MI SEGUNDA OPORTUNIDAD PARA ESTAR CON ELLA.

Amigo yo creo que esa niña solo está buscando una cita con el grandioso Augustus Odell.

- Yo también lo creo, que mujer descarada - La rubia no pierde tiempo en meter cizaña también.

- Bueno al menos ella dio la cara de frente y no como otras que se coló en algo a lo que no fue invitada.

- ¿Lo dices por mi? Yo vine a acompañar a mi mejor amiga.

- Desde el vuelo he incluso todo el tiempo has estado detrás de mi dejando a "Tu mejor amiga" sola todo el tiempo. Mira no me gustas y no quiero nada contigo si vuelves a meterte en mi habitación te sacaré a la fuerza. ¿Quedó claro preciosa?

La rubia estaba roja de la vergüenza y la furia, tanto así le dolió su declaración que salió corriendo del lugar seguida por su amiga.

- Te pasaste Gus.

- Esto es tu culpa Eric, ya sabías que no quería nada con nadie y traes a una acosadora que ni al baño me dejaba ir solo.

- Cinthia es una buena chica y ha estado enamorada de ti por años, además es la mejor amiga de mi novia. Podrías ser más amable con ella.

- Eric no estoy interesado, no la quiero a mi lado y me vale que sea amiga de tu amada Ronda.

- Eres un idiota.

Eric se va del lugar dejando solo a Emiliano quien no le quita los ojos de encima a las dos chicas que también se van.

- De verdad son muy parecidas en lo físico, pero en lo personal son muy diferentes. Una es tímida mientras la otra es osada.. Esos ojos sin dudas yo los he visto antes.

Al regresar a mi habitación Eric y las dos mujeres ya no estaban. Creo que me comporte como un imbécil está vez, pero nunca más permitiré que una mujer me manipule.

Anaís fue la mujer más malvada que nunca conocí incluso más despiadada que mi madre. Esa perra sin corazón mató a mi hija al igual que innumerables personas más sin dudarlo, no importa que, jamás dejaré que otra víbora como esa me maneje a su antojo y voluntad.

Incluso si mi decisión hace que me quedé solo, si mis amigos me dan la espalda por no dejarme y ayudarlos a que les cumplan los caprichos a sus mujercita interesadas.

Ya no soy un perro fiel que sigue órdenes, ahora soy el que las da y eso me encanta..

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Esa noche antes de partir Emiliano baja a tomarse un último trago al bar cuando se cruza con Saray quien está con un libro y un café..

- Hola.

Ella lo ignora mientras sigue perdida en su lectura. Emiliano golpea la mesa con la punta de sus dedos, llamando su atención. Saray levanta la vista para encontrarse con la de él.

- Oh me estabas hablando..

- Si bonita.

- Perdón no te escuche.

- Ese debe ser un excelente libro.

- O tú eres alguien que no es de mi agrado.

Emiliano arregla su saco con algo de carisma.. Pero ella no parece interesada en lo más mínimo.

- ¿Estas sola?

- Estoy esperando a mi prima y mi amigo.

- Justo a tú prima estaba buscando.

- Bueno mira allá viene ella. Buenas tardes.

Bárbara se apresura a llegar al lado de los dos.

- Prima Alex te pide subir a ayudarlo con la corbata.

- bien.

Emiliano la ve marcharse y algo dentro de él comienza a molestarle.

- ¿Me considera ese café? o prefiere que sea una copa.

- Lo siento, pero ya estoy de salida algo pasó y necesito volver de inmediato. Aun así creo que yo también la reconozco ¿Aceptaría ser mi compañera en el próximo banquete que hace mi familia?

- Claro que si acepto, yo no soy de aquí y no conozco a nadie. Me aburro mucho en casa.

- Aquí está la invitación.

- ¿No irás por mí?

- ¿Sabes quien soy?

- Alguien muy maleducado por lo que veo. Responder una pregunta con otra pregunta deja mucho que pensar. No sé quien eres y no sé si quiero saberlo a simple vista grutas ser un niño mimado con dinero. Pero yo también tengo dinero así que no me impresionó fácil.

- Ja Ja ja Está bien te paso a buscar.

- Bien te enviaré mi dirección si me das tu número.

Esta chica sin duda tiene algo particular, no es empalagosa como las demás, tampoco actúa dulce solo para llamar mi atención, necesito saber si es ella la niña de aquella noche. Su personalidad y sus ojos encajan a la perfección.

- Aquí tienes. No abuses llamando por nada importante.

- Ja ni que fueras el último hombre sobre la faz de la tierra. Nos vemos.

Más tarde esa misma noche Emiliano llegaba agotado a su departamento. Tenía muchas llamadas de su madre. A pesar de todo el amor que sus padres le daban él no se sentía cómodo. Así que prefería ser distante.