El amor que aparece cuando menos lo esperas.
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El desafío
Lía y su mami, pasaron la noche en el hospital, su padre está sedado, al amanecer Lia se despierta temprano, ayuda a asear a su padre y alas 6.30 am sale para su casa a prepararse para ir a la Universidad, al menos eso le dijo a sus padres. Se baña, se lava el cabello y se hace una trenza. Se pone un Yin roto en los muslos y una blusa roja que compro hace tiempo, pero no la estrena, por qué la dejo para una ocasión y el momento amerita llegar desafiante, sin miedo y enfrentar al enemigo con valentía y dignidad
Tomó su teléfono marco su número y cuando él contesto le dijo a los 8.30 am, ni un minuto más, ni un minuto menos, sé puntual y lleva un abogado, necesito que el contrato cumpla con mis requisitos. Colgó, no espero respuesta del otro lado de la línea, desayuno y tomo su mochila y espero que Laura viniera por ella en la camioneta de su padre.
Al llegar a la Universidad se dirigieron a la cafetería y se dirigieron a pedir un café, venían hablando cuando su amiga le dijo mira la mesa de la esquina, el hombre te está esperando. Lía le dijo no quiero tomar mi café mirando su cara con esa sonrisa, iré a su mesa a la hora indicada, no antes, que el rey espere. Yo soy la prioridad.
Faltaba media hora, tomaron su café, revisaron notas de clase y cuando su alarma sonó, ella se para de su asiento y se dirigió a su mesa saludo y pidió permiso para sentarse. Máximo y el abogado saludaron y la invitaron a sentar, ella sacó su identificación, su tarjeta bancaria y le dijo, necesito leer el contrato.
El abogado se lo entregó, ella miró la cifra, era la acordada, pero leyó cada página y corrigió todo lo que le molestaba. Pidió que el encuentro sería solo un día y Máximo sonrió ladeado y le dijo yo ofrecí un millón por un día y tú lo subiste a tres, durante tres días serás solo para mí, ella miró a ambos lado como colegiala en falta y le dijo, lo siento no puedo estar tres días fuera de casa, mi padre se volverían locos.
Máximo, la toma por la barbilla y le dice, princesa invéntate algo, un concurso, un festival, eres inteligente, ahora dirás que nunca has mentido a tus padres, todos lo hacemos. Ella rueda sus ojos y le dice, yo no miento señor patán, todos no somos como usted, él le dice trátame de tú, ella sonríe y le dice el problema aquí es que usted está un poco mayor y desde pequeña en Cuba me enseñaron a siempre respetar a mis mayores.
El abogado no pudo aguantar la risa y soltó la carcajada y todos voltean a mirar y Máximo está rojo como tomate, con los puños serrados y una mirada siniestra y rueda sus ojos y le dice, ya te mostraré como cogen los viejos como yo, ella se le encendieron las mejillas y le dijo al abogado cuando elabore el próximo contrato, me llama. Levanta sus ojos y mira esos ojos tan verdes e intensos como Mary revuelto y le dice, Máximo cuando mi padre salga del hospital nos pondremos de acuerdo para eso tres días. Me retiro por qué estoy llegando tarde al salon
