SEÑORITA TENTACIÓN.

(Leo)

Llevamos más de 3 horas conversando, de nosotros, de lo que sentimos el uno al otro, yo disfrutando de tenerla acorazada entre mis brazos, y tratando de controlar mi hombría, Ella solo recostada en mi pecho rozando con sus dedos la piel de mis brazos.

Esto es maravilloso, es grande, es el deseo de mi corazón.

Pero, pienso por un momento que ya ha pasado mucho tiempo y Bri no ha cenado.

—¿Preciosa tienes hambre? Porque no hemos cenado y tú nunca te has dormido sin cenar.—Le digo pensando que debe comer algo pues no quiero que pase hambre más noche, aunque tenerla así es mejor que la cena más exquisita.

—Mi amor, quien piensa en comer ahorita, déjame disfrutar de Ti, no quiero moverme estoy muy cómoda.—me dice y es justo lo que yo decía.

—Ah Bri, eres grandiosa.—Le digo y ella levanta sus ojos y sonríe.

El momento se hace mágico, nuestros ojos se miran con intensidad, su mirada es tan hipnotizante, su mirada me lleva a un encantamiento del que estoy seguro no podré salir jamás.

En ese momento, con su voz encantadora y entrecortada me dice.

—Leo, quiero que me des mi regalo...—Sin dejar de verme levanta la cabeza.

—¿Tú regalo?. Te dije que si Matt te inscribe en Motocross, claro que te lo daré; pero aún no sé si lo hará.—Le digo y niega despacio.

—Te dije que tú me darías 2 regalos, y la motocicleta es lo que menos me interesa, lo que más quiero es el segundo regalo, tú me dijiste que si me lo darás y Tú jamás me has mentido.—Me dice con su voz tan quebradiza.

—¿Y qué es lo que quieres mi, amor?.—Le digo, mientras ella está tan cerca de mi rostro, es un momento tan excitante, es a lo que le he huido, por tanto tiempo, y si sé que debería correr, salir de esta habitación, debo huir, pero estoy estático, mi cerebro no reacciona.

—Yo quiero algo que jamás, se lo pediría a alguien más, y Yo a Ti, te daré un regalo que jamás se lo daré a alguien más.—Ella está casi rozando mis labios, y Yo me siento dominado por la sitúación, ¿que tiene mi Traviesa, para dominar mis sentidos de tal manera?.

—Quiero que me beses, como un hombre besa a la mujer que ama, quiero que me beses como jamás lo ha hecho alguien más, quiero que mi primer beso real sea ahora, esta noche, por favor.—Su voz es tan suave y está tan cerca que puedo sentir su aliento tibio, Yo trato de respirar tan profundo, quiero que su aliento entre en mí.

—Bri mi amor... Ese sería un regalo para mí, pues es lo que he deseado por mucho tiempo, cada vez que veía como movías tus labios al hablar, solo imaginaba estár besándote.—Le digo acariciando con mi nariz la suya y rozando con mis labios los suyos.

—Es lo que quiero, mi amor, hazlo, bésame—Me dice, estando tan cerca, que nuestros labios se rozan.

En ese momento, tan sublime, mis labios se pegan a los de mi Preciosa, Yo hago un poco de presión sin abrir mi boca, siento sus labios suaves como seda y tibios, deliciosamente tibios.

Sus deliciosos labios tiemblan, toda ella tiembla entre mis brazos.

Y lo que Yo siento, no se puede describir, es una corriente eléctrica que me recorre por completo.

La presión que hago es la perfecta, quiero ser delicado con ella y como más podría ser, si mi Preciosa es Él tesoro que más debo cuidar.

Nuestros suaves movimientos, son un poco descordinados, pero es porque ella es inocente, es pura, porque jamás a besado otra boca y quizá también yo no tenga tanta experiencia, puesto que tengo más de 3 años sin besar a nadie, y como iba a hacerlo, si debía serle fiel a este sentimiento, debía serle fiel a mi Traviesa, como podría besar a alguien más, si lo que anhelaba era besar la boca más pura y limpia; era besar a Bri.

En un movimiento, abro mi boca y Bri hace lo mismo, Ahh por mi vida, ella aprende, aprende rápido.

Y Yo solo pienso, en que no quiero detenerme, no quiero parar, su sabor es dulce, su cavidad bucal es perfecta para mí, el roce de su lengua es una verdadera delicia.

Yo no quiero parar y Bri tampoco piensa en detenerse, sus movimientos inexpertos están tornándose coordinados, y poco a poco más atrevidos.

Por mi vida, esto es mejor de lo que soñé, es mucho mejor de lo que imaginé.

Bri en un movimiento se sube en mi, quedando montada sobre mi cintura y sus manos delicadas acarician mi cabello y mi rostro, mientras su deliciosa boca no se detiene y menos lo haré Yo.

No puedo parar de sentirla, de degustarla, no puedo parar, porqué es el mejor beso de mi vida, nunca nadie me hizo sentir esto, que mi Preciosa me esta provocando.

Por un microsegundo nos separamos, nesecitamos aire, pero ya somos dos adictos a estos besos, nuestros labios ya se necesitan con urgencia con desesperación, con deseo.

¡¡Ahh Brii!! dime que hacer, que hacer para detenerme, dime como le digo a la razón y la cordura, que hagan su labor, si el deseo y la necesidad se imponen.

Como hago ahora, para que la coherencia y el dominio propio vuelvan, si el deseo desesperado lleva la delantera, que hago con esto, que hago con mi hombría, que hago con las ganas que tengo de sentirte, Bri... En mi mente hablo con Ella, mientras libra una batalla, donde la cordura está debilitada por la pasión, donde la razón quiere salir a flote pero esta siendo ahogada por el desmedido deseo del amor.

Nuevamente paramos, pues nuestro aire se acaba y es en este momento en el que mi cordura vuelve.

Veo a los ojos a mi Traviesa, ella tiene mi rostro entre sus dos Preciosas manos, y me dice,

—Eres lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, te amo y ahora quiero que tomes tu regalo, hazme el amor...

Ese es tu regalo, quiero dejar de ser una niña y convertirme en una mujer completa, quiero ser tuya completamente tuya, Leo.

Hazme el Amor...—Me dice y es lo mas dificil de rechazar, Dios esto es difícil.

Tengo mi cuerpo totalmente activado, mi amigo está listo para esto; pero no es posible.

—También te amo Bri,— le digo mientras, busco las palabras, para decirle que no es tiempo aún.

Le acaricio el rostro y su precioso cabello, le sonrió mientras mi mente continúa en la lucha.

—Gracias por esto, mi amor, gracias por qué jamás pensé que un hombre como tú, pudiera amarme.—Bri me dice y yo pongo mis dedos es sus labios, y es justo lo que nesecitaba oír.

—Bri, mira el que debe agradecer soy Yo, tu eres tan valiosa, tan maravillosa, tan perfecta y tenerte es como tener un verdadero tesoro.

Y tengo que cuidarte, debo cuidarte, porque quiero estár toda la vida contigo; pero para eso debo hacer bien las cosas.

Debo hacer lo correcto y esto no es correcto.

Bri, lo que acabas de decirme es como un sueño, pero no podemos hacerlo realidad, Yo te deseo y tu me deseas, pero este no es el momento.—Le digo y Ella me mira con tristeza.

—¿Es acaso que no me deseas, no te gusta mi cuerpo?, porque Yo si quiero ser tuya, mi cuerpo palpita, tiembla, y arde por dentro, no sé si me entiendes, pero es como si mi cuerpo tiene necesidad de pertenecerte.—Me dice con su voz quebradiza.

—Bri, claro que te deseo, mi amor, mi cuerpo me delata, y es algo que no sé puede ocultar, y sé que tú tienes mucho deseo por mí también, pero no podemos mi amor.

Nos amamos y nos deseamos, y pudiéramos entregarnos y complacernos; pero debemos saber que muchas veces, el amor debe esperar.

Y en este caso es porque tú eres menor, si yo te hago el amor, podría ir a prisión o peor aún podría perder el cariño y respeto de tu hermano y ustedes dos Bri, son lo único que me importa en la vida.

Y no quiero que te sientas triste, no te estoy rechazando, eso jamás lo haré, pero lo que si haré es esperar.

Y por eso te quiero pedir, que me ayudes a esperar, te prometo que el día llegará.

Tú serás mía y yo seré tuyo con el cuerpo, así como ya nos pertenecemos con el alma.

Yo te juro que esperaré ese día con ansías, y Tú si asi lo deseas, tendrás paciencia y sabrás esperar por mí.

Y quizá tu cuerpo, aún no sea mío, pero quiero decirte Bri que me perteneces y Yo te pertenezco.

Ahora vamos a la cocina y preparamos un par de sandwichs y no es porque tenga mucha hambre, es por qué necesitó distraer a mi amigo de allí abajito, que está desesperado por Ti.—Le digo a mi Preciosa.

Pero Ella me vé, como si no quiere aceptar mis palabras.