Valeria toma la decisión de ser una joven mantenida por un hombre mayor,sin imaginar que esto le costara más de lo que ella se imagina. Luego de conocer a Álvaro Ramirez todos sus sueños se cumplen, pero todo se acaba por una mentira creando en ella una ambición sin fin que la llevará a un destino incierto.
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Yo soy.
Mientras empaco me siento aliviada, ya no más baños de 10 minutos antes de que el agua helada me quite el placer de una buena ducha, ya no más de no dormir por el frío de la noche y el miedo de ser atacada cuando camino por estas calles oscuras. En gran parte esto es gracias a Álvaro y no lo digo por el dinero sino por la ropa. Esa tal Nancy a pesar de ver todo el dinero en mano si hubiera ido con mi vieja ropa desgastada no habría aceptado el acuerdo, de seguro pensaría que soy una ladrona o algo así al igual que todos los demás.
Odio está sociedad clasista en la que te tienes que definir por la forma en la que vistes en vez de la persona que eres. Yo soy una niña chica lo único malo que tengo es que soy pobre y es justo esa pobreza la que me llevo a terminar haciendo esto. Pero soy amable e inteligente, soy responsable y dispuesta a trabajar duro siempre que sea necesario. Soy buena escuchando y dando consejos entonces porque nadie puede ver más allá del exterior.
Ja que ironía ni siquiera Álvaro es capaz de ver más allá de un cuerpo femenino que le da placer, al menos lo intente como siempre lo hago, quise que viera más allá y me conociera, pero él no estuvo dispuesto así que ya no vale la pena seguir intentando. Si él solo quiere una muñeca sexual la va a tener, una sin sentimientos o remordimiento.
Cargo lo poco que tengo y me voy a mi nuevo hogar, ahora ya no voy a tener que gastar en taxis porque aquí si me pueden pasar a buscar eso es genial y tampoco queda muy lejos de mi trabajo o escuela. Que buena suerte.
- Valeria solo eso traes.
- Es lo único que necesito.
- Bien, puedes etiquetar tu comida y utensilios o podemos hacer compras en general y compartir. Los servicios los pagamos a mitad al igual que la renta.
- Me parece perfecto.
- Yo estoy afuera casi todo el día, pero suelo dejar ordenado de noche, por favor si traes a alguien a casa que se mantenga en tu habitación y sobre todo manten el orden.
- Yo también estoy fuera todo el día así que no voy a traer a nadie, ya te dije no tengo amigos de todas formas.
- Eso es genial, pero ya sabes somos jóvenes y lo mejor es cuidarnos entre nosotras, si sales y necesitas ayuda puedes llamarme.
- Gracias Nancy. Voy a pedir comida la puedes recibir en lo que yo me ducho por favor.
- Por supuesto.
Me doy una larga e increíble ducha, el agua es perfecta, los productos de ensueño, esto sí que es vida. Al salir ya puedo sentir ese delicioso aroma a pollo frito.
- Se ve delicioso. Provecho.
- Eso que tienes en el brazo..
- Oh me acaban de colocar un chip anticonceptivo. No duele la verdad.
- Así que tienes novio.
- Se podría decir que estoy conociendo a alguien, pero no tengo idea de lo que somos todavía. ¿Tú tienes novio?
- Por el momento no, son una distracción y necesito enfocarme de lleno en mis estudios.
- Eso suena lógico. Esperame un segundo tengo un mensaje, come todo lo que quieras Nancy.
📨 Como te fue en el hospital.
📩 Pensé que ya lo sabías.
📨 Pero quiero que me lo comentes tú, Valeria.
📩 Me fue bien, ya estoy cubierta, pero no del todo por el siguiente mes.
📨 Perfecto, buena chica.
Solo eso.. Un buena chica y ya ja ja ja Álvaro como se nota que nunca en tu miserable vida has tenido que ser amable o intentar conquistar a una chica.
Luego de comer me voy a la cama, tengo que controlar mis emociones, esto es un intercambio y nada más, el afecto no es necesario.
- Como se comportó ella, Moors.
- Muy tranquila, respondió todas las preguntas y se decidió por el chip.
- ¿La llevaste a su casa?
- No me dejó, dijo que prefería caminar de regreso.
- ¿Qué piensas de ella?
- Se ve limpia y decente además de ser amable y callada.
- Así es, Valeria es perfecta para esto. Puedes irte.
- Como ordene presidente.
Valeria... Valeria lo entendiste muy rápido, no sé si de verdad comprendiste mis palabras o estás fingiendo inocencia a propósito, te voy a tener que mantener bajo la mira un poco más o desecharte de inmediato. Te daré la oportunidad de sorprenderme.
Días después vuelvo a recibir un mensaje de Álvaro así como si nada, como alguien que contrata un servicio.
📨 Esta noche en mi apartamento.
📩 Entendido.
- Nancy está noche voy a salir, de seguro vuelvo mañana en la mañana.
- Entendido Valeria. Diviértete.
Diversión, eso no falta a su lado. Busco un conjunto especial y está vez elijo algo sencillo. Pantalón largo y un suéter suelto. Me hago un rodete y gafas, que más da si al final no salimos del apartamento de todas formas.
Llego al lugar y puedo notar a la recepcionista mirarme y desviar su mirada de inmediato, tal parece que por fin lo entendió. Golpeo la puerta y lo veo en pijama parece que los dos pensamos en lo mismo.
- Hola señor.
- Hola Valeria.
- Huele rico, que está preparando.
- Filete. ¿Te gusta?
- Me encanta, no tengo problema con la comida.
- Viniste cómoda por lo que veo.
- Estaba pensando en eso mientas me vestía y llegué a la conclusión que no importaba que usará de todas formas terminaría desnuda en su cama.
- Así es, así vas a terminar al finalizar la noche.
Siento sus brazos atraerme a él y sus besos comienzan a devorarme de a poco, ya está emocionado lo que me ahorra el esfuerzo de estimularlo.
- ¿Podemos comer antes? No quiero que se desperdicie.
- Como gustes.
Luego de acabar y sin decir nada me lleva a la habitación y me hace su mujer al menos 3 veces seguidas, luego se sienta en el sillón y se sirve un trago contemplado mi cuerpo desnudo.
- Cuál es tu cargo. Que posición ejerces en el trabajo.
- Pregunta extraña, porque quieres saberlo.
- Curiosidad.
- Veo que eres muy curiosa. Soy el presidente de mi propia compañía, una que yo misma levante.
- Genial... Desde ahora te llamaré presidente Ramírez.
- No me gusta, así me llaman todos mis empleados cada día de mi vida.
- Bueno yo también soy alguien que trabaja para ti lo único que me diferencia es que lo hago en privado y de una manera más placentera.
Me levanto y me voy a la ducha, no tengo ganas de hablar con él y mucho menos de saber sobre su vida privilegiada con cuchara de oro.