La historia se centra en 12 personajes que descubren que poseen poderes especiales y que son la clave para salvar al mundo. Estos personajes tienen que aprender a controlar sus poderes y luchar contra fuerzas oscuras. La historia se desarrolla en el marco de "La Sociedad de Poder", donde los personajes deben enfrentarse a diversos desafíos y peligros.
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5. Segunda Oportunidad
ESCORPIO:
Tras una extenuante carrera de varios minutos, por fin llegamos a la casa. La presencia de Acuario y Piscis afuera no me sorprendió, pero sus rostros, con una expresión oscura y penetrante, sí me inquietaron; parecía que habían presenciado algo terrible.
Ofiuco, sin darme oportunidad de preguntar, empujó a Acuario y Piscis y entró corriendo a la casa, jadeante. Las dos chicas permanecieron con la mirada fija en el suelo, rehusándose a establecer contacto visual.
—¿Qué ocurre?—Virgo preguntó en voz baja.—¿Acaso...?
—Temo que hemos llegado demasiado tarde.—Acuario susurró, la voz quebrada por la conmoción—¡Intentamos reanimarlo, pero sin éxito!
La noticia me heló la sangre. El abuelo había sido una figura fundamental en mi vida. Conocí a Ofiuco hace muchos años, y el abuelo siempre me había tratado como a un nieto más, cuidándome y amándome.
Imposible...
Esto tenía que ser una broma...
Sollozos desde el interior me llevaron a la cocina. Ofiuco estaba arrodillado, con la cara oculta entre las manos, llorando desconsoladamente junto al cuerpo sin vida de su abuelo. Me arrodillé para abrazarlo en silencio, mientras Capricornio le tomaba el pulso al abuelo. De pronto, Capricornio se quedó inmóvil, mirándonos con una expresión sombría y negando lentamente con la cabeza.
—Si tan solo hubiera entrado sin dudarlo.—Acuario susurró—Mi miedo nos costó la vida del abuelo de Ofiuco.
—No, esta bien.—Ofiuco, abrazándome con fuerza, susurró—El abuelo sacrificó su vida para salvarnos; no es culpa de nadie.
El chico se separó de mí, llevándose una mano al pecho.
—Aun así, me duele mucho el corazón.—Susurró, con la voz quebrada—Aún necesito a mi abuelito.
El miedo y la desesperación me oprimían. No podía creer lo que estaba sucediendo; me negaba a aceptarlo.
—Me quedé solo.—Ofiuco susurró, ocultando el rostro entre las palmas—Mamá, papá, abuelita...No tenía más familia menos el. ¡Prometió estar conmigo! ¡No puede dejarme!
—¡Ojalá hubiéramos llegado antes!—Arrepentido, susurré con la mirada baja—¡Lamento que nos atacaran! ¡Desearía tener una segunda oportunidad para cambiar las cosas y que el abuelo estuviera bien!
Triste, miré el suelo. De pronto, algo llamó nuestra atención: el abuelo, antes pálido, había recobrado el color. Su pecho se movía con cada respiración, hasta que se incorporó de golpe, mirándonos con confusión.
—¿Ah?—Confundido, pregunté mientras los demás permanecían boquiabiertos.
Me levanté de golpe, horrorizado, escondiéndome tras Aries. Ofiuco, en shock, se abalanzó sobre el abuelo abrazándolo fuertemente.
—Ofiuco, ¡con cuidado! No quiero morir de nuevo.—Se lo pidió a su nieto.
—Abuelo, creí que te habías ido para siempre.—Ofiuco, abrazando con más fuerza a su abuelo, sollozó.
—Nunca te dejaría solo, pequeño, menos ahora.—Lo tranquilizó acariciándole la espalda.
El abuelo nos miró, deteniéndose en mí durante largos segundos, como escudriñando mi alma. Me sentí incómodo, pero mantuve su mirada. Luego sonrió, como si la muerte y la resurrección fueran algo habitual para él.
—Interesante poder, Escorpio—Exclamó, sin apartar la mirada de mí—¡Eres idéntico a tu abuelo!
—¿Perdón?—Pregunté, aún más confundido que antes.
—Virgo preguntó, confundido.—Virgo preguntó, confundido.
—Lo estaba, pero gracias al poder de Escorpio, estoy bien.—Aclaró.
—¿El poder de Escorpio?—Ofiuco susurró, sorprendido y aliviado a la vez.
—¡Tu superpoder es la segunda oportunidad!—Comentó el viejo.
—¿Qué es la segunda oportunidad?—Objetó Tauro.
—Les explicaré todo más tarde.—Nos tranquilizó, se puso de pie y se quitó la suciedad de la ropa.
—Bien, primero, las presentaciones.—Ofiuco sonrió, secándose las lágrimas—Me llamo Ofiuco, y él es mi abuelo, Sao.
—¿Sao? Qué nombre tan raro.—Piscis observó, con una ceja levantada.
—Hermano, respeta un poco.—Capricornio susurró, lanzándole al abuelo una mirada de disculpa.
—No es necesario que se disculpen.—Ofiuco exclamó riendo—Sao es el primero en reconocer que su nombre es inusual.
—Mi nombre es parcialmente de origen japonés.—El anciano explicó, encogiéndose de hombros—Mi familia iba a llamarme "Nao", pero mi abuelo pidió que me llamaran "Sao".
—"Nao" es el nombre original, y significa "hombre de corazón honesto".—Continuó Ofiuco—Simplemente cambiaron la N por la S en "Nao", creando un nombre sin significado.
—Aun así, sigo siendo un hombre de corazón honesto.—Chacotió el anciano.
—¡Asi que...!—Atrevió Géminis—¿Qué está sucediendo?
—¡Tienes habilidades especiales!—Sao explicó con total naturalidad.
—¿Podría ser más específico?—Le pregunté con el ceño fruncido.
—Es demasiado peligroso que lo haga yo, ya que me están vigilando.—Él se disculpa.
—¿"Ellos"? ¿Se refiere a los hombres que nos atacaron?—Interrogó Sagitario.
—¡Si!—Admitió Ofiuco.—¡Hablar de esto ahora sería peligroso para todos!
—¡Sin embargo...!—Sao guardó silencio unos segundos—Intentaré darles un resumen de lo sucedido, aunque solo sea una pequeña parte de todo lo que ha pasado.
El abuelo, visiblemente concentrado, se llevó una mano a la barbilla. Luego, sonrió y comenzó a hablar.
—Los poderes se heredan de generación en generación, pasando de padres a hijos. Cada familia posee un poder único que la distingue, una fuerza o fortaleza particular.
Guardó silencio, dándonos tiempo para procesar su información. Lo agradecí, pues mi mente luchaba por comprenderlo todo.
—Mi poder, y el de mis hijos, al igual que el de Ofiuco, es la creación.—Comentó.
—¡Ah, por eso apareció una espada en su mano en medio del combate!—Libra, comprendiendo al fin, exclamó.
—Un momento.—Cáncer nos interceptó—La reciente creación de una cuerda por Tauro, ¿le otorga también el poder de la creación? ¿Pertenece a nuestra familia?
—No del todo.—El abuelo, pensativo, negó con la cabeza y se acarició la barbilla, evitando la mirada—Esos poderes son completamente diferentes—Leo confundido, susurró.
—Tienes razón, pero también no.—Prosiguió Ofiuco—La unión de alguien con el poder del aire y otro con el poder del agua podría resultar en un bebé con el poder del hielo, al mezclarse sus habilidades.
—En resumen, el agua a altas temperaturas se convierte en hielo. Dado que el aire es frío y potente, su combinación con agua podría producir hielo.—Concluyó Sao—No se preocupen si no lo entienden, es un concepto complejo que me ha tomado años comprender y aceptar.
Asentimos, mi mente a mil. ¿Cómo era posible? Tras 17 años creyendo que los poderes no existían, solo la experiencia reciente me hace creerlo.
—No se preocupen si aún no dominan sus poderes.—Siguió el anciano—Sé que en situaciones peligrosas, lo primero que piensan es usar sus poderes para salvarse. Pero a veces, son inútiles. Recuerden, la verdadera fuerza reside en el corazón, la determinación y el deseo de ayudar a los demás.
—Ya es suficiente, abuelo.—Ofiuco se lo recordó—¡Usen estos relojes para comunicarse!
Ofiuco hizo aparecer catorce relojes sobre la mesa de la cocina. Se puso uno, le dio uno a su abuelo, y yo, con recelo, me puse el mío. Parecía un reloj normal, pero eso no calmó mi inquietud.