Sr. Dominante

Cuando el taxista se detuvo frente a mi edificio, vi a Lucia parada allí con una expresión preocupada en su rostro. Tan pronto como nuestras miradas se cruzaron, rompí a llorar. Escuche que abrió la puerta y me tendió su mano para que saliera del auto.

Le pagó al conductor y empezamos a caminar hacia el ascensor, ella me hablaba, pero no pude registrar ninguna de ellas.

Cuando entramos a nuestro apartamento, lucia me llevo directamente a mi habitación, acostándome en la cama con mucho cuidado. Me giré de lado, tratando de calmar mi corazón acelerado y mis lágrimas inútiles.

Sabía que había tenido pesadillas antes, pero esta era como nunca antes. Realmente era real. Los dedos y los toques no podía soportarlos.

Lucia me levanto, abrí mis ojos y la vi empujándome a mi baño.

Me miró sosteniendo mi rostro con ambas manos. —Quítate la ropa y métete a la bañera. Todo va a estar bien— su voz estaba algo ronca, sabía cómo esto la afectaba a ella también.

—Lo lamento— dije, completamente avergonzada. Nunca me gustó decepcionar a Lucía.

La vi tan confiada anoche, sabía que esto era un gran retroceso. Y ella también lo sabía.

—Nunca te disculpes, Liliana, por Dios—dijo con firmeza. —Nada de lo que está pasando es tu culpa. Ahora métete en la bañera y ya vuelvo. No cerré la puerta—asentí y ella se dio la vuelta para dejarme desnudarme. Me quité la ropa de Gael lentamente y me deslicé dentro de la bañera llena de agua tibia. Lucia regreso y se sentó al lado de la bañera mirándome, y esperando.

Esperando a que hablará, a qué le contara todo. Eso era todo lo que quería cuando salí del apartamento de Gael. Pero ahora, solo quería olvidar. Limpiar mi mente de cualquier cosa que me hiciera recordar lo que soporte en la última hora.

Pareciendo saber que lo quería, Lucía se movió detrás de mí y comenzó a enjabonarme el cuero cabelludo. Cuando estuve totalmente relajada, mis lágrimas cesaron. Solo entonces mi mente me llevo hacia la situación real, abrí los ojos de golpe y me moví hacia adelante para levantarme lo más rápido que pude.

—Oh, Dios mío. ¿Cómo pude olvidar esto?— Ya no había tiempo que perder. Me terminé de bañar rápido y corrí hacia la toalla.

—¿Qué pasa Liliana? ¿A dónde vas?—escuche a Lucía llamarme detrás, pero yo estoy en una misión. Mire la hora y respiré hondo. Todavía tenía una hora. Podía lograrlo. Corrí hacia mi armario, saque el vestido que había elegido especialmente para hoy. Un vestido azul con unas mangas cortas caídas a mis hombros, este tiene un escote de corazón en el pecho, me llega hasta las rodillas combinado con un pequeño cinturón negro y así mismo son los botines que decido usar.

Me giré para ver a Lucía salir del baño con una expresión preocupada. Pero cuando echó un vistazo al vestido que me ayudó a elegir, se relajó un poco.

—Me olvidé de mi trabajo, Lucía. Hoy es mi primer día. Necesito apurarme—dije mientras desenredaba mi cabello con el peine.

Cepillé mis dientes, me apliqué un maquillaje ligero, y sobre todo corrector para que me tapara las ojeras, por haber llorado tanto ya tenía mis mejillas y punta de la nariz roja, solo me aplique rimel y un labial claro y suave, casi que natural. Me volví a pasar el peine para asegurarme que mi cabello estuviera bien arreglado, este es liso hasta mi espalda baja.

—Liliana, No creo que debas ir hoy, solo llámalos y reprograma, sé que entenderán—dijo Lucía sentada en el borde de mi cama.

—Finalmente, estoy consiguiendo algo que quería, Lucía. No voy a dejar que él me quite esto también. Ya arruinó todo lo demás—sabía que estaba cerca de un colapso, así que me giré y continúo preparándome, cambiando de tema. —A propósito. ¿Por qué estabas abajo cuando llegué?—pregunté mientras me colocaba los aretes, la cadena y el reloj.

—Gael me llamo— la miré sin poder creer lo que me decía.

»¿Cómo es eso posible?«

—¿Qué?—

—Me llamó cuando saliste corriendo. Sonaba aterrorizado y, por el aspecto de ese hombre, no creo que sea de los que se asusta fácilmente—

—¿Puedes enviarle un mensaje y decirle que todo está bien? Me disculparía yo misma, pero simplemente no puedo—

—Ya lo hice—

Sonreí agradecida.

—En la cocina hay café, vamos por uno para que te sientas mejor—

—No gracias, yo compraré uno apenas pueda—

Asintió y se levantó para acercarse a mí y darme un abrazo, el cual correspondí con fuerza.

Me apliqué mi loción y salí tomando mi bolso.

[•••]

Entrar de nuevo al edificio de Aléva tech. Es tan angustiante como la primera vez, pero ahora estaba más nerviosa porque hoy conocería al señor Valero.

Entre y me dirigí hacia la recepcionista.

—Buenos días, mi nombre es Liliana Goodman—sonreí. —Es mi primer día como asistente personal del señor Valero. ¿Podría por favor comunicarme con la señorita Alice?—

La vi observarme de arriba abajo con una expresión muy fea, tomo el teléfono y llamo a alguien.

»Solo ignora su mala actitud Liliana«

Mis pensamientos fueron interrumpidos por su voz chillona.

—Ve al último piso, allá encontrarás a la señorita Alice—

—Gracias—

Mientras me dirigí al ascensor trate de darme ánimos para dejar los nervios, al salir del ascensor y entrar al piso vi a una mujer detrás de un gran escritorio y la reconocí de inmediato.

A ella la conocí la vez que estuve aquí para la entrevista y puedo decir que es una mujer muy amable, su suave voz me hizo sentir más tranquila para poder responder todas las preguntas de manera profesional.

Al verme ella me da una gran sonrisa y yo se la devuelvo, es una chica muy bonita y ambas tenemos la misma edad lo que hace que me sienta aún más cómoda con ella.

—Me alegra verte de nuevo Liliana, ¿Cómo estás?—

—Realmente estoy algo nerviosa, pero también me alegra verte de nuevo—

—Te entiendo, mi primer día fue tan malo que lloré todo el camino a casa—se burló, lo que me hizo abrir un poco mis ojos sorprendida.

No pude decirle ni preguntarle nada por qué ella me estaba llevando a una puerta que decía. Alejandro Valero. C.E.O.

»Dios por favor que esto me salga bien«

Pero debería haberlo sabido. Hoy Dios no está prestando mi atención en absoluto.

¿Como no vi venir esto? ¿Como pude dejar que esto sucediera?...