El Paraíso De Adán

Cuando baje las escaleras ahi estaba ana que me pidio que la siguiera, caminamos derecho hacia el comedor en donde habia visto por primera vez a mi recien esposo, en ese momento no podia despegar mis ojos de el y su magnifica belleza, ahora no quería ni verlo, el me habia visto desnuda dios sentia tanta verguenza, eramos esposos y sabia que tendríamos que consumar nuestro matrimonio en cualquier momento y eso me ponia mas nerviosa aun, no podia dejar de pensar en el ridiculo que habia hecho hoy, tenia que comportarme por dios, yo Evangeline Rosset que habia sido educada para fingir Calma Elegancia y perfección habia actuado como una niña tonta cuando lo que tenia que hacer era fingir, poner la mascara de perfección que habia practicado toda mi vida y entonces todo seguiría su curso.

Llegamos al comedor y ahi estaba Adán tan precioso como siempre, llevaba una camisa casual Azul y unos pantalones negros, se veia tranquilo relajado y extremadamente precioso, aparte mi vista de el y me sente en mi puesto al otro lado de la mesa cuando el levanto el rostro y me miro en silencio, la cena fue servida y comenzamos a comer, sus ojos no se despegaban de mi, sentía los nervios en mi interior pero no hice nada, solo fingi que todo estaba bien, comi en silencio y cuando termine tome mas vino, el vino que servian en la cena era una delicia, el sabor a uvas predominaba y eclipsaba el paladar, tome copa tras copa mientras Adán comía cada vez mas lentamente, pero cuando iba a terminar de comer este hombre, parecia que alargaba cada vez mas la cena.

- Eva mañana tendre un Evento importante, uno de mis socios estara presentando un importante proyecto, iras conmigo, mañana una limusina estara aqui buscandote a las 4 pm, esta lista a esa hora.

- Esta bien.- El lugar quedo en silencio de nuevo y el siguio comiendo los restos del filete eterno que nunca se acaba, yo segui tomando vino, ya ni sabia cuantas copas de vino habia tomado, era delicioso y me sentia flotando en una nube cuando Adan al fin termino, vinieron y retiraron nuestros platos, Adan se levanto de su asiento y camino hacia a mi, estiro su mano y me miro, con aquellos ojos felinos.- Vamos esposa.

Tome su mano y me levante, tome lo ultimo que habia en mi copa y lo deje en la mesa, el jalo mi mano y comenzo a llevarme fuera del comedor, hoy era lunes asi que sabia que debia dormir con el, mis ojos escaneando todo, en esta mansion todo era muy parecido a la principal, subimos unas escaleras y caminamos por un pasillo, solo habia una puerta al final del pasillo y cuando entramos habia una cama grande con sabanas de seda dorada, dos mesitas a los lados y una lampara blanca con detalles de flores doradas, habia dos puertas en la pared del lado derecho y un balcon al final de la habitación, Adán solto mi mano y camine hacia el balcón cuando sali la brisa acaricio mi cabello, la vista era preciosa, se veia el bosque y a lo lejos había un lago, el agua del lago reflejaba el cielo estrellado, esto si era el paraiso, Adan llego a mi lado y me ofreció una copa la tome y bebí, el sabor de las fresas predominaba en este vino, era dulce y delicioso, Adan se quedo a mi lado, los dos solo viendo hacia el lago, creo que este es el momento mas largo que habia compartido con Adan, el tiempo pasaba y mi copa era rellenada por Adan, ya no sabia cuantas copas habia tomado o cuanto tiempo llevábamos aqui, mis ojos se posaron en Adán, como podia un hombre ser tan hermoso diablos, sus labios se veian rosados y mojados con el vino, comence a preguntarme a que sabran sus labios, que se sentiría besar a Adán, sus labios se veían tan rosados, tan apetecibles, quería besarlo, no se en que momento mi rostro se acerco al suyo, el poso su mirada en mi y miro mis labios, un susurro salio de sus labios.- Que haces Eva.

Yo solo me quede ahi mirándolo, tan cerca pero tan lejos, Adan se alejo tomo mis manos y las beso.- Vamos a dormir Eva.- Jalo mi mano y me llevo adentro, mis pasos eran torpes, estaba ebria y solo podia pensar en que queria besarlo, tenia 20 años y nunca habia besado a nadie, hace mucho tiempo me habia gustado un chico, habiamos sido amigos, crei que le gustaba y termino casándose con mi prima, desde su boda no lo habia visto mas y lo agradecía, nunca le dije que el me gustaba y gracias a dios no lo hice, pero sabia que mi prima lo sabia y por eso se habia casado con el, estaba obsesionada con quitarme todo lo que tenia, siempre quise saber porque me odiaba, nunca lo entendi, mi abuela siempre me decia que era por mi dulzura y inteligencia, nunca lo crei, ella tambien fue una niña dulce y inteligente, siempre tuvo todo lo que quería, entonces por que su odio, bueno ya era una perdida de tiempo seguir pensándolo.

Senti las manos de Adán deshaciendo de mi ropa, mi vestido cayendo al suelo, sus ojos escaneando todo mi cuerpo, mis mejillas se calentaron y me voltee rápidamente.- Porque me miras asi Adán.

El se quedo en silencio, escuche sus pasos acercándose a mi.- Has leido las reglas Evangeline?

- Si yo... Las he leido pero... Son muchas no he podido terminar, pero mañana lo hare, te lo prometo.

Su cuerpo se pego al mio, mi piel erizandose al tacto de sus manos tomando mis brazos a cada lado.- No puedes llamarme por mi nombre Eva, soy tu amo, tu señor.

- Pero... Yo no soy tu sirvienta, soy tu esposa, porque no puedo llamarte por tu nombre.- Sus manos apretaron mis brazos, pegándome aun mas a el, sus palabras se escucharon como un susurro en mi odio.- Eres mia Eva, te hicieron para mi, como un regalo divino, haras lo que yo diga y me llamaras como yo lo diga, tus padres te obsequiaron para mi como un juguete, seras lo que yo diga que seas y haras lo que yo pida que hagas, ahora eres mia, fuiste criada para ser mi esposa, La señora Krimett y mi juguete personal, de ahora en Adelante mientras estemos en el paraiso me llamaras amo y haras todo lo que yo pida, lo comprendes?

Sus palabras se habian filtrado en mi como un cuchillo clavado en mi pecho, dejándome sangrando, el tenia razon, mis padres me habian regalado a el, nisiquiera se habian dignado a llamarme por lo menos para saber si estaba bien, me habian dejado a mi suerte, una cosa estaba clara, jamas les importe y ahora estaba aqui como la esposa trofeo de Adán Krimett, yo no era nadie y no tenia nada.

Lo entiendes Eva? O debo repetirlo.

- Si lo entiendo... Amo.

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- Buena niña, ahora a dormir.

Sus manos me soltaron y senti que volvía a respirar de nuevo, me acerque a la cama y me acoste, me tape con las sabanas y cerre mis ojos, la oscuridad era un regalo para mi vida, tan vacia y solitaria como siempre lo habia sido.