Esta es la continuación de la primera novela de la saga, titulada; NO ES TU HIJO.
Cyrus Vidal, al nacer en una familia adinerada, crece sabiendo aprovechar el poder que le fue otorgado desde su nacimiento, logrando encontrar placer en el caos que el mismo causaba, aprovechándose de las personas a su alrededor y engañándolas.
Uno de sus mayores timos, era cuando se hacia pasar por su hermano gemelo, Ethan, logrando asi, tener lo mejor de ambos mundos, sin importarle quien saliera herido en el proceso de su diversión.
Aunque como todo, siempre aparece un rival, en el caso de Cyrus, se trataba de Nyra, la mejor amiga de Ethan a quien quería ver sufrir sin importar el costo.
Es asi como después de descubrir el amor no correspondido de la mujer por Ethan, Cyrus descubre la forma de verla a sus pies, "El y yo somos iguales, ¿quieres usarme como su sustituto?"
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Capitulo 9. Tentando las situaciones
Como todos los días por la mañana, Cyrus se levantó y se preparó para otra tediosa jornada en la oficina, estaban muy ocupados con la nueva línea y el equipo de marketing era uno de los que tenían mayor presión, ya que debían mostrar al público el nuevo producto, pero no solo eso, eran los encargados de insertar la idea a los compradores de que necesitan comprarlo, ya que de eso se trababa, engatusar a los compradores, atraparlos, hacerlos ver que deben comprarlo. A través de la necesidad se crean las ventas seguras.
Es por eso que Liam, quiso colocar a Cyrus como jefe de ese departamento, sabiendo de primera mano lo bueno que llegaba a ser conociendo la mente humana y los juegos mentales, insertar ideas y manipular sin que siquiera se dieran cuenta de ello, algo que, con ese talento, han hecho aumentar las ventas de forma considerable.
En cuanto estuvo listo, salió de su habitación, camino por el pasillo y bajo las escaleras para ir al comedor, en ese momento recibió una llamada.
- Vaya, que sorpresa, es un poco extraño el recibir una llamada tuya, Nyra – le dice respondiendo la llamada
- Se dice, buenos días, Cyrus – le dice Nyra en tono serio
- Claro, buenos días, Nyra – le dice en tono irónico – ahora, ¿podría saber el motivo de tu llamada? – le dice curioso
- Tú me enviaste un mensaje- le dice seria
- ¡Oh!, cierto, ese mensaje – le dice sonriendo complacido – entonces, ¿debo suponer que el motivo de tu llamada es, porque ya tienes la respuesta? – le dice
- Si- le dice suspirando
- Mmmm, ¿Cuál es? – le dice
- Ya te lo dije, Cyrus- le dice alterándose, parecía ser difícil para ella el sacar las palabras de su boca, pero Cyrus no tenía problemas en presionarla para terminar sacando palabra por palabra
- A, ¿sí?, lo siento, creo que no te escuche, ¿podrías repetirlo? – le dice en tono perspicaz
- Dije, que si – le dice forzada
- ¿Si a qué?, se más específica, Nyra, recuerda que tal vez te podrías arrepentir de no hacerlo – le dice en tono malicioso
- Te dije, que dejaras a la Omega de Ethan tranquila – le dice Nyra, parecía molesta – acepto tu propuesta de ser el sustituto – dice suspirando
- ¡Oh!, que interesante – dice, en realidad sabía que Nyra terminaría aceptando, porque ella nunca haría algo para que Ethan la odiara, pero su estúpido amor por él, tampoco le permitía rendirse a tenerlo
- Si te vas a burlar, mejor cuelgo – le dice molesta
- No me estoy burlando, podría prometerlo si quieres – le dice riendo – solo, estoy sorprendido, nada más – le dice – bien, ya que esto es algo que no saldarse con una llamada, te enviare una dirección, te esperare allí esta noche, así podremos aclarar todos los puntos y cerraremos el trato, ¿te parece?
- Bi, bien – le dice antes de colgar la llamada
“Pobre, Nyra, desesperada por su estúpido amor, está a punto de venderle su alma al diablo”- piensa para sus adentros, mientras retoma su camino hacia el comedor.
- Buenos días – dice Cyrus entrando al comedor y tomando asiento, con una cierta alegría en su comportamiento
- ¿Se te pegaron hoy las sabanas? – le dice Aria quien estaba sentada al otro lado de la mesa desayunando con su hijo Killian, a su lado se encontraba Liam, quien por su expresión no parecía muy contento con la familiaridad con la que la mujer le hablaba a Cyrus
- ¿A mí?, eso no sucedió, pero tal vez si tuve algo que me distrajo de camino – le dice en tono animado y casual, con una sonrisa de picardía, como si tuvieran la mejor de las relaciones
- ¿Tal vez? – dice haciendo una mueca con la boca, casi como sonriéndole
- Reservare mi comentario – le dice Cyrus devolviéndole el comentario y la sonrisa, mientras se percataba de la bomba a punto de estallar al lado de la mujer.
Tres, dos, uno…
Se escucha un estruendoso golpe en la mesa, Cyrus disimuló su risa fingiendo estar sorprendido ante el repentino comportamiento de Liam, mientras gozaba internamente de la escena que se estaba dando frente a él.
Una patética rabieta de celos, de parte de un Alpha dominante, acostumbrado a tomar todo por la fuerza, con poca gracia o astucia, era interesante el ver que una Omega marcada pudiera mostrarse tan poco empática con el Alpha que la marcó, por lo general se volvían más sumisas con la marca, pero Aria Vance era diferente, algo difícil de creer y por lo cual debía darle crédito a la mujer, porque debido a ello, Cyrus podía disfrutar a placer la forma en que su comportamiento influenciaba a Liam.
Fácilmente podría durar todo el día viendo como Liam pataleaba, gritaba y hacia berrinches solo por llamar la atención de su propia Omega.
- ¡Conmigo! – le grita Liam y todos voltean a verlo – Olvídalo, has lo que quieras – dice levantándose de la mesa y retirándose del sitio, Cyrus podía ver las pataletas que daba mientras caminaba
- Ja, ja, esto se pone cada vez mejor – dice Cyrus entre risas, sin duda molestar a Liam no tenía competencia alguna, y gracias a su Omega era algo que vería mas a menudo – Tranquilos, yo hablare con él – dice levantándose de la silla
- ¡Cyrus! – le dice Darius en tono fuerte, obviamente sabía que las intenciones de Cyrus no eran el de consolar a su favorito, sino más bien el de aumentar un poco más su cólera
- Tranquilo, padre, no pretendo molestar a tu preciado hijo mayor – le dice caminando hacia la puerta, aunque su sonrisa maliciosa, no le traía nada de alivio a Darius.
Cyrus salió del comedor, no hizo falta alguna el buscar a Liam, solo debía seguir el rastro de mal humor que estaba dejando a su paso.
En el instante en que lo divisó caminando hacia la puerta de salida, comenzó a cantar para molestarlo.
- Celos, Malditos Celos – caminaba mientras cantaba
- Excelente, necesitaba un saco de arenas que golpear – le dice Liam deteniéndose, pensando que los golpes eran lo más doloroso que se le podría hacer a otro, pero Cyrus sabía que las palabras eran un poder mucho más efectivo, porque con ellas se podía manipular las situaciones y hundir a quien sea, sin tener que levantar ni un solo dedo.
- Ja, ja, deberías de ver lo idiota que te ves ahora– le dice Cyrus riendo, provocando más a Liam - ¿quieres que te ayude a agradarle? – sabía que había dado en la yaga
- ¡No necesito tu ayuda!, además, ¿Quién dice que quiero agradarle? – le grita Liam, pareci que reventaría de ira
- Tú, con tus acciones – dice Ethan caminando tranquilo hacia ellos, era obvio que Darius lo enviaría como mediador.
- ¿Ahora tu también, Ethan? – dice Liam molesto
- Me recuerda a la bestia – dice Ethan llegando al lado de Cyrus
- Ja, ja, como el cuento de, “La bella y la bestia” solo que aquella bestia era más razonable – dice riendo, era interesante el convertir la mediación de Ethan en una ofensa hacia Liam
- Ustedes, malditos gemelos, vayan a molestar a otro – dice Liam con furia
- Si continuas como vas, solo empeoraran las cosas – le dice Ethan en tono de tedio
- Déjalo, sería divertido verlo sufrir – dice Cyrus en tono malicioso
- Váyanse al demonio y déjenme en paz – les dice abriendo la puerta
- Bien, cuando quieras cambiar las cosas puedes buscarme – le dice Ethan
- O, si necesitas a alguien que te vea llorar, habla conmigo, no te consolare, pero por lo menos uno de los dos disfrutara del momento – dice Cyrus riendo
- Púdranse los dos – dice Liam saliendo del sitio hecho una furia
- Él siempre es tan predecible – dice Cyrus riendo en cuanto Liam se marchó
- Tu tergiversaste la situación, por eso se molestó más – le dice Ethan suspirando
- Quizás, aunque con el temperamento de Liam, no hace falta poner mucho esfuerzo – le dice caminando hacia la puerta
- ¿No te cansas de esto? – le dice Ethan
- No, al contrario, cada vez es más interesante – le dice abriendo la puerta – ahora, si me disculpas, tengo una noche que planificar – le dice antes de irse.
