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Un Esposo Para La Hija Del Presidente

Un Esposo Para La Hija Del Presidente

Status: Terminada
Genre:Contratadas / Matrimonio por contrato / Completas
Popularitas:3.3M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Marcs Roux

Adriana hija de uno de los más importantes políticos. es obligada a casarse con uno de los hombres más poderosos del país.
empezando una relación tormentosa tanto para su esposo como para ella

NovelToon tiene autorización de Marcs Roux para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Museo

Pero a pesar que estuviera escuchando todo esto mi inseguridad era más grande, y no me quería arriesgar.

-          Ya te lo dije no tengo la intención de conocerte y que me conozcas, y si te gusto es tu problema – modere mi voz, moví mi silla y me dirigí a la salida, ella de quedó sentada, en silencio.

Estaba apunto de llegar a la salida.

-          Damián espero que no te hundas en tu amargura, lo que te dije es real, pero a ti no te importa. El sábado regresaré a la universidad y cuando regrese espero que firmes el divorcio. – se escuchó con la voz quebrada

-          Sabía que me abandonarías

-          Tu eres el que no quiere que me acerque a ti, y si yo sigo así al paso que voy terminare enamorada de ti, así que es mejor que me aleje de ti ahora. Mañana me voy a ir a la casa de mi padre.

Se levantó y paso aun lado de mi sin mirarme con la cabeza alta. Salió y me dejó pensando en lo que acababa de suceder.

Me desperté he hice mi rutina de todos los días, baje a desayunar y vi Adrianaen la sala esperando a que bajaran su maleta, la mire y ella esquivó mi mirada, seguí acercándome.

-          Harry- estas lista.

-          Adriana- solo espero una maleta.

Los mire desconcertados, pero el hecho que ese profesor apareciera en mi casa me molesto.

Ella se mostraba un poco triste, a lo mejor desilusionada.

Me dirigí al comedor a esperar el desayuno.

Adriana.

Escucharlo hablar así me desilusionó, pensé que al decirle que me gustaba el bajaría un poco la guardia y aceptaría que me acercara a el pero fue lo contrario el abrió más la brecha que hay entre los dos, sus palabras me dolieron, pero me dolió más ver como simplemente aceptaba el hecho que me fuera.

La noche anterior el profesor Harry me había hablado por teléfono y no se porque le conté todo, le dije como Damián me rechazo y dejo que me sintiera mal, el se ofreció ir por mi y yo acepte su ayuda.

-          Harry – tranquila- tomo mi brazo mientras observaba como Damián se dirigía de manera indiferente al comedor.

-          Damián eres un bastardo – el se detuvo

-          Sal lo antes posible, y deja de perturbar mi tranquilidad – mis ojos se llenaron de lágrimas, y eso fue la gota que derramó el baso.

Henry me miro, paso su brazo sobre mis hombros y me ayudó a salir, subí al taxi y nos alejamos de la gran mansión.

-          Tranquila, es lo mejor el es un hombre muy amargado, y frío si te mantienes a su lado terminara por amargarte también.

-          Es el primer hombre que me gusta, pero estoy bien, además tenemos que regresar a Reino Unido para terminar el proyecto.

-          Si quieres adelantar el viaje.

-          No, quiero estar en mi casa y pasar los pocos días que me quedan aquí y conocer más mi ciudad natal.

-          No la conoces – hice una leve sonrisa.

-          Soy un poco patética, conozco más Reino Unido que mi propio país.

-          No digas eso.

-          Es la verdad, solo he estado en el país 6 veces y no conozco ni la calle en la que va el taxi.

El profesor hizo una leve risa, me miro tomo mi mano.

-          Entonces que te parece si la conocemos juntos.- hice una leve sonrisa y asentí con la cabeza. – mira hay una exposición en un museo en el centro de la ciudad que te parece si vamos a dejar tus cosas.

-          Si me parece bien.

Así le hicimos, fuimos a la casa de mi padre a dejar mis cosas, salimos y nos dirigirnos al centro entramos al museo. Y por lo que me pude dar cuenta, había mucha gente, reporteros.

-          Pensé que era una exposición.

-          Están inaugurando el museo

-          Ya estamos aquí.

Asentí con la cabeza, y empezamos a dirigirnos a una sala, pero unos reporteros se interpusieron en mi camino y empezaron hacerme preguntas.

-          Repor1- señora Adriana pensamos que no acompañaría a su esposo en la inauguración – mire sorprendida al profesor.

-          Repor2- ¿Por qué no apareció junto al señor Damián en el corte del listón? – suspire mire al profesor y después a los reporteros.

-          Estuve presente en la inauguración y claro que estuve en el corte del listón, pero preferí estar en otra sala, no quiero interferir en su trabajo, pero claro que lo apoyo.

-          Repor3- y ¿Por qué no esta con el en este momento?

-          Porque el esta atendiendo a sus clientes, socios y demás y el me entiende que no me gusta ser la dama bonita que esta de adorno – todos soltaron una leve risa.

-          Repor2- y quien es el caballero que la esta acompañando.

-          El es mi profesor y director de un proyecto que estoy realizando, el doctor Harry Hamilton Hume es profesor en la universidad de Oxford. Y esta acompañándome en la inauguración del museo de mi esposo. – el profesor hizo un gesto con la cabeza – disculpen pero quiero mostrar el museo a mi profesor.

Nos alejamos de ellos, y aunque al principio estaba de un mejor humor. Con lo que escuche se me fue, porque es enserió que Damián no me quiere ni aun metro de él porque en un evento muy importante como este en el que tenia que estar presente como su esposa no me tomo en cuanta, y bien si eso quiere así será, no me acercaré más a el y me iré a Oxford y no regresaré hasta que termine el proyecto y mi especialidad dentro de 6 años. Y solo regresaré a divorciarme.

Caminaba mientras divagaba en mis pensamientos, ni siquiera estaba prestando atención a los cuadros y antigüedades. Me sentía incómoda en ese lugar, pero tampoco me podía ir porque había reporteros y si me veían salir otra vez empezarían a interrogarme.

-          Adri a pesar de que no has estado en tu país por mucho tiempo eres muy conocida.

-          Antes no era así, el país me conoció el día que me case con Damián, porque incluso cuando mi padre se convirtió en diputado, senador y gobernador sólo apareci una sola vez en cada presentación.

-          Aaa, te sientes incómoda.

-          No al fin de cuentas voy  regresar a Oxford. Sabe me quiero ir, cree que podamos salir por la puerta trasera.

-          Yo creo que si, si les dices que eres esposa de ese hombre entonces creo que te dejaran pasar.

-          Intentémoslo.

Empezamos a caminar el paso su brazo sobre mis hombros y nos dirigimos a la salida, esa acción para mi ya era normal porque el profesor por lo general siempre asía eso cuando salíamos de los laboratorios, nunca lo he visto con malicia y siempre lo he sentido como un acto de amistad.

Estábamos a punto de salir cuando apareció Damián y Alan.

-          Piensas que te vez bien. – nos detuvimos y volteé a verlo.

-          ¿De que hablas?

-          Piensas que te vez bien, que otro hombre te abracé mientras estás casada conmigo. Algunos reporteros te han tomado fotos mientras el te está abrazando.

El profesor bajo su brazo y lo miró.

-          Harry – disculpa

-          Damián- Adriana te presentas en este museo y lo único que haces es dejar que el te abracé y los reporteros especulen.

-          Harry- ella no ha hecho nada malo, solo es un abrazo además tu dejaste en claro que no la quieres cerca. – Damián le dio una mirada fría.

-          A ti no te estoy hablando, no te metas. Alan ve por ella y vamos.

Alan se acerco a mi.

-          Señora – me miro y espero por mi respuesta.

-          Damián vete al diablo.

Di la vuelta con el profesor y me dispuse a ir. Pero en cuestión de segundos, sentí como alguien me cargo y empezó a sacarme de ese lugar, mientras que otro hombre retenía al profesor. Me estaban cargando como un bulto de papas.

-          Suéltame – empecé a patalear mientras me seguían alejando. – traté de entender quien me estaba cargando porque lo único que veía era la espalda del hombre supuse que era Alan, pero de forma rápida apareció justo a un lado de mi. Mire como el profesor se quedaba atrás mientras lo retenían a la fuerza. – bájame.

Perdí de vista al profesor, entramos al elevador, el cerro y me bajaron acomode mi cabello y observe era Damián el que me había cargado, lo mire sorprendida mientras el volvía a sentarse en su silla.

-          Alan ve con ese idiota y le cierras la boca.

-          ¿Que quiere que haga?

-          Habla con el, amenázalo, mátalo – salí de mi aturdimiento con esa palabra.

-          Que – el me ignoro y siguió hablando.

-          Has lo que sea pero asegúrate que no habra su boca. Que firme un contrato, no lose.

-          Si señor.

Se abrió el elevador y Alan salió. Dejándonos solos. Llegamos a una oficina.

-          Que demonios te crees para hacerme esto.

-          Cállate Adriana, como se te ocurrió dejar que te abrazaran en un evento público.

-          Y que tiene de malo, el es mi profesor y los medios lo sabes.

-          Eres muy mensa o tonta.

-          No me ofendas – levante mi voz.

-          No estas en ese país, estas en México y ese tipo de cosas son muy moralizadas, todos saben que estas casada conmigo y ven eso como el inicio de unos cuernos.

-          Estas celoso

-          Por favor, vámonos.

Se dirigió a la salida mientras que yo lo seguía.

-          Y ya que estas aquí y diste una entrevista ahora terminaras mis asuntos sociales conmigo.

-          Estas loco, no quiero estar contigo

-          Con un demonio no que me querías conocer – levanto su voz, me detuve

-          Ni siquiera me habías contemplado para este evento tuve que inventarme una historia para no hacerte quedar mal.

-          Bien perfecto ahora vas a terminar mis compromisos conmigo.

Dos de sus guardaespaldas se colocaron detrás de mi, los mire y no me quedo más remedio que comenzar a caminar.

 

1
Magdalena Molina Rojas
Felicidades autora linda novela.
Mercedez Peréz
bueno asta aquí dejo me aburrió nada como pensé se volvió aburrida asta una próxima novela espero que sea mejor y de paso no tan larga así es como se asen tan rutinarias
Mercedez Peréz
pero que paso no se explica nada pero es seguro que la putizorra de la ex y el profesor tienen que ver y como siempre el tonto cree lo primero que ve veremos que pZa muy interesante asta aqui
Salomé Páez
pero ni modo
Salomé Páez
Ya te digo yo chico, ya media que la conozcas te impresionará más de lo que tu crees.
Salomé Páez
tomó, sacó
Salomé Páez
Pobre,
Salomé Páez
hacía
Salomé Páez
quité, sequé, sábanas
Salomé Páez
bajé, caminé, hasta
Salomé Páez
casé
Mercedez Peréz
como se dice amigos a montones mientras ay dinero todo joda después son dinero quedan solo los Migos que están en las buenas y malas si es que ay como decía mi mamá con la plata baila el mono
Salomé Páez
Lo sé
Salomé Páez
miró, tomó
Salomé Páez
aún existan
Hilda Cabrera
bastante cansona..
Hilda Cabrera
y pensar que apenas vamos por el capítulo 45, después de Harry, Michelle e Ivonne, saldrán más enemigos para Adriana y Damián? en esta etapa ya le historia debería estar en la recta final... veremos qué pasa ahora...
Hilda Cabrera
me encanta el carácter y la personalidad de Adriana, creo que no le será fácil al suegro manajarla, ya te veré Agustín...
Hilda Cabrera
yo me concentro en la historia, no en los errores que tengan, y aunque podría corregir soy muy respetuosa con las demás personas, si fuera cercana a las y los escritores de repente podría ganar un sueldo corrigiendo, pero corregir por joder es unA falta de respeto y para corregir primero deber ver sus propios errores, yo leo para disfrutar...
Patrcia Sandoval
se perdió la trama inicial, no voy a seguir leyendo, no sabes como alargarla, iba bien pero ya no me gustó, buscare otra novela que leer
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