El Hijo De Mi Mejor Amigo..

CAPITULO 6

SOLEDAD

Estoy acostumbrada a que las guardias sean algo pesadas, sin embargo, siento que los últimos días fueron más difíciles de lo habitual. Tal vez, sólo tal vez Mauricio y Antonia tengan razón y deba tomarme unos días para despejar mi mente.

-Doctora Roca, la buscan en mesa de entrada –

Algo aturdida por las horas de sueño adeudadas, logro captar las palabras de Lucia, quien es una joven enfermera una joven enfermera de veintiun años ,quien empezó a trabajar en el hospital hace tan sólo un mes. Para ser honesta me cae muy bien y es por ello que la tomé  “bajo mi ala” ya que ,ella siempre quiso incursionar en el área de pediatría pero para ello necesitaba de la autorización de un médico sin embargo recibió una rotunda negativa de todos a los que preguntó ,ya que al verla

tan joven y delicada pensaron que “de seguro no está lo suficientemente cualificada para hacer un trabajo tan pesado cómo estar en la UCI ". JAJAJAAJJA ,pero ¿qué se puede esperar de ellos?, ya que si bien en los tiempos actuales las mujeres hemos conseguido que se nos escuche un poco más ,el campo de la salud sigue siendo tan salvaje y competitivo como lo fue siempre , con los hombres ocupando la mayoría de los altos cargos ,mientras que las pocas mujeres que logran posicionarse junto con ellos no quieren mostrar “empatía" hacia las de más porque según ellas , de hacerlo , estarían dando pié a que sus colegas las tachen de “débiles” o peor aún "maternales" ,como si maternal fuera un castigo divino .¡Ja! Ahora pregunto yo ¿cuándo la amabilidad y empatía se convirtió en sinónimo de debilidad?. Esto es algo que jamás entenderé y si para llegar hasta lo más alto debo pisotear a diestra y siniestra a mi propio género ¡NO GRACIAS! me quedo donde estoy .

- ¿Doctora? - pregunta nuevamente Lucía al notar mi falta de respuesta

-Perdona Lulú, si, ya voy – sacando una libreta del bolsillo de mi delantal se la extiendo y tras regalarle una sonrisa digo – estos son los datos del pacientito de la cama ocho . Tiene leucemia linfoblástica, se le realizaron ya dos trasplantes de medula ósea y si bien cada procedimiento dio buenos resultados el pequeño se deteriora un poco más con cada procedimiento -

-¿Una nueva infección quizás? -

Ahora mi sonrisa es muchísimo más amplia, ¡esta jovencita es una luz en todos los sentidos! -Eso pensamos-

-No entiendo porque me dá esto-

-Hoy me asistirás en las rondas, ya pedí permiso al jefe y me lo otorgo –

Al darme la vuelta para salir a la recepción la oigo exclamar con entusiasmo “¡GRACIAS DOC! “. Sonrío gustosa recordando que no hace mucho tiempo yo era así de enérgica y soñadora .

-Doctora ¡qué bueno que ha llegado ¡- noto a la secretaria un tanto ¿aliviada al verme?

-Teresita que te…- me quedo sin palabras al notar a un inmenso hombre acercándose hacia mí.

El traje oscuro le sienta como un guante remarcando cada musculo de su anatomía a la vez que tanto su mirada como su caminar le dan un porte de peligrosidad que me resulta muy difícil de expresar. Incapaz de apartar mis ojos de él. digo – Teresita te pido disculpas por cualquier dificultad que ese sujeto te haya ocasionado, que sepas que esta será la última vez que sucede algo como esto. Ahora si me disculpas, me ocuparé del problema yo misma- 

-Señorita Roca, de verdad me desconcierta constantemente ¿Acaso tiene la costumbre de dejar a las personas esperando por usted? - 

El sarcasmo en su voz es evidente -en realidad NO señor Lomonósov- le sigo el juego de “formalidad “”- pero, como no he pactado verlo hoy, no hallo lógica en sus palabras y muchísimo menos en su proceder-

-Por lo que sé su horario acaba de culminar hace aproximadamente diez minutos –responde, obviando mis palabras.

– Un médico jamás descansa –digo, haciendo a un lado el temor que me produce que un completo desconocido conozca mis horarios laborales .

-Creí que las mujeres sólo servían para ser enfermeras-su sarcástica sonrisa torcida me dice sin dudas que aquellas estúpidas palabras quisieron sonar a "insulto" .

Enojada ante el hecho que piense que me ofendió,respondo - Es muy ignorante al creer que me sentiré ofendida al ser llamada “enfermera” - sonrío sardónicamente-   Temo decepcionarlo una vez más con mi civilidad y templanza puesto que no me ha ofendido en lo absoluto ya que la enfermería es una profesión maravillosa y muy sacrificada. Permítame nutrir un poco su cerebro ,ya que, teniendo en cuenta tales palabras ,se vé que le falta algo de nutrición. Los enfermeros y enfermeras son quienes están constantemente al lado de los pacientes, cuidándolos y atendiendo sus necesidades, calmando no sólo su dolor físico sino también el emocional. Mientras que los médicos nos dedicamos al diagnóstico y seguimiento temporal de los enfermos-

Su mirada puesta en mí parece querer traspasar mi alma - la invito a desayunar espeta de pronto.

¿Acaso este hombre tiene la capacidad de ignorar por completo mis palabras? -en una hora más saldré- respondo sin ánimos de continuar con este ridículo monologo, ya que “hablar con él” es lo mismo que hacerlo con una pared.

-No demore, la estaré esperando en la cafetería de la esquina –

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

DOS HORAS DESPUES 

Apenas ingreso al local el fuerte aroma a café  golpea mis narinas con tal ímpetu que consigue despertarme del todo ¡ahhh!, me hacía tanta falta salir por un café que ignoro por completo que unos poderosos ojos marrones parecen martillarme la nuca. Tras hacer mi pedido me volteo para ver dónde está ubicado Lomonosov , sólo tardo un segundo en hallarlo ya que su altura no es algo que pase desapercibida, pero al hacerlo me topo con una expresión gélida en su rostro , elevando los ojos al cielo murmuro -¿Qué mierda hice ahora?..-