Tentación Prohibida

Que había sido todo eso, mas bien que era todo esto que estaba sintiendo. Mal momento para hacerme estas preguntas por qué aquí venía las preguntas de Yelda sobre Denis.

Un novio Isabella y yo tu madre no lo sabía, desde cuándo, cuánto tiempo tienen juntos. – me parecía que estaba siendo muy dramática en este momento.

Mamá no arruines esto también, no podía contarte nada antes de saber si Denis era el indicado.

Señora Isabella y yo quisimos esperar por eso no hablamos de nuestro noviazgo con nadie.

Denis... yo te conozco, no eres el hijo del nuevo socio de mi esposo te vi la otra vez que estuvieron aquí en esta misma casa tratando sus asuntos. – Pregunto no muy segura.

Si señora Yelda, soy el hijo de Ricardo Scott, Denis Scott.

Mamá no se había quedado conforme con nuestro noviazgo pero que más daba a ella jamás le había importado nada de mi, pero no era momento y tampoco tenía ganas de pelear y menos frente a Denis y digamos que ella tampoco lo quería por qué sedio a lo poco que dijimos.

Apenas terminamos de hablar con mamá Denis y yo salimos al jardín la fiesta aún seguía digamos que está en su punto perfecto, por lo visto mi madre e Irína eran expertas en fiesta y en ambiente, todos estaban bailando bebiendo definitivamente la fiesta no era para mí si no para los invitados.

Aproveche un momento que Denis se fue a buscar una bebida para buscar por todo el lugar a Alessandro no había rastro de el era obvio que se había ido, por qué se quedaría por mi claro que no ese beso no fue nada además fui yo quien lo besó.

Los invitados se estaban marchando, pronto solo quedamos Denis y yo en la salida, nos estábamos despidiendo, a partir de esta noche creo que los besos serían algo común en mi vida Denis no paro de besarme durante la noche, me sentía mal por qué lo estaba besando exactamente como Alessandro me había besado a mi.

Apenas nos despedimos y se fue me encerré en mi habitación ya me había desecho de la ropa incómoda y de los mil quilos de maquillaje que tenía encima, rosava mis labios con mis dedos mientras recordaba la sensación del beso de Alessandro, pero es que joder era posible que existiera alguien que besará mejor que el, posiblemente si pero a mí me había tocado besarlo a el y ahora estaba en un debate con mis sentimientos, Denis y Alessandro. Pero como podría divertirme en algo sin sentido, era obvio que Denis era el chico de mi vida, con Alessandro cómo podría alguien tan simple como yo tener una oportunidad es que el nisiquiera era atento conmigo y había sido yo quien lo había besado si no hubiera sido así seguro jamás hubiera pasado nada.

Ala mañana siguiente el timbre de la casa sobaba insistentemente era domingo nadie del servicio estaba y parecía que solo yo vivía aquí, con muy pocas ganas en pijama y con mi peló alborotado fui yo misma a abrir, me encontré con un Alessandro diferente al que siempre había visto, este tenía Jens de mezclilla, playera tenis pero que hacía aquí nunca venía y mucho menos en día domingo.

Hola que haces aquí – Dije con algo de entusiasmo.

Es la casa de mi padre puedo venir aquí cuando se me de la gana. – Entro esquivandome y era evidente que estaba de mal humor.

Claro que puedes venir cuando quieras, eh crees que podemos hablar un momento Alessandro.

Hablar, no veo de que podríamos hablar tu y yo. – siguió caminando asta llegar ala sala nisiquiera había volteado a verme.

Claro que sí, lo que pasó anoche...

Anoche no paso nada Isabella, fue un beso insignificante era lo que querías de regalo no pues yo cumplí tu deseo, tu puedes recordarlo si quieres pero yo no tengo por qué. – no había expresión alguna en su rostro, realmente no había sentido nada o solo estaba enojado por Denis.

Oye si estás molesto por lo que viste antes de irte yo puedo hablar con Denis.

Denis? así se llama el niño ese – elevó un poco sus labios y levantó una ceja desvaneciendo esa expresión sería. Realmente a mí me tiene sin cuidado si tienes novio, amigos lo que sea, ya te lo había dicho Isabella no eres mi hermana y si por qué te bese te hiciste ideas tontas déjame te digo que yo jamás pondría mis ojos en una chiquilla insignificante como tú.

Al momento que termino con sus palabras Mauricio y mi madre aparecieron, creo que no habían logrado escuchar nada por qué venían muy felices y nos saludaron como normalmente lo hacen, me estaba conteniendo por no llorar, apenas les di los buenos días desapareci para encerrarme en mi habitación, estaba llorando tontamente las palabras de Alessandro fueron realmente crueles yo podría haber entendido que yo a el no le importaba pero tenía por qué haber sido tan cruel.

No quería salír de mi habitación no quería verlo más, mamá vino y dijo que se habían ido Mauricio y su hijo habían ido a jugar golf no regresarían asta despues de la comida así que ella hizo todo lo posible por convencerme para que saliéramos ella y yo, pero para que si no encajamos en nada, en fin terminé sediendo al fin de cuentas no tenía otros planes, Denis había salido con sus nuevos amigos de la universidad y yo había quedado en segundo plano para el.