El funeral ...

CAPITULO 1

SOLEDAD...

Siento como las gotas caen sobre mi cuerpo a la vez que mis ojos se centran en las ruedas de metal que van dejando su huella en el húmedo pasto. No puedo creer que esté repitiendo el mismo camino que recorrí hace tan solo unas semanas cuando mi amado padre murió ; Sin embargo el destino es cruel y la vida se basa en perder y perder  .

Elevo la mirada hacia la lúgubre caja de madera pulida que lleva el cuerpo inerte de mi amado amigo , no logro contener las lagrimas que pujan por salir de mis ya inflamados ojos ; El dolor es tan grande que consigue adormecer mis extremidades y mi cerebro , pienso por momentos que todo esto es sólo un mal sueño del cuál despertaré riendo y me encontraré con Alberto para tomar un café en nuestra tienda favorita mientras hablamos de lo ajetreado de nuestro  día .

-Señorita Roca ya hemos llegado a la parcela –

-OH!!!, discúlpeme – susurro ,dándome cuenta de que sin querer aferraba con fuerzas el barandal de acero que transportaba el féretro , algo avergonzada lo suelto y escucho al pastor decir .

-“Querido hermanos ,hoy es un día triste pero a la vez lleno de gozo ya que nuestro querido hermano Alberto Santorini parte a los brazos de nuestro amado Padre ,sabiendo que vivió una vida larga ,llena de amor, alegría y amistad..-

Poco a poco las palabras se desvanecen en mi mente y pienso “ setenta y cuatro años no son muchos ” , me rio para mis adentros imaginándome qué diría mi buen amigo en momentos cómo este, tal vez sería algo como “Es mejor haber vivido poco y morir con dignidad que llegar a los noventa y tanto usando pañales ” , ¡Si ¡ definitivamente sería algo como eso -Jajajajjajajajajaaajajaj- no me percato de que mi risa hace eco ,incluso en aquel espacio abierto y los pocos dolientes me miran con asombro y evidente desagrado .

-¡’irrespetuosa! – dirijo mi vista hacia mi derecha y veo a una mujer de unos sesenta años con el seño fruncido y mirada reprobatoria. 

-Discúlpeme – respondo con rapidez para a continuación salir corriendo rumbo a los baños ya que las risas no paran de brotar de mis labios. ¿Acaso me he vuelto completamente loca? , hasta hace solo unos segundos me creía incapaz de poder continuar sin Alberto pero ahora mismo río como una mujer que ha perdido la cordura.

Tras lo que me parece una eternidad consigo calmarme lo suficiente como para volver a salir ,pero grande es mi sorpresa al notar   que sólo el pastor  está junto a la tumba .

-Lamento  tu perdida Sole–

-Yo más , pero lo que mas siento es que las personas sean tan desconsideradas como para irse tan rápido ,jajajajajajaja..Pensar que mientras Alberto vivía siempre había gente a su alrededor y todo por que siempre buscaban algún tipo de ayuda económica . El juraba que era por éso que las personas se le acercaban, mientras que yo le refutaba siempre aquella idea diciéndole que ellos lo visitaban a menudo porque lo querían verdaderamente ya que era un buen hombre con un corazón hermoso y dadivoso ..¡QUE ERRADA Estuve ¡ - tras secarme las pocas lagrimas con un pañuelo de tela ,agrego – Me alegra que no haya vivido lo suficiente como para saber que siempre tuvo razón-

- Soledad, creo que Alberto siempre supo que tenía razón ,solamente que no quería decírtelo porque no deseaba que perdieras la fe en la humanidad-

-Quizás tengas  razón Pablo ya que Alberto siempre me protegió de todo y más aún después de la muerte de mi amado padre –

-Sabes que te amaba como a una hija-

-Lo sé- respondo ,sin apartar la vista del montículo de tierra húmeda que cubre el cuerpo de la ultima persona que tenía en este mundo .

-Tengo que irme ya ,Sole …Espero verte el domingo en la reunión, ya que haremos algo especial por Alberto –

-Allí estaré pastor y de nuevo gracias por todo –

-Nada que agradecer, sabes que quise mucho al hermano –

Tras despedirme del pastor ,me arrodillo en el suelo húmedo sin importarme el ensuciar mis vaqueros con la tierra ,lo único que anhelo con toda el alma es poder fundirme con aquel hombre, recostarme por última vez en su hombro para poder sentir su calidez y cariño, un cariño que sólo él me sabía proporcionar .

Debo haber estado mucho tiempo en cuclillas puesto que siento las piernas algo adormecidas y cuando por fin empiezan a responderme ,escucho tras mío.

-¡Así que era cierto que el bastardo murió! 

Nunca olvidaré aquella gruesa y potente voz que rompió el silencio ceremonioso de aquel lugar ,consiguiendo no sólo que me enojara hasta niveles estratosféricos, sino que logró erizar cada vello de mi cuerpo .

Me giré con la indignación instalada en mi rostro y tras verlo de pie frente a mí ,me quedé helada ante aquella mirada ...

-¡POR DIOS! – tras respirar un segundo - Tienes sus ojos …-

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