NovelToon NovelToon
MADHOUSE

MADHOUSE

Status: Terminada
Genre:Terror / Maltrato Emocional / Médico-paciente / Enfermizo / Romance oscuro / Completas
Popularitas:744
Nilai: 5
nombre de autor: ItZunarxy

𝙱𝚒𝚎𝚗𝚟𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙰𝚛𝚎𝚊 𝚁𝚘𝚓𝚊, 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚕𝚘𝚌𝚞𝚛𝚊 𝚗𝚘 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚍𝚒𝚊𝚐𝚗𝚘𝚜𝚝𝚒𝚌𝚘... 𝚂𝚒𝚗𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚜𝚒𝚗𝚏𝚘𝚗𝚒𝚊.
𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜.
𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎 𝚒𝚗𝚏𝚒𝚎𝚛𝚗𝚘𝚜.
𝚄𝚗𝚊 𝚎𝚗𝚏𝚎𝚛𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚖𝚊𝚗𝚘𝚜 𝚜𝚞𝚊𝚟𝚎𝚜.
𝚈 𝚞𝚗 𝚑𝚘𝚜𝚙𝚒𝚝𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚌𝚞𝚛𝚊, 𝚜𝚒𝚗𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚞𝚖𝚎.
¡𝙲𝚄𝙸𝙳𝙰𝙳𝙾!
𝙰𝚚𝚞𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 𝚐𝚛𝚒𝚝𝚊𝚗 𝚎𝚗 𝚜𝚒𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘 𝚢 𝚕𝚘𝚜 𝚎𝚗𝚏𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚊𝚗 𝚌𝚘𝚗 𝚌𝚞𝚌𝚑𝚒𝚕𝚕𝚘𝚜.
¿𝚀𝚞𝚒𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜, 𝙺𝚊𝚗𝚐? 𝙴𝚕𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒é𝚗 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚎𝚗 𝚜𝚊𝚕𝚟𝚊𝚛𝚝𝚎... 𝙰 𝚜𝚞 𝚖𝚊𝚗𝚎𝚛𝚊.
𝙳𝚒𝚜𝚏𝚛𝚞𝚝𝚊 𝚕𝚊 𝚕𝚎𝚌𝚝𝚞𝚛𝚊... 𝙳𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚛𝚊𝚜 𝚒𝚐𝚞𝚊𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚘𝚜.

NovelToon tiene autorización de ItZunarxy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 16

El cuerpo recuerda lo que la mente intenta olvidar. Los recuerdos pueden desvanecerse con el tiempo, volverse borrosos en los límites de la memoria, pero las sensaciones permanecen.

Un olor.

Una textura.

Un sonido.

Fragmentos de lo que alguna vez fue.

A veces, esos pequeños estímulos pueden ser la llave que desbloquee una memoria olvidada, trayendo de vuelta una sensación de calidez, de hogar.

Otras veces, pueden ser el detonante de un miedo enterrado.

Para algunos, los sentidos traen nostalgia.

Para otros, traen cicatrices.

Y si había alguien en este hospital cuyo cuerpo había aprendido a desconfiar de los sentidos, ese era Nathaniel.

Desde el primer día, comprendí sus hábitos. Era meticuloso en todo lo que hacía.

No tocaba nada innecesariamente, su forma de comer era medida y silenciosa, como si cada bocado fuera un acto mecánico en lugar de un momento de disfrute.

Su mirada siempre analizaba el entorno antes de moverse.

No era simple cautela.

Era condicionamiento.

Su cuerpo había aprendido que lo desconocido podía ser peligroso. Que lo que otros tomaban como cotidiano, él tenía que cuestionarlo.

Por eso, esta sesión no se basaría en palabras.

No le pediría que hablara de su pasado.

Le pediría que lo sintiera.

Cuando llegué a la sala de terapia, Nathaniel estaba allí.

Sentado con la espalda recta, los brazos cruzados y la mirada fija en la mesa.

No mostró impaciencia ni inquietud, pero la rigidez de su postura delataba su desconfianza.

Cuando vio que traía una caja de madera oscura en las manos, arqueó una ceja con recelo.

—¿Qué es eso?

Me senté frente a él y coloqué la caja en la mesa con cuidado.

—Hoy vamos a explorar los sentidos.

Nathaniel no apartó la vista de la caja.

—¿Explorar?

—Quiero que te concentres en lo que sientes —dije con suavidad — sin pensar demasiado, sin analizar, solo sentir.

Él frunció el ceño, entrecerrando sus ojos achinados como si estuviera evaluando si esto era una trampa.

—Eso suena innecesario.

—Eso suena a que tienes miedo de intentarlo.

Grey suspiró, pero no apartó la mirada.

No se retiró pero tampoco aceptó.

Era así con todo. Siempre midiendo, siempre asegurándose de que lo que estaba por hacer no lo pusiera en desventaja.

Finalmente, su mano se deslizó sobre la mesa con un movimiento pausado.

—Bien —se acomodó en la silla — juguemos.

Levanté la tapa de la caja y revelé su contenido: varios objetos envueltos en tela negra, ocultando su forma.

—¿Qué se supone que haga?

Tomé un trozo de tela y lo extendí frente a él.

—Quiero que lo sostengas y me digas lo primero que se te viene a la mente.

Nathaniel no se movió de inmediato, pero luego, con cierta reticencia, tomó la tela entre sus dedos.

Al principio, sus movimientos fueron lentos.

Pasó la tela de una mano a otra, sus dedos deslizándose sobre la superficie con aparente indiferencia.

Pero entonces...

Su mandíbula se tensó.

No fue un cambio drástico.

Apenas un reflejo involuntario, una reacción que intentó ocultar antes de soltar la tela con un movimiento calculado.

—Es... Suave —frunció el ceño.

—¿Algo más? —ladee la cabeza.

Su mano se detuvo sobre la tela, el silencio se prolongó.

Hubo un instante en el que pareció perdido en algún pensamiento, pero entonces, su expresión se endureció y apartó el objeto con un movimiento casi brusco.

—No importa.

No insistí, no era el momento de forzar respuestas.

En su lugar, tomé otro objeto y se lo di.

Esta vez, un pequeño frasco con algo en su interior.

—Ábrelo.

Nathaniel lo hizo sin protestar, pero en cuanto el aroma llegó a su nariz, su cuerpo entero se tensó.

No fue algo visible a simple vista, pero lo sentí en la energía de la sala.

Un instante de rigidez, un recuerdo no verbalizado.

—Huele a... Tierra mojada

—¿Cómo te hace sentir? —mi tono era un leve murmullo.

El pelinegro cerró el frasco de inmediato.

—No quiero seguir con esto —dijo con cierta molestia.

—¿Por qué? —me preocupé.

—Porque no me gusta.

Su voz sonó más baja de lo habitual, pero no fue una negativa vacía.

Era una confesión disfrazada de rechazo.

Lo que encontró en esa caja le recordó algo que no quería recordar.

Y él lo sabía.

Lo miré con calma, sin presionarlo.

—Los sentidos guardan memorias, Nathaniel —le sonreí con tristeza — a veces, incluso antes de que nosotros mismos lo recordemos.

Él sostuvo el frasco con firmeza, sin abrirlo de nuevo.

—¿Y qué pasa si prefiero no recordarlas?

—No tienes que hacerlo hoy.

Levantó la mirada.

—¿Pero en algún momento tendré que hacerlo?

—Solo si quieres sanar.

El silencio se hizo más pesado, sus dedos tamborilearon sobre el frasco antes de soltarlo.

Y entonces, extendió la mano.

No dije nada.

Solo observé cómo tomaba otro objeto por voluntad propia.

Esta vez, tomó una pequeña pieza de madera, un juguete "anti estrés" qué me ayudó mucho en la universidad.

Lo sostuvo entre sus dedos y lo giró lentamente.

—Esto no es tan malo.

—¿Por qué?

Pasó el pulgar sobre la superficie lisa.

—No me pone tenso.

—¿Te resulta familiar?

Nathaniel no respondió de inmediato, pero después de un largo silencio, asintió.

—Es como... —su voz se volvió más baja — como algo que solía sostener cuando era niño.

El ambiente cambió, la tensión inicial había dado paso a algo más contenido.

No era comodidad, pero era un avance en la dirección correcta.

No lo obligué a hablar más.

Solo dejé que sostuviera la pieza de madera todo el tiempo que quisiera.

Después de un rato, la dejó sobre la mesa y exhaló lentamente.

—¿Eso es todo?

Sonreí suavemente.

—Eso depende de ti.

Nathaniel observó la caja una última vez antes de cerrarla con cuidado.

Cuando volvió a mirarme, su expresión era neutral.

Pero su voz tenía un matiz distinto.

—Fue... Menos horrible de lo que pensé —arrugó la nariz.

—Eso es un avance.

Él ladeó la cabeza.

—¿Siempre mides el éxito con cosas pequeñas?

—Cuando se trata de sanar, lo pequeño es lo más importante —solté suave y sinceramente.

Nathaniel no respondió enseguida. Antes de levantarse, tomó la pequeña pieza de madera de la mesa y la guardó en su bolsillo.

No lo mencioné.

No era necesario.

Porque sabía que, en algún nivel, eso significaba que quería seguir explorando sus recuerdos.

1
Afiq Danial Mohamad Azmir
¡Da más, no te canses!
y0urdr3amb0y
Excelente, es muy bueno.
彡 Misaki ZawaZhu-!
No puedo esperar por el próximo, darnos más, gracias
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play