Hazen es el prototipo de chico malo. Falta a clases, se la pasa fumando y muestra poco interés por las cosas, todo lo contrario a Lee, un chico tímido y reservado, pero habrá algo que los unirá.
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Dos almas se unieron para estar juntas, pero el destino tendrá otros planes.
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Capítulo 07.
Hazen no se apareció en el colegio el día que le mande mi video ni el resto de la semana.
Así pasaron los días hasta que se cumplió una semana, incluso fui a las gradas intentando ver si ahí lo encontraba pero fue inútil. Él ni siquiera apareció. No era raro que no fuera a la escuela por tanto tiempo, muchas veces no iba porque lo habían suspendido pero por lo que tenía entendido no se había metido en ningún problema desde la pelea y ese día a ninguno de los dos involucrados los sancionaron.
Suspire pesadamente recargado en uno de los casilleros que se encontraban en el pasillo. Por alguna extraña razón me dio por llegar más temprano de lo habitual pero justo en este momento me arrepentía tanto ya que me estaba dando sueño. Desde la platica que tuve con mi madre hacía todo lo posible por evitarla. Imagino que por eso me dio por querer llegar antes.
Ya no habíamos vuelto a hablar sobre lo que había pasado e imaginaba que ya le había contado todo a mi padre pero no me importaba. Algo que tenía claro es que yo tenía que vivir mi propia vida y no dejar que mi madre se mentira como si fuera la de ella.
Sin pensarlo mucho me dirigí hacia el campo de fútbol americano, descansaría sobre las gradas en lo que empezaban las clases. Una vez que llegue me acosté sobre la que estaba más cerca y cerré mis ojos, no paso mucho tiempo para que escuchara la voz de Hazen.
—Al parecer ya se te hizo costumbre querer invadir mi espacio.—Sentí como se detuvo a un lado de mi.
Abrí mis ojos justo en el momento en el que él prendía un cigarro. No había cambiado nada desde la última vez que lo vi y se mira bien así que no creí que le hubiera pasado algo malo como para que ese fuera el motivo de sus falta.
—Y a ti ya se te hizo costumbre venir a fumar en el mismo lugar en el que me encuentro.—Le respondí sin levantarme.
Mire como se dejo caer en la misma grada que yo. Quedando mi cuerpo a su lado izquierdo. Volví a cerrar mis ojos y nos quedamos así por pocos minutos, solo escuchando y sintiendo el aire, el sonido de los árboles y el que hacia Hazen al fumar. Olía a tabaco y sabía que debía de ponerme de pie para alejarme del olor pero no me importaba. Por alguna extraña razón su presencia me tranquilizaba.
—No viniste.—Le dije al fin sin moverme.
Era verdad no había venido y me había preocupado.
—¿Me extrañaste?—Pregunto burlón, algo común en él al parecer.—No sabia que era importante para ti.
—¿Tienes que serlo para darme cuenta de que faltaste varios días?—Le dije a la defensiva, al parecer también es muy común en mi.
Hazen siempre se llevaba las cosas con calma, algo que me gusta de él.
—¿Tu qué crees?—Pregunto burlón deshaciéndose de su cigarro.
—Oh vete a la mierda.—Me puse de pie dispuesto a irme.
Hazen podía hacerme sonreír y gustarme mucho pero en persona era un completo idiota y no sé porque extraña razón podía reaccionar de forma debida con él, y con mis amigos o familiares no.
Me agarro del brazo cuando estuve dispuesto a marcharme.
—Al parecer oler a mariguana da por hecho de que te drogas en el colegio.—Dijo despreocupado saltándome.—Los adultos son tan estúpidos, por suerte tuve unas pequeñas vacaciones.—Termino de decir divertido.
—¿Y no trataste de explicarles?—Lo mire cruzándome de brazos.
—¿Por qué?—Me miro con un gesto en su rostro haciéndome sentir estúpido.—No le debo explicaciones a nadie. Si quieren creerme bien, si no, allá ellos.
Vaya... ahora que me pongo a pensar me pregunto ¿cuantas veces no lo habrán suspendido por equivocación?, por lo poco que conozco de Hazen se que a él no le importa pero no podía dejar que le hicieran varias veces lo mismo.
—Deberías de intentarlo alguna vez.—Le aconseje.
—No soy tú, muñequita de porcelana.—Volvió a su tono burlón.
—¿Por qué me dices así?—Le pregunte confundido recordando que una vez en el baño también utilizo el mismo apodo.
Solo se limito a soltar una pequeña risa poniéndose de pie.
—No vemos por ahí.—Y sin decir algo más camino hacia la entrada del edificio.
Hazen me confundía y él lo sabía. Suspire frustrado sin entender su actitud antes de hacer lo mismo que él. Estaba seguro de que faltaba poco para mi primera clase.
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Desde mi cita con Jack no había vuelto a salir con él, no es porque no me invitara a otra si no que siempre evitaba el tema, importándome poco lo que me dijo mi madre el día siguiente de nuestra salida. Algo que había cambiado entre Jack y yo es que él ahora es más cercano a mi.
Muchas veces intentaba alejarme de él disimuladamente pero siempre hallaba la forma de estar junto a mí, sumándole el hecho de que los chicos no ayudaban con las burlas que nos hacían.
También había intentado decirle a Nash sobre lo que dijo Jack pero nunca encontraba el momento o me ignoraba, también estuve pensando en si decirle seria buena idea ya que no sabía cómo iba a reaccionar. Me sentía frustrado por todo lo que estaba pasando, por suerte ya apareció Hazen y supe el motivo de sus faltas quitándome una preocupación de encima.
Deje caer mi cabeza con cuidado sobre la mesa cerrando mis ojos, intentaría tener paz aunque sea un poco en lo que empezaba la otra clase, pero fue inútil ya que escuche como el equipo de fútbol americano hacia mucho ruido. Se acercaba un partido importante el cual se llevaría acabo este viernes casi al anochecer en el colegio, eso explicaba todo su alboroto.
Escuche como la puerta del aula se abría, haciendo que se escuchara más ruido. Lo que hizo que levantara mi cabeza de la mesa fue para ver quien había entrado o salido y no había cerrado la puerta. No me sorprendió encontrarme a Jack con su uniforme del equipo.
—Hey Lee.—Saludo acercándose a mi.
Lo que me faltaba. No estaba de humor para hablar con él.
—¿Sucedió algo?—Pregunté acomodándome en mi asiento.
—¿Tiene que suceder algo para venir a verte?—Se paró del otro lado de la mesa recargando sus manos sobre la misma.
—No pero...—Detuve mis palabras al sentir como dejo un beso en mi cabeza haciéndome sentir incómodo.
—Te extrañe.—Se alejo un poco de mi.
—Estas actuando como si fuéramos una pareja.—Le hice saber sin mirarlo a los ojos.—Y no lo somos.
—Bueno, creo que a como vamos no falta mucho para que lo seamos.—Lo mire a los ojos.—Mi madre me dijo que a tus padres no les importa si llegamos a ser novios y sabes que a mi tampoco.—Dijo despreocupado.
El problema aquí es que yo no quiero ser tu novio, no después de nuestra cita. Pensé en decirle, pero no lo hice.
—Estas yendo muy rápido.—Mire a mi alrededor notando que éramos los únicos en el aula.—Creo que deberías pensarlo, ¿no crees?—Pregunte sin estar seguro de mis palabras.
Hace apenas una semana fue que fuimos a comer pero el ya se creía con el derecho de que éramos algo más.
—El viernes tengo un partido importante.—Cambio de tema.—Y me gustaría que estuvieras ahí apoyándome.—Camino hacia el escritorio del profesor y se recargo en él.
—No me gustan los partidos y lo sabes.—Le recordé sin moverme de mi lugar.
—Bueno, has estado rechazando mis citas y dices que estoy yendo muy rápido, creo que si hubiéramos salido más veces tal vez no se te hiciera extraño esto.—Se cruzo de brazos.—Aparte si fueras al partido puede que cambies de opinión.
—Lo voy a pensar.—Ofrecí.
Lo más probable es que no fuera y me quedara en casa. Hay una serie muy interesante que estoy viendo, tal vez aproveche esa noche para terminarla. Pero si mi respuesta le satisfacía para no seguir insistiendo yo no tengo ningún problema.
—Está bien.—Dijo no muy seguro.
Me dio una última mirada antes de salir del aula sin cerrar la puerta y escuchándose todavía el ruido que traían afuera.
Pensándolo bien podía aprovechar e ir al partido y al finalizar hablar con él sobre lo nuestro. No quería seguir dándole vueltas cada vez que me invitaba a salir ni tampoco me gustaba que se sintiera con el derecho de invadir mi espacio personal cada vez que se le plazca.
Hablar con él y dejarle claro todo seria lo mejor, luego me preocuparía por lo que pasaría con mi madre.