Hamdan es un estudiante de segundo año de secundaria. Desde pequeño ha vivido en un orfanato, por lo que nunca ha sabido nada sobre sus padres.
Hamdan es muy aficionado al silat, pero no tiene talento para ello.
Cada vez que entrena, solo se convierte en objeto de burlas por parte de sus compañeros y recibe regaños de la entrenadora.
Un día, Hamdan fue víctima de una trampa tendida por Dewi, la chica de sus sueños, y estuvo a punto de perder la vida.
Sin embargo, ese acontecimiento se convirtió en la causa que cambió el destino de Hamdan.
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Capítulo 7
Hamdan reafirmó su determinación. Avanzó. Finalmente, su mano logró tocar el interruptor.
"¡Click...!"
La luz se encendió al instante, iluminando la habitación llena de cosas.
Los ojos de Hamdan recorrieron rápidamente la habitación, pero no encontraron ni hilo fino ni pelo.
Hamdan se sintió extrañado. Estaba seguro de haberlo sujetado antes, pero ahora ya no estaba.
Este es un edificio de tres pisos que el Jefe Aheng usa como almacén.
El primer y segundo piso están llenos de todo tipo de cosas.
Hamdan vive en el extremo del segundo piso.
Allí ya hay una especie de tabique que solo permite dormir a dos personas. También hay un baño.
No muy lejos hay una pequeña habitación que se puede considerar una cocina.
Completa con estufa de gas y otros utensilios de cocina.
Después de dejar su bolso, Hamdan se quitó la ropa que llevaba puesta.
Después de eso, barrió directamente la habitación para que fuera habitable.
Eran las siete de la noche cuando Hamdan terminó de limpiar y bañarse.
Su cuerpo estaba cubierto de sudor mezclado con polvo.
Afortunadamente, el agua fluía sin problemas, por lo que Hamdan se sentía cómodo.
Hamdan cocinó fideos hervidos. Tenía mucha hambre porque no había comido nada desde antes.
Después de comer, Hamdan se sentó apoyado.
Tal vez por estar demasiado cansado, finalmente se quedó profundamente dormido.
Mientras dormía, un fino rayo de luz recorrió todo su cuerpo, por lo que la fatiga desapareció al instante.
Asimismo, los restos de dolor y moretones desaparecieron gradualmente sin dejar rastro.
Durante todo este tiempo, Hamdan nunca se había dado cuenta de que su cuerpo era único.
Solo sabía que cualquier herida o lesión que hubiera sufrido sanaría rápidamente.
Durante todo este tiempo, Hamdan creía que el bálsamo o el ungüento tenían propiedades extraordinarias para su cuerpo.
La respiración de Hamdan se movía con regularidad. Dormía muy profundamente.
Hamdan ya no tuvo tiempo de pensar en la figura del hantu vagando.
En realidad, el ambiente en este almacén es seguro. No ocurre ninguna anomalía.
Pero cuando el reloj de la pared casi marcaba las 12:00, la única ventana en el segundo piso se abrió repentinamente por sí sola.
Junto con la ráfaga de viento que entraba por la ventana abierta, una figura de una chica vestida de blanco y llena de sangre apareció de repente en la habitación de Hamdan.
Su rostro estaba pálido y sus ojos rojos miraban fijamente a Hamdan, concretamente al cuello de Hamdan.
Había un brillo de locura en sus ojos rojos.
Su largo cabello suelto ondeaba al viento.
Se acercó a Hamdan.
¡No! No caminaba, porque no se veían sus pies tocar el suelo.
Flotaba medio palmo por encima del suelo.
Cuando sus largas uñas estaban a punto de tocar el cuello de Hamdan, de repente se oyó el rugido de un tigre que hizo temblar la habitación.
La figura de la chica ensangrentada se atragantó al instante.
Como si hubiera terror en sus ojos.
Pero eso solo duró un momento.
La figura volvió a acercarse a Hamdan.
Sus dos manos estrangularon el cuello de Hamdan.
Pero cuando las dos manos de la figura de la chica ensangrentada estaban a solo una fina capa de piel de distancia del cuello de Hamdan, se volvió a oír el rugido de un tigre.
Esta vez más suave, pero se sintió como si perforara el corazón.
Junto con eso, no se sabe de dónde vino, de repente, junto a la cabeza de Hamdan, se sentó en cuclillas un Tigre Blanco muy grande.
"Resulta que tienes valor. Te atreves a seguir molestando a mi descendiente cuando ya te he advertido antes".
¡Resulta que el Tigre Blanco puede hablar!
Su voz era suave, pero parecía muy fría.
Su mirada parecía capaz de congelar la sangre de una persona.
La figura de la chica ensangrentada se atragantó.
No podía moverse ni un poco.
Sus labios se movían, pero no se oía ningún sonido.
Solo por la mirada de sus ojos rojos como la sangre podemos saber que la figura estaba muy asustada.
Es extraño, ¡que un hantu pueda tener miedo!
Pero así es la realidad.
La figura de la chica ensangrentada parecía implorar piedad.
"Hmm".
El Tigre Blanco solo resopló.
"¡No hay clemencia porque ya se había advertido antes!"
"¡No hay piedad para nadie que se atreva a molestar a mi descendiente!"
Luego, de los ojos del Tigre Blanco salió disparado un trozo de luz muy fina.
Pero esa luz tan fina fue capaz de quemar a la figura de la chica ensangrentada sin piedad.
En un abrir y cerrar de ojos, la figura de la chica ensangrentada desapareció en la nada sin dejar ni una mota de polvo.
La figura que siempre había perseguido a las personas que vivían en esta zona finalmente desapareció para siempre.
El Tigre Blanco permaneció tranquilo como si nada hubiera pasado.
Echó un vistazo a Hamdan, que seguía durmiendo profundamente.
"Espero que puedas tener un poco más de paciencia, nieto mío. Espera el momento adecuado. Espero que puedas resistir".
Después de pronunciar esa frase, el Tigre Blanco desapareció al instante.
Ahora solo quedaba Hamdan, que seguía durmiendo sin saber que casi se había trasladado a otro plano.
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Herman aparcó su moto con prisa.
Corrió directamente hacia la puerta.
"¡Hamdan! ¡Hamdan!"
Golpeó la puerta del almacén mientras gritaba en voz alta.
Afortunadamente no había nadie más, de lo contrario, su actitud podría ser malinterpretada.
"Ham..."
"¡Crujido...!"
Hamdan apareció frente a la puerta con su uniforme escolar. Aparentemente, se estaba preparando para ir a la escuela.
Como Hamdan iba a pie, tenía que irse cuando aún era muy temprano.
"¡Bang Herman! ¿Qué pasa, Bang? Entra primero, Bang".
Herman miró a Hamdan de arriba abajo.
"¿Estás bien, Hamdan?"
Resulta que Herman estaba muy preocupado por el destino de Hamdan.
Aunque no eran cercanos, no se sabe por qué Herman estaba preocupado. Tenía miedo de que Hamdan fuera molestado por esa criatura.
Al ver la actitud de Herman, el corazón de Hamdan se calentó al instante.
Resulta que en este mundo no faltan personas buenas.
"Estoy bien, Bang. Como Bang ve".
Hamdan sonrió.
"¿Así que pudiste dormir anoche?"
"Sí, Bang. Dormí profundamente".
"¿No te molestó esa criatura ni un poco?" Herman aún quería asegurarse.
"No, Bang".
"Gracias a Dios entonces". Herman respiró aliviado.
"Vas a la escuela, ¿verdad? Vamos, Bang te lleva".
"No hace falta, Bang. Iré a pie. Bang tiene que trabajar. El Jefe Aheng se enfadará".
Herman dudó. En breve tenía que abrir la tienda.
"¡Vete, Bang! Iré a pie. Además, tampoco llegaré tarde".
"Está bien entonces. Lo siento, Hamdan. Bang se va primero".
"Vale, Bang". Hamdan agitó la mano.
"No olvides transmitir mi mensaje de anoche al Jefe Aheng, Bang".
"¿Qué mensaje?" Herman frunció el ceño.
"¡Que me suba el sueldo!"
"¡Kampr*t!" Herman se rió.
"Vale... vale... Ya se lo diré".
