La Debilidad Del Capó

...Massimo Russo Rizzato...

Me enfureció ver que se fuera con Alesandro, no entendí por qué me molestó tanto, se que Alesandro no haría nada, solo la llevaría a su casa, o tal vez a la de él, pero la respetaría, lo conozco suficientemente bien, pero estos celos me comían, deje a Mónica en su casa y me fui a la mía, me encerré en el despacho y tomé una botella de whisky, estaba demasiado enojado, que si iba a buscarlos y la veía en casa de Alessandro y probablemente con ropa de él, aunque solo se la hubiera prestado para dormir, no sé cómo reaccionaría, por eso decidi no ir tras ellos, deje la botella y subí a mi habitación, me deje caer a la cama, obligando-me a dormir y si me quedé dormido, de tanto enojo, cuando desperté, ví que eran las 8, me duche rápido, tome ropa casual, me lave los dientes, baje a tomar café —Buen día señor, está bien —asenti, aunque no dormí bien, ya que soñé con esa engreída, respondona

—Si, buen día, me duele la cabeza —Gin me da dos pastillas y un vaso de agua, mientras me tomo el café, me prepara mi licuado, lo vacía al termo y me lo da, tomo las llaves y subo a otro auto, di la orden de que lavaran el Ferrari, si lo hize, y no se ni por qué, acelere hasta llegar a casa de Alessandro, vi su auto, subi, llegué a la puerta y oí la risa de Stefani, y la de Alessandro y alguien más, me dieron celos nuevamente, toque que parecía que tumbaria la puerta, ella me abrió y dije lo primero que me salió de la cabeza —Que haces aquí Stefani, se ve mal que una mujer comprometida, este en casa de otro hombre —le dije molesto, en eso Stefano apareció.

—Tambien se ve muy mal, que el prometido se folle a una tipa, en la fiesta dónde está con su prometida, no crees —decía Stefano, le volteo los ojos, después de otra pequeña discusión, ella se fue y me quedo con Alessandro en su departamento.

—Ey hermano, relájate, que te pasa, tu no reaccionas a si por nadie

—No se, esa engreída me volverá loco

—Y aún no se casan —me dice Alessandro mientras ríe y camina a la cocina

—Que es tan graciosos idiota —se encoge de hombros y me mira con su sonrisa.

—Amigo, no me dijas que te gusta Stef

&¿Qué?, estás loco, pero sabes que me gusta tener el control, y ella anoche me sacó de mis casillas

—Pues que querías que hiciera, se sentía mal, y tú follandote a Mónica de nuevo, si sigues a si, Monica será un fastidio en tu matrimonio —me volveré loco antes de casarme, y eso que la acabo de conocer, nadie antes me había sacado a si de mis cabales, esa engreída cree que se quedara a si, está muy mal, a mí nadie me desafia, menos una niña de papi como ella

—Ya dejemos de hablar de esa engreída, mejor hablemos de otra cosa

—Vamos al Gym ahí sacas tu frustración —asentí y nos fuimos al Gym, siempre llevo conmigo, una maleta con ropa de gimnasio y ropa formal y casual, a si que no volví a casa, y fuimos al gimnasio del edificio donde vive Alessandro, ahí pasamos un par de horas, tome mi celular y vi mensaje y llamadas de Mónica, suspiré y debo acabar con esto de una vez, mi boda es en unos días con la engreida, y mi padre me enseñó que cuando uno se casa, debe serle fiel a su esposa con o sin amor de por medio, a si que bueno, a tratar de llevar un matrimonio sólido, en eso me entró un mensaje de mi prometida

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Engreída: Hola animal

Engreida: Qué paso con el contrató

Yo: No habrá, lo rompo anoche

Engreída: ¿Que?, quedamos en algo, tu fuiste el de la tonta idea de las reglas

Yo: pues me arrepentí, nos vemos Stefani.

Sonreí y dejé mi celular a un lado, llegué a casa de Mónica me mira con su sonrisa —debemos hablar —ella asiente y me deja pasar

_Que pasa cariño

—Deja de llamarme a si, soy Massimo te lo he dicho mil veces

—Esta bien, que sucede

—Ya no pasará de nuevo, lo de anoche, esto acaba aquí

—¿Qué?, es por esa estúpida creída

_Bajale Mónica, te lo advertí anoche, y no es por ella, es por la lealtad a mi familia y la de ella, me casare en unos días, adiós Mónica y borra mi contacto —sali de ahí, dejándole un cheque con una cantidad numerosa para que viva bien un par de años, si sabe administrarlos, que lo dudo, ahora iré con mi engreída, a arreglar las cosas, mi engreída, enserio que me sucede, me volveré loco, de aquí a la boda, acelero hasta llegar a su casa, la veo sentada en la banca donde nos sentamos la noche que la conocí, tiene un libro en su mano, lleva puesto un vestido rosa pastel y unas sandalias con su cabello suelto largo, me acerco —Hola Stefani

—Hola, que haces aquí, no debes ir con tu amante

—No, mi lugar es con mi prometida, vine a disculparme por actitud de anoche

—Esta bien, no pasa nada, es todo

—Por favor Stefani, actua más madura

—Massimo la verdad no es un buen día para esto, dejémoslo para después

—Esta todo bien.

—Si, solo necesito estar lejos de casa

—Ven, te llevo a un lado, dónde estarás tranquila —ella asintió, cerró su libro y salimos de ahi, planeaba llevarla a casa, pero decidí llevarla a la casa de campo de mi familia, pero primero hice una parada —ven compremos ropa cómoda

—para que

—Vamos a la casa de campo de mi familia, ven vamos, deja el orgullo este día —ella asintió y entramos al centro comercial, compramos ropa para ella, para unos días, pijamas, ropa interior, ropa cómoda y casual, unos pares de zapatos de varios, y después llegamos a la casa, nos recibieron los empleados de ahí, y la presente como mi prometida, ella saludo amablemente a todos, verla sonreír a si, se ve linda, creo que es la primera vez que ella sonríe a si, una sonrisa real, nos instalamos antes de bajar a cenar.