No Seré La Patética Villana

Al llegar al comedor, Elizabeth se encontró con sus padres haciéndose arrumacos. La joven al ver esa escena fingió toser llamando la atención de los duques , estos al instante se separaron y Elizabeth les sonrío con picardía.

— ¿Cómo estuvo su tarde?

Fue lo primero que pregunto la chica al tomar asiento en la gran mesa perfectamente decorada.

— Estupenda cariño—Dijo el duque con cierta malicia en su voz, algo que hizo sonrojar por completo a la duquesa.

—Ya veo, — respondió Elizabeth para luego agregar —¿Padre puedo hacer una pregunta un tanto indiscreta?–El duque miró a su hija con curiosidad y después de pensarlo un momento asintió.–¿Nunca pensaron en tener más hijos?

El duque que no esperaba esa pregunta solo sonrió y miró a su esposa que cada vez se ponía más roja.

— Si lo hemos pensado cariño, solo que Dios solo nos bendijo contigo.

— Comprendo, pero ¿nunca pensaron en la adopción?

— La verdad es que no mi cielo, cuando me enteré que ya no podía quedar embarazada, dejamos de insistir, puesto que ya te teníamos a ti y eso era más que suficiente. ¿Pero por qué la pregunta ahora? Nunca te molesto ser hija única.

— Es solo que al ver lo jóvenes que son todavía, me preguntaba ¿por qué no veía a más niños corriendo por la casa? ¿No sería lindo ver a uno o dos niños más por aquí?.

Elizabeth lo decía muy enserio, a ella le gustaría tener aunque sea uno o dos hermanos, sus padres todavía eran jóvenes podían adoptar a uno o dos niños. Además, ella sabía perfectamente lo que era crecer en un orfanato sin familia, y al ver que los duques tenían la estabilidad financiera para poder adoptar a uno o dos niños más, decidió intentar convencerlos. Además no estaba muy segura de poder cambiar el curso de la historia y temía que si algo le pasaba, ellos se quedarán solos, como sucedió en la novela original.

— No sería mala idea, prometemos pensarlo cariño. Ahora termina de comer.

Y así paso la cena entre charlas y risas, hasta que se despidieron para ir cada uno a sus habitaciones.

***

En la alcoba de los duques

— ¿Amor en que piensas?

— En lo que dijo la niña. Tiene razón Liz, podríamos adoptar a un niño o una niña. Podríamos hacer crecer a nuestra familia. ¿Que opinas tú?

—¿Hablas enserio? Por supuesto que estoy de acuerdo, sabes que siempre quise más hijos, pero pensé que tu no...

— Cariño no llores, ¿Por qué nunca me lo dijiste? Yo haría cualquier cosa por hacerte feliz a ti y a nuestra hija .

— Si lo sé, sólo que nunca creí que nuestra hija también quisiera hermanos.

— Yo tampoco, pero al parecer si los quiere . ¿Entonces que dices?

— Claro que quiero mi amor.

— Entonces está decidido, mañana le daremos la noticia a nuestra hija .

— Está bien. Sabes que cada día te amo más.

— Yo también mi vida.

Luego de esas palabras se besaron apasionadamente hasta quedar sin respiración. Fueron desprendiéndose de sus ropas y caminado lentamente así la cama donde volvieron a unir sus cuerpos en una danza salvaje mezclada entre amor, pasión y ternura que duró casi hasta el amanecer.

***

Elizabeth dormía plácidamente en su habitación hasta que empezó a sentir como era sacudida por Beth.

— Ya Beth , ya me desperté.

Decía aún boca a bajo, botando baba .

— Despierte señorita tiene que alistarme para desayunar con sus padres.

— Esta bien, ya voy .—dijo sentándose en la cama y abriendo los ojos lentamente, a ella siempre le costo madrugar . En su anterior vida trabajaba en un bar en el turno nocturno,así que de día dormía . Le costaba todavía adaptarse a los cambios de horario pero creía que con la práctica lo iba a poder lograr.

Beth preparó el baño y ayudo a prepararse a su señorita le eligió un vestido azul marino sencillo y un vez salio del baño la centro en el tocador y la peinó.

Una vez termino dijo.

— Señorita quedó muy bella .

Bueno vamos que ya la deben estar esperando para desayunar.

— Gracias Beth, si vamos .

Salieron de la habitación rumbo al jardín, puesto que hacía linda mañana y la duquesa decidió que sirvieran el desayuno en el mismo kiosco del día anterior.

Pasaron cinco minutos y llegaron sus padres muy sonriente.

Elizabeth se levantó y fue a abrazar a sus padres.

— Buen día madre, buen día padre. ¿Que los tiene tan contentos el día de hoy?

— Buen día cielo, y respondiendo a tu pregunta, muchas cosas, pero hay una que creó te va a hacer muy feliz .

— Hemos decidido agrandar nuestra familia .

— ¿Lo dicen enserió? No saben lo feliz que me pone está noticia. ¿Cuando iremos a buscar a mi hermano o hermana?

— Calma cariño, primero desayunemos y luego vamos todos juntos a buscarlo. Ya enviamos una carta que decía que hoy haríamos una visita.

— Bueno entonces a qué esperamos sentémonos a desayunar.

Los duques estaban felices de ver tan entusiasmada a su hija. Nunca creyeron que ella anhelaba tener un hermanó.

Se podía ver la felicidad en los ojos de Elizabeth, una vez terminaron de desayunar, pidieron preparar el carruaje y partieron rumbo al orfanato.

Al llegar, una señora de unos 50 años salió a recibirlos .

_ Bienvenidos, pasen por favor, ya viene la directora del establecimiento a atenderlos.—dijo la señora mientras éramos guiados hasta una sala de estar.

Allí esperamos por unos cinco minutos, hasta que vino otra señora de casi la misma edad que la anterior.

— Sean ustedes bienvenidos excelencias, mi nombre es Rosa Molinari y soy la directora de este orfanato, ¿en qué puedo ayudarlos?

— Verá con mi esposa e hija hemos decidido agrandar nuestra familia y bueno, es por eso estamos aquí.

— Ya veo, bueno acompañenme a dar una vuelta por las instalaciones y de paso van interactuando con los niños .

Y así lo hicieron, pasaron toda la mañana yendo de aquí para allá jugando con los niños, hasta que Elizabeth se encontró con un pequeño grupo de cuatro niños, una niña de 7 Años , dos niños gemelos de 5 años y una pequeña bebé de 3 Años

Elizabeth se acercó con una gran sonrisa y le dio unos caramelos que tenía en su bolsa de mano.

— Hola mi nombre es Elizabeth. ¿Les gustaría jugar conmigo y mis padres?

Los niños miraron a su hermana mayor y está asintió.

Uno de los gemelos paso adelante y habló.

— Hola mi nombre es Tomy , el es mi hermano Lucas, ella es mi hermana Sofia y la bebé se llama Mía. Y si nos gustaría jugar conmigo y tus padres.

POV Elizabeth.

Dijo Tomy tratando de dejar su timidez que me parecio muy lindo. Mis padres se encontraban sentados recuperando el aliento después de haber corrido tras todos los niños del lugar, se sentían cansados, pero tenían una gran sonrisa en la cara . Me acerque con los niños siguiéndome detrás y les hable.

— Padre, madre les quiero presentar a unos amigos, ellos son. Tomy, Lucas, Sofia y Mía .

Los niños salieron detrás de mí y saludaron torpemente hasta que Mía nos sorprendió a todos con lo que dijo.

— ¿Disculpa tú eres un ángel? — dijo mientras jalaba la falda de mi madre.

Ella se encontraba tan sorprendida como mi padre y yo, pero se le podía ver un brillo hermoso en sus ojos.

— Mmm... ¿Tu que crees? — Dijo la duquesa intentando seguirle el juego a Mía, y esta sin esperar contestó.

—Yo creo que sí, eres muy hermosa como un ángel.

— O también puede ser un hada.

— oh.. ¿Enserió eres un hada?

En los ojos de la niña se podía ver su inocencia y la alegría de estar en presencia de una supuesta hada, entonces fue el duque quién esta vez habló

— Si, si es un hada pero shh... no lo digan tan fuerte nadie se puede enterar.

Los cuatro niños miraron con curiosidad a mi madre y está vez fue Lucas el primero en hablar.

— Si prometemos guardar el secreto. ¿Verdad hermanos?

Todos los niños asintieron a las palabras de su hermanito y luego de esos decidimos jugar con ellos un rato más. Pronto se nos volvió acercar la directora y al ver los entretenidos que estábamos todos no quiso interrumpir pero luego preguntó.

— Y bien... ¿que tal estuvo su día?