LA ESPOSA DEL MAGNATE

Ella se giró y se puso de pie lista para correr, quien diría que el gerente vio atreves de ella y la tomó del brazo y la volvió a tirar al suelo frente a Enzo.

Alicia frunció el ceño, ya que se había lastimó las rodillas.

"Duele, como este hombre no puede ser más gentil"

Se quejó dentro de sí, sus manos estaban temblando, pero no quería hablar, no es que no quiera disculparse, el problema es que teme que sea reconocida por el hombre.

El gerente miró a Alicia y apretó más su brazo.

— discúlpate

Ella entró en pánico, sabía que había ofendido a alguien importante, por lo que si algo salía mal estaba muerta, bueno ya todo salió mal, sin embargo, si le agregamos "eso" tendría la pena de muerte fija.

"Que hago, que hago, Dios mío, voy a morir no quiero morir"

— habla

Dijo el gerente, su paciencia se había agotado.

La mente de Alicia estaba en un lío.

"que hago, que hago"

una idea paso rápidamente por su cabeza aclarando sus pensamientos, sus ojos se aclararon, sin levantar mucho su rostro rápidamente hizo varias señas con sus manos y trato de pedir disculpas.

Quien diría que el hombre era un cabrón de primera y solo la miró con más disgusto, al verla fingir ser muda.

Enzo sabía que ella estaba fingiendo, odiaba a las personas falsas, además esta mujer lo enojaba cada vez que la miraba, por alguna extraña razón quería ver a esta mujer pedirle perdón.

"No sé hablar en señas, pero no creo que este hombre sepa"

Pensó ella mientras seguía fingió más señas, Enzo miró a la mujer y más repugnante le parecía.

Sus cejas estaban extremadamente fruncidas, el azul de sus ojos eran muy penetrantes, pero en esa mirada no hay nada de calidez.

Vitale vio la insatisfacción en su jefe y rápidamente le dijo al gerente

— olvídalo, deja ir a la mujer sácala de aquí

El gerente miró a Alicia y dijo

—¿No escuchaste? lárgate o quieres quedarte aquí

El cuerpo de Alicia reaccionó rápidamente y salió corriendo.

Se dirigió hacia el baño, cuando entró se derrumbó en el suelo, trato de recuperar el aliento su pecho subía y bajaba rápidamente, su corazón latía muy rápido, sus manos estaban temblando.

Ella no supo cuánto tiempo estuvo sentada en el piso del baño, después de un tiempo se puso de pie y camino hacia el lavamanos, se quitó los lentes y abrió el grifo y se echó agua en la cara, se miró al espejo y suspiro.

— casi muero, ¿esto se siente después de escapar de una tragedia? ese hombre es horrible, desgraciado solo porque cree tener dinero... bueno si tiene dinero, sin embargo... olvídalo.

Ella salió del baño y continuo con su labor después de todo no podía dejar tirado el trabajo.

Cuando terminó el día fue a su pequeño apartamento, se duchó y se acostó no tenía ánimos de cocinar, su cuerpo se relajó y durmió hasta la mañana siguiente.

Alicia abrió sus hermosos ojos color miel, y se sentó, miró hacia la pared por un largo tiempo sin saber en lo que pensaba. La alarma que volvió a sonar la sacó de su ensoñación, se estiró y se dirigió al baño, comió, tenía que ir a la escuela por lo que rápidamente salió de su casa.

El colegio no quedaba muy lejos, por lo que llego media hora, las grandes puertas del colegio estaban abiertas y varios estudiantes estaban entrando, camino hacia la puerta, saludo a la maestra y se dirigió a su salón, saludo a sus dos amigas y rápidamente comenzaron las clases, la mañana transcurrió sin problemas.

Alicia regreso a su departamento, se hizo algo ligero y terminó sus deberes, pronto fueron las cuatro y ella se miró en el espejo, y solo pudo suspirar.

— soy bella, solamente no quiero que todo el mundo vea mi belleza... Definitivamente es eso.

Tomó sus lentes y se dirigió a su trabajo con gran actitud.

Cuando llegó saludo al guardia y entró, pero pronto le avisaron que fuera a la oficina del gerente.

caminó lo más despacio posible tenía un mal presentimiento sobre esto.

tocó la puerta y la voz del gerente sonó desde dentro.

— adelante

Alicia entró en el salón y saludo

— buenas noches, gerente

El hombre miró a la chica que había entrado y recordando lo que pasó en la noche entera, su enojo se disparó y dijo sin tacto

— esta despedida lárgate de aquí

Ella lo miró sin comprender

— puedo preguntarle ¿por qué me despide?

— ¿por qué te despido? Jajajá tienes el descaro de preguntar, será mejor que te largue antes de que te envíe a sacar.

— es que me parece muy injusto, en mi parecer solo cometí un pequeño error

— pequeño error

El gerente golpeó su escritorio

— sabes que casi pierdo la vida por ese pequeño error tuyo, esa persona podría desaparecerte, sin mover la mano, únicamente moviendo su boca estás acabada, sabes que largarse no quiero escucharte.

El gerente le tiro el lapicero y ella lo esquivo, apretó sus dientes y lo miro

— Muy bien entonces págueme los días que trabaje

— pagarte, sabes cuanto cuesta los zapatos del presidente.

—solo le cayó un poco de agua y por eso me descuenta mi paga

— ja, si, solo por eso

Los ojos de Alicia se enfriaron, el gerente se sobresaltó, la mirada de la mujer se parecía mucho a la de ese hombre.

— muy bien, sin embargo, le diré algo, si no es capaz de proteger por lo menos a sus trabajadores este lugar terminará rápidamente, ya que tampoco podrá proteger a sus invitados además...

Ella recogió el lapicero y se acercó al escritorio del gerente y puso el lapicero suavemente en el escritorio, su voz era fría y enviaba una sensación de peligro.

— debe aprender a respetar, terminará ofendiendo a alguien importante.

Alicia puso su espalda rectamente y salió con paso firme del club, cuando se subió el bus, toda su presencia se cayó, sus lágrimas corrieron por sus mejillas, se quitó los lentes y seco las grimas, pero estas no pararon.

"Si tan solo mi mamá estuviera aquí, no me hubiera pasado esto, por lo menos las dos pensaríamos en soluciones, ella me daría fuerzas, pero, ya no está, me dejo sola en este mundo tan cruel"