Ahora Soy Una Maga Sanadora

Todo parecía ser un día normal en la mansión, hasta que se anunció la llegada del mago.

Jay: jefe, el mago del templo, quiere verlo

Robert: que pase…

Jay: solicita que este también Lady Susan

Robert: avísale entonces…

Susan había estado ayudando en la cocina, haciendo galletas para la hija pequeña de una de las muchachas que trabajaba como en la lavandería de la mansión, por lo que se presento en la oficina, con algo de harina en la ropa y un delantal en el faldón del vestido…

El mago estaba conversando con el conde, acerca del clima de la Gran Isla, cuando entro Susan…

Susan inmediatamente sonrío y abrazo al mago quien acaricio suavemente su cabello y quito un poco de harina de su rostro…

Mago: ¿Cómo estás?

Susan: Muy bien, ¿Cómo esta todo en el templo? Regaron las coles… por cierto…

El conde quien se sintió ignorado y aclaro su garganta, llamando la atención de ambos…

Robert: cuénteme mago, a que vino…

Mago: tiene que firmar unos documentos, por recibir el apoyo del templo

Robert: bien… démelos…

El mago entrego las hojas y continúo hablando con Susan…

Mago: ¿Dónde estabas?

Susan: en la cocina

Robert sintió la mirada del mago, pero no dijo nada, ni siquiera él sabia que ella estaba allí, en ese momento pensó que no sabía que, hacia ella, cuando estaba en la mansión.

Mago: ¿te gusto la gran isla?

Susan: no he salido de la mansión…

Mago: ¿Cómo?

Susan: solo vi el puerto, el día que llegué…

Nuevamente, el conde sintió la mirada del mago, y tampoco dijo nada… él no la tenía retenida en la mansión…

Mago: bien, mas tarde iremos a conocer…

Susan: por supuesto… me iré a cambiar…

Jay quien entro a la oficina, cuando vio salir a Susan, saludo al mago…

Jay: señor mago, se quedará a almorzar…

Mago: si por favor…

Jay: bien, avisare… permiso…

El clima cordial inicial de la conversación entre Robert y el mago, había desaparecido y ahora solo se miraban indiferentes.

Minutos después les avisaron que el almuerzo estaba servido… le indicaron el asiento al mago, quien miraba la mesa y al conde y alternando la mirada… Jay creyó entender, por lo que respondió…

Jay: Lady Susan almuerza en la cocina…

Esta vez, el mago no disimulo en mirar al conde, quien empezó a incomodarse…

Mago: veo que una de sus piernas tiene mejor estabilidad, conde…

Jay: si la pierna derecha

Robert: asi es…

Mago: usted…

Susan entro al comedor, y el rostro del mago se suavizo.

Susan: Estoy lista… ese cuadro es hermoso…

Jay: si, dicen que refleja los cinco elementos

Mago: ¿no lo habías visto?

Susan: no, no había entrado aquí… es realmente hermoso…

El Mago volteo su rostro hacia el mago, quien mantuvo su mirada…

[no es mi culpa, si ella no recorre el lugar donde vive]

Mago: ¿Por qué estas tan abrigada?

Susan puso su mano sobre la del mago…

Susan: el agua estaba fría… pero, ya se me va a pasar… afuera hay un hermoso sol…

Mago: ¿en que piso esta tu habitación?

Susan: en el segundo, al fondo…

Era conocido por todos, que, por el elemento del conde, en el tercer piso de su mansión tenía cristales, que podían cambiar la temperatura del agua.

Nuevamente, el mago miró al conde, quien esta vez, bajo su mirada…

[bueno, eso no lo sabía, no tendría por qué saber, donde duermen todos en la mansión]

Mago: Susan, porque no me esperas afuera, recogeré unos documentos y nos vamos, asi me voy directo después al puerto…

Susan: claro…

Susan salió y se sentó cerca de la pequeña laguna… ajena completamente a la situación en el comedor.

Mago: Conde Kelly, ¿podemos hablar?

Conde: si es por las condiciones de…

Mago: hoy mismo le escribiré a lady Ariadne, espero que, esta misma semana, Susan vuelva al templo…

El conde parpadeo… varias veces… y no sabia realmente que responder…

Jay: señor mago, no es necesario…

Mago: Lady Susan, no tiene una familia que la respalde, ni ha vivido rodeada de las comodidades a los que ustedes están acostumbrados, pero cuenta con todo el apoyo y respaldo del templo, ya que a pesar de todo y de lo joven que es… es una de la magas de sanación mas talentosas, que he conocido, estoy seguro, que cuando se sepa, todo lo que ella puede hacer, estará rodeada de personas que valoren y aprecien sus habilidades… por lo que no necesita estar aquí…

Conde: mi hermano me dijo, que estaría aquí hasta que terminaran el asilo… y por lo que sé…

Mago: ¿usted cree que los Kelly pueden ser sus únicos jefes? Esta misma noche, ella podría estar en viaje al imperio o al reino de oriente, con todo su poder…

Conde: mago…

Mago: lo hablare con ella, si ella acepta hoy día mismo nos iríamos… solo le aviso conde… ahora permiso… que me espera…

El conde salió y se encontró con Susan, salieron a conocer la Gran Isla, y ella quedo maravillada con el lugar… durante el viaje, el mago le dijo que podía volver hoy mismo al templo, pero ella eligió quedarse…

Susan: usted me dijo, que, si puede con el conde Robert, podre con cualquier paciente, si que me esforzare…

Mago: pero, si no te sientes bien, en la mansión o si quieres volver, no te sientes que sentir ninguna obligación con él…

Susan: está bien… le agradezco…

Mientras ellos paseaban, el conde se encontraba molesto en su oficina…

[es la primera vez, en años, que noto una mejoría en mis piernas, no puedo permitir que el mago se la lleve… cuando el mundo conozca su talento, no volverá aquí nunca más… no se puede ir… ¡maldición! Me he convertido en alguien egoísta y manipulador, es que nunca me permití imaginar que alguna vez podría sanar, nunca quise ilusionarme, ni codiciar mas de lo que tenía… pero ahora… ¡maldición!]