buscar otro trabajo.

Una mañana me informaron que Julieta Arroyo quedaba a cargo del programa que tenia, y que ya no entraba en los planes de la estación, por lo que debía pasar al departamento de personal y desocupar mi oficina. Me corrieron sin una explicación, pero no hay mal que por bien no venga, ahora apuntaria mis baterías hacia la televisión. Después de recoger mi último cheque y vaciar mi escritorio, me diriji a la cafetería qué estaba enfrente de la estación, llame a Franco para que me alcanzara ahí, y después en lo que llegaba mi amigo, le marque a Fernando, le conté lo que pasó y me pidió que lo esperara aquí para que almorzaramos juntos y luego llevarme a casa con mis cosas. Mi amigo me comentó que ya había escuchado rumores de mi despido, ya que a Julieta no le gustaba la competencia, y seguramente el jefe le concedió todos sus caprichos. Pensándolo bien, yo hice lo mismo, claro sin despedir a nadie, pero esta situación me hace ver como la víctima, no necesariamente me viene tan mal, lloré más como para que Franco lo comentara con nuestros colegas, pero en el fondo sabía que era hora de ver que tanto me podía ayudar Fernando. Éste llegó puntual y mi amigo se despidió dejándonos solos, seguí llorando, y le conté lo que se rumoraba, claro, haciendo énfasis en que como Julieta fue capaz de todo por el puesto y yo no, ahora estaba injustamente despedida. Le repetí muchas veces que no podía quedarme sin empleo y menos si mi mamá no trabajaba, quería que sintiera que yo ayudaba mucho en mi casa.

Cuando me calmé, me llevo a casa con la caja qué contenía mis pertenencias y me recibieron con sorpresa, al saber que ya no tenia trabajo, mi madre, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, se lamentó de la situación económica que esto nos traía. Fernando solo le dijo que confiara en mi, que pronto conseguiría algo mejor. Y se despidió no son antes decirme que no me preocupara, que contaba con él para cualquier cosa que necesitara. No se realmente como me fui a topar con un hombre tan lindo y comprensivo.