Prisionera De Mis Elecciones

Recordando lo que acababa de presenciar en el centro comercial o incluso por impulso, Luana se queda ahí, mirando la televisión y dice:

—¿Y soy comida ahí?-dijo Luana y luego sonrió levemente, tratando de transmitir la idea de una broma, pero hablaba en serio, obviamente esto no le agradó a Noah, su rostro estaba rojo de ira.

Al darse cuenta de este hecho, Anny se levantó y sonriendo dijo:

—Buenas noches hermanito, ya no hay comida, pero si quieres unas palomitas no dudes en hacerlo – dijo Anny, esforzándose por no reírse, claro que ya no había comida, ella misma se aseguró de tirar todo, Noah No debería haberlo hecho. Habiendo traicionado a Luana, definitivamente se ganó un enemigo, es Anny.

—No quiero nada, solo quiero la compañía de mi novia, dijo y luego le sonrió a Luana, ella casi vomita por la gran dosis de falsedad en tan pocas palabras.

—Así que soy bastante guapo—dijo Luana sonriendo falsamente para luego despedirse de Bryan y Anny y subir al dormitorio, en el fondo sabía lo que vendría después: peleas y acusaciones infundadas.

Al llegar a la habitación, Luana se sentó en la cama y comenzó a deshacerse de las zapatillas que le apretaban los pies, al caminar mucho tiempo sus pies estaban ligeramente hinchados.

—Dios, creo que necesito callarme, pero en realidad quiero decirle que se vaya al infierno y…

—Bueno, dime, no tengo que ir, dijo Noah, llegando de repente, con una amplia sonrisa en su rostro, Luana estaba segura que era una burla.

—¡Jódete, idiota!

—Vete, estresaste a la pechugona jajaja.

Luana le puso los ojos en blanco a Noah y luego planeó ir al baño, pero Noah la agarró de la muñeca, la acercó y le dijo:

—¿Por qué necesitas sentarte tan cerca de Bryan para ver una película? Ustedes se ríen, parece una pareja, ¿creen que es correcto? Juraría que lo vi emocionado por tu acercamiento - dijo con seriedad, casi matando a Luana de tanta ira que sentía en ese momento.

Al escuchar esas palabras, Luana sintió ganas de tener mucha fuerza, al punto de romperle la nariz a Noah de un solo golpe, oh estúpido, Bryan no estaba emocionado, siempre respetó a Luana y eso no cambiaría ahora.

Al estar tan cerca el uno del otro, Luana sintió un olor a perfume femenino invadir sus fosas nasales, era tan familiar y a la vez tan extraño, que unos segundos después finalmente lo recordó con claridad.

“Fue este perfume el que tuve que usar esa noche, eso es raro”, confirmó Luana y en ese momento comenzó a sonreír como loca, un poco sorprendida, Noah la soltó y le dijo:

-¿Qué está pasando? ¿Te parezco un payaso?

—¿Por qué?- preguntó Luana, intentando recuperarse del ataque de risa.

Como Noah no demostró que rompería el silencio que allí reinaba, Luana volvió a hablar:

—Te vi besando a una mujer, que probablemente sea tu novia, pero algo me llamó la atención, su perfume es el mismo que me dio la secretaria la noche que tuvimos sexo, el mismo perfume, las luces apagadas, todo era parte. de un plan, ¿verdad? Yo era el reemplazo, ¿verdad? "Qué broma más tonta", dijo Luana y luego se alejó y prácticamente corrió hacia el baño.

Noah parece haberse perdido en sus pensamientos, pero no dijo nada, Luana ciertamente no entendería sus razones, tal vez nadie lo entendería.

Sintiéndose incomprendido, Noah salió de la habitación y en ese momento Luana pudo dar un suspiro de alivio.

—No entiendo por qué ese desafortunado hizo algo así, pero ya entiendo una cosa: esta pareja está enferma, no puedo ni perder el tiempo pensando en las locuras de Noah, tengo que concentrarme en mí misma-murmuró Luana para sí misma mientras se alejaba. Me miré en el espejo del baño.

Pronto se dio una ducha rápida, se lavó los dientes, se puso un sencillo camisón y luego se acostó en la cama, en ese momento escuchó crujir la puerta al abrirse, miró en la dirección del ruido y luego vio a Noah arrastrando una maleta grande. .

Por supuesto, Luana quedó muy sorprendida por eso y perdió la voz por unos segundos, pero no pudo evitar preguntar:

—¿Por qué trajiste esa maleta aquí? Esta es mi habitación y quiero privacidad, ¿qué tienes que decir al respecto? - dijo Luana aún acostada, de hecho quería escapar de la mirada penetrante de Noah, se quedó allí esperando una respuesta, pero Noah no dijo nada. simplemente fue suspirando al baño.

-¡Qué diablos! ¿Estaba molesto por mi pregunta? Oh hombre gasturoso, uff-dijo Luana y luego se dio la vuelta, planeando dormir.

Para ella, Noah es sólo una cara bonita, desprovista de buenos sentimientos, su santo ciertamente no golpeó, parecen dos tigres a punto de pelear cada vez que comparten el mismo lugar.

Luana tenía mucho sueño y todo lo que allí pasaba parecía un gran ensueño, Noah estaba acariciando su rostro, al darse cuenta de eso, Luana se alejó y dijo:

—No me toques, eso no me parece bien, dijo Luana medio dormida.

—Estabas teniendo una pesadilla, solo quería ayudarte, dijo Noah y luego dejó de hacer ese gesto cariñoso.

Resulta que Luana ya estaba dormida, estaba muy sudorosa y parecía estar teniendo una pesadilla, sí, Noah solo estaba preocupado, ¿será? ¡Oh ilusión!

—No fue gran cosa, solo estaba viendo mi futuro: yo, con el corazón roto, partiendo, dejando atrás a mis personitos, recordar esto me destruye—Luana habló en voz baja mientras intentaba mantener la compostura, estaba a punto de llorar.

Las palabras de aquella joven llevaban tanta tristeza que de repente Noah también se puso triste, en ese momento pensó que ella necesitaba un abrazo, por lo que se arrodilló en la cama, la jaló levemente colocándola en posición sentada y le dio un abrazo.

Claro que a Luana eso le sonó muy extraño, tenía ganas de golpearlo, pero no lo hizo y solo se quedó ahí en silencio, se sentía protegida, que irónico, protegida en los brazos de su comprador, recordar eso la hizo alejarse y Con una sonrisa falsa en su rostro pronto dijo:

—Gracias señor Noah, ya estoy mucho mejor, que tenga buenas noches – dijo para luego acostarse de espaldas a él y para su sorpresa, él se recostó muy cerca de ella, colocó su mano sobre ella. vientre y dijo:

—Buenas noches hijo mío, que duermas bien, mami y yo te protegeremos, te lo prometo, dijo para luego volver a sentarse y besar su vientre.