Los Gemelos Alfas Y Su Pequeña Princesa

Keyden

Ver salir a nuestra compañera en medio del llanto hizo que me arrepienta de todo lo que acaba de pasar, no hemos sabido manejar nuestros celos y cada día que pasa nuestra posesividad aumenta.

—Somos unos completos idiotas — dice Aiden.

—Por supuesto que lo son — entra nuestra madre con las pupilas completamente rojos «pasa cada que se enoja» — ¿Que pasa con ustedes?.

—Lo sentimos mamá pero.....

—Pero nada, esto era lo que no quería que pasara sabía que no iban a poder controlarse, ella es una niña es obvio que va a tener amigos y más con lo carismática que es, no están dejando que ella disfrute de su etapa escolar, no la están dejando disfrutar su etapa de crecimiento, su etapa en la que tendrá amigos por montones, no pueden ponerse como locos cada que un niño se le acerque, y tampoco deben tenerla fijilada las veinticuatro horas del día.

—Lo entendemos pero....

—No lo entienden, si lo hicieran ella en estos momentos no estaría llorando y preguntándose qué está haciendo mal para que ustedes se comporten de esa manera con ella — mama se masajea la cien tratando de calmarse — ella los quiere y siente algo por ustedes, no siente el vínculo completamente y no entiende aún lo que siente por ustedes, pero sabe que hay algo que hace que ella se emocione con verlos y algo que hace que sienta celos cuando los ve con alguna chica, solo que no lo dice por que piensa que es algo que no debería de sentir, por ende tienen que saber que a ella le importa la opinión que tienen ustedes de ella y eso hace que se esfuerce cada día por ser una buena niña pero se lo están complicando con sus malditos celos sin sentido.

Esto último lo dice en un tono de voz más elevado, y sin esperar una respuesta salen furiosa del despacho azotando la puerta al salir.

Aiden

Estoy cada vez se pone peor, hemos querido hacer las cosas bien pero siempre lo empeoramos y cada que pasa eso mamá entra como alma que la lleva el diablo, casi nunca la habíamos visto tan enojada pero ahora la vemos muy seguido con cada tontería que hacemos.

“Y yo que pensé que el idiota era yo” dice Dan.

“Cállate bola de pelos”

“Bola de pelos o no, yo jamás haría que mi compañera sufriera” responde.

“Tú también te molestas cuando un chico se le acerca”.

“Si pero no se lo hago saber, por qué se que me quiere a mi”.

Eso si no lo puedo discutir, a pesar de que Dan a sentido celos jamás me ha dicho que le reclame a mi compañera siempre calma sus celos cuando la tiene cerca y creo que es algo que debería aprender pero se me hace muy difícil.

—Tenemos que ir a disculparnos — dice Keyden y yo asiento.

Estamos frente a su puerta, debatiéndonos si entrar o no, pero finalmente nos decidimos en entrar. La vemos sentada en la cama con la lapto la cual hace a un lado cuando nos ve.

—¿Necesitan algo majestades? — pregunta haciendo una reverencia.

Odio cuando hace eso, es nuestra compañera no debería tratarnos como sus superiores.

—Dijimos que dejaríamos las formalidades a un lado cuando estamos a solas — le dice Keyden y yo asiento.

—Lo prefiero así, para no olvidar mi posición— responde.

Eso también lo odio cuando usa nuestras palabras en nuestra contra. Para no alargar más el tema le decimos que vinimos hacer.

—Queríamos disculparnos por lo que pasó hace un rato, nos comportamos como unos completos idiotas — le digo.

—No es necesario que se disculpen, no quiero que lo hagan y no tienen por qué.

—Nosotros queremos hacerlo, sabemos que siempre hacemos lo mismo pero tenemos una buena razón que puede justificar nuestro comportamiento— dice Keyden.

—Así? ¿Cual es esa razón? — pregunta.

—No podemos decírtelo pequeño sol, pronto lo sabrás, pero queremos que nos perdones y haremos lo posible de que no vuelva a pasar.

—No se por que les importa que los perdone, pero si eso los hace sentir mejor, bien los perdono, ahora les pediré que se retiren voy a tomar una ducha.

Con esto pasa por nuestro lado y se mete al cuarto de baño, nos quedamos mirando un rato la puerta hasta que escuchamos la ducha y es cuando nos vamos.

Mamá tiene razón y de verdad no estamos siendo buenos compañeros, ella no lo sabe y no debe saberlo todavía no queremos que se sienta atada a nosotros aúnque eso sea lo que estamos haciendo.

........

Kiara

—¿Donde me llevan? — preguntó cuando ya tengo rato que caminando y aún no se detienen.

Los gemelos han llegado a mi habitación y me han dicho que querían mostrarme algo, seguía enojada con ellos pero la curiosidad se apoderó de mi.

Ambos me llevan agarrada de manos y en el momento en el que los toque apareció es pequeña electricidad que he sentido cada que tengo contacto físico con ellos.

—Ya hemos llegado — dice Keyden mientras me quita las vendas.

En estos años me he dado cuenta que he sido la única que ha podido diferenciarlos a ambos con solo escuchar sus voces se a quien me pertenece cada una.

Al abrir los ojos veo una manta en el césped con dos canastas y varias velas que iluminan el lugar.

—¿Lo han hecho para mi?— preguntó emocionada.

—Claro que si, no queríamos que siguieras enojada con nosotros— dice Aiden

No me aguanto las ganas y termino abrazándolos, obviamente mis pequeños brazos no dan para cubrir ni siquiera la mitad de sus cuerpos pero ajá.

Nos sentamos encima de la manta y empezamos a comer y a hablar sobre cualquier cosa olvidándonos completamente del mundo, quisiera que nos quedaron así para siempre pero se que eso es imposible.

Se hace tarde por lo que entramos al castillo y cada uno se va a sus respectivos dormitorios, hay cosas tan obvias que quiero ocultar pero se me hacen imposible por ejemplo lo que siento por los gemelos, tal vez soy tan obvia y ellos lo han notado o tal vez no y enserio espero y no lo noten, ellos pronto encontrarán a su compañera y yo........solo quedo como una tonta enamorada.