Samira, una joven y apasionada estudiante de literatura, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente en un instante. Un viaje a las Vegas y una traición amorosa, la lleva a casarse con Frederick, un poderoso abogado y jefe de la mafia, conocido por su frialdad y determinación.
Al principio, Samira se resiste a aceptar su nueva realidad, pero a medida que conoce a Frederick, descubre un lado oculto de él que la hace cuestionar todo. A pesar de los peligros que conlleva estar cerca de él, Samira comienza a sentir una atracción irresistible hacia Frederick.
Sin embargo, su amor no será fácil. Terceros en discordia, incluyendo rivales de la mafia y personas del pasado de Frederick, intentarán separarlos por todos los medios. ¿Podrá Samira superar sus miedos y confiar en Frederick lo suficiente como para estar juntos? ¿O la oscuridad que rodea su mundo los separará para siempre?
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Cap 7 - ¿Él te gusta?
Samira …
Al llegar a mí casa, subo rápidamente las escaleras para que nadie me viera, pero al llegar a mí habitación, mí hermano Simón estaba sentado en mí cama esperándome
¿Cómo sabía que vendría ahora? ¿O pensaba quedarse toda la tarde en mí habitación esperandome?
— ¿Qué haces aquí? — le pregunto cuando entro y lo veo
— Ahora mismo me explicarás todo lo que te está pasando, sino me veré en la obligación de hablar con nuestros padres — me dice él muy tranquilo aún sentado en mí cama
— No le digas nada a nuestros padres, ellos aún no pueden saber lo que nos pasó en las Vegas — digo asustada para que él no abra la boca con ellos
— Entonces empieza contándome todo, necesito entender que fue lo que pasó hoy — dice con tono de enojo en su voz
Yo respire profundamente, caminé hacía él y me senté a su lado
— ¿Qué quieres que te diga? ¿Camil no te lo ha contado? — le pregunto, por qué de seguro Camil ya le dijo quién era ese hombre
— Camil solo me contó lo justo y lo necesario, solo que ese hombre es con el que te casaste en las Vegas y dijo algo que supuestamente vino por ti, que te quiere con él y que se negó a darte el divorcio — me dice él
— Eso es todo, ¿qué más quieres saber? — le pregunto, ya que lo más importante ya lo sabe
— Todo Samira, ¿cuando llegó? ¿Por qué no te quiere dar el divorcio? ¿Dónde fuiste hoy con él? — comienza con sus preguntas
— No se cuando llegó, yo recién ayer en la mañana lo vi. Se negó a darme el divorcio, dice que yo soy la mujer que él quiere a su lado y que no me dará el divorcio, quiere que me vaya con él a las Vegas y por supuesto me negué. Y hoy solo me llevó a almorzar — le respondo a sus preguntas
— ¿Quién es? ¿Por qué anda con tantos guardias encima? ¿De qué trabaja? — continúa preguntando
— Se llama Frederick Ruso, es un importante abogado en las Vegas, y según él se siente seguro teniendo tanta seguridad encima — le explicó lo mismo que Frederick me dijo a mí, aunque yo tampoco me creo mucho eso
— ¿Qué piensas hacer Samira? Debes denunciarlo sino quiere darte el divorcio, no puede obligarte a estar con él si tu no quieres hacerlo — me dice con preocupación
— Lo sé, y no se que es lo que haré, no puedo denunciarlo, ya me demostró que tiene demasiado poder y la justicia no me dará bola. Me pidió que le diera unos días para conocernos, dijo que si después de conocernos aún sigo con la idea del divorcio, me lo dará — le sigo explicando
— ¿Y tú? ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres darte la oportunidad de conocerlo? ¿Él te gusta? — continúa preguntando y ya me está poniendo nerviosa con sus preguntas
— Yo…. Yo no sé lo que quiero en este momento Simón, y si, no te voy a negar que me gusta, por qué está bueno el condenado, pero no sé que hacer, no me quiero ir de Argentina y él no tiene pensado quedarse aquí — le digo con vergüenza
— ¿Que hay con Ian? Pensé que él te gustaba — me dice ahora recordándome al otro idiota
— Ni me hables de ese, me gustaba, pero con sus actitudes de últimamente conmigo, ahora lo único que siento por él es desprecio — le digo recordando como me ignoraba como si yo fuese una cualquiera
— Según él dice que te quería dar celos con esa chica y ahora que se enteró que el tipo con el que te casaste en las Vegas está aquí, está desesperado — me dice él y a mí ya no me interesa nada que sea relacionado con Ian
— Ya no me interesa Ian, esa no fue una buena forma de intentar darme celos, por qué lo que logró fue alejarme nada más, ahora ya es tarde, no quiero saber nada con él — le digo yo levantándome de la cama
— A mí tampoco me agrado su comportamiento contigo desde que salimos de las Vegas, así que sino quieres saber nada con él yo te apoyo, pero piensa bien con respecto a ese hombre, aún no lo conoces y hay algo de él que no me agrada — me dice levantándose de la cama
— Lo sé, a mí también hay algo que no me cierra en él, pero lo averiguaré — le digo yo, él se acerca, me da un beso en la frente y luego sale de mí habitación dejándome sola
Yo me tiré en la cama y suspiré de frustración, tenía miedo con respecto a Frederick, pero a la vez había algo en él que me atraía demasiado y me sentía confundida
Después de estar un rato acostada, me levanté y comencé a revisar todos los vestidos que tenía en mí guardarropas, no sabía qué usar para esta noche, me sentía ansiosa y nerviosa a la vez
Decido mandarle un mensaje a las chicas, pidiéndole ayuda y media hora después estaban acá con muchos vestidos y zapatos
— Mira todas las cosas que te trajimos, ideales para esta noche — me dice Julieta sacando todas las cosas que habían traído y esparciendolas por toda la cama
— Este, este te quedará genial — me dice Camil tomando un vestido rojo, ajustado al cuerpo y corto
— No, ninguno que sea tan provocativo, algo más decente — les digo yo negando con la cabeza
— Mmmm ¿que tal este? — me dice ahora mostrándome un vestido negro, ajustado al cuerpo pero que llegaba hasta las rodillas y no tan escotado
— Si, ese me gusta más — le digo yo
— Bien, ese será, con estos zapatos — dice mostrándome unos zapatos también en color negro con brillos
— Que emoción que hayas aceptado tener una cita con ese bombón — dice Julieta emocionada
— Yo no acepte tener una cita con él, prácticamente me obligó, ya que si yo no iba para allá, dijo que él vendría para acá y eso no puedo permitirlo, mis padres no pueden enterarse sobre él — le respondo yo
— Bueno ¿pero no sientes aunque sea una pizca de emoción por esta noche? — me pregunta con mucha intriga
— No, emoción no, solo nervios — continúo respondiendo a sus preguntas
— Hay amiga, debes admitir que ese hombre es todo un adonis, yo estaría como tú con los nervios a tope — me dice Camil ahora
— Chicas, no quiero hablar más sobre eso, lo de hoy es una simple cena y porque no me dio opción a negarme — le digo ya molesta
— Ya ya, no hablaremos más entonces — dice Camil y automáticamente me cambiaron de tema
Pasamos el resto de la tarde conversando de diferentes cosas
Una hora antes de las 7, me entre a dar un baño, me vestí con el vestido y los zapatos y las chicas me peinaron en una media cola con ondas y dos mechones de pelo que caían por mí rostro , luego me maquillaron
Les pedí a ellas que se vistieran elegante como yo así daba de excusas a mis padres que saldría con ellas, ya que no podía decir la verdad de a dónde iba
Una vez que las chicas estaban listas, las 3 bajamos a la sala donde mis padres y mis hermanos se encontraban
— Que hermosas están las 3, ¿a dónde irán? — pregunta mí madre
— Iremos a cenar aún no sabemos dónde — le respondo yo
— Bueno, pasenla lindo — dice mí madre
Las tres nos despedimos y luego salimos de la casa
Una vez afuera, subo al auto de Camil para disimular y una vez que salimos le pido que me deje en la esquina, donde ya se encontraba un auto esperándome
— Diviértete, cualquier cosa me escribes — me dice Camil antes de bajar
Yo no le respondo nada, solo me bajo, camino hacia el otro auto y me subo
Una vez arriba del auto, este arranca y salimos para donde quiera que me llevara
10 minutos después entra al estacionamiento del edificio donde está el penthouse de Frederick, lo sé por qué recuerdo el edificio de ayer de cuando me fui
Me sentía nerviosa, ¿por qué me había traído hasta acá? Pensé que cenariamos en un restaurante como al mediodía ¿Por qué tenía que ser en su penthouse?
Una vez que estacionó, me abre la puerta para que bajara y me acompaña hasta el ascensor que lleva hasta el penthouse y me hace subir
Al llegar al penthouse el ascensor se abre y veo que dentro está todo decorado con velas y pétalos de rosas que marcan el camino hasta la mesa
Comienzo a caminar por el camino de rosas hasta llegar al comedor donde Frederick me esperaba vestido con un traje negro ajustado al cuerpo que te hacian perderte en él
— Buenas tardes mí bella esposa, estás… — dice mirandome de abajo hacía arriba — Realmente hermosa — finaliza la frase que había comenzado mientras se acerca hasta mí
Yo me comencé a poner nerviosa y mí corazón comenzó a latir rápidamente, ¿Por qué este hombre me ponía de esta forma? Necesitaba disimular para que él no se diera cuenta
— Déjate de cursilerías, ¿Por qué me has traído a tu penthouse y no en un restaurante? — le pregunto alejándome de él
— ¿No te gusta la sorpresa?, preparé todo esto solo por ti, es la primera vez que hago algo así por una mujer — me dice él
— Todos los hombres son iguales, para atrapar a una mujer siempre dicen lo mismo — le digo yo irónicamente
— Yo no soy igual que los demás hombres — me dice tomándome del brazo y atrayendome hasta él — Ningún hombre que hayas conocido se compara conmigo, ni me llega a los talones — me dice enojado
— Eso lo dices tú, para mí siguen siendo todos iguales de menti… — no pude terminar la frase, ya que me tomó de la cabeza y me besó
Yo intentaba separarme de él, pero él ejercía cada vez más fuerza, impidiendo que terminara el beso
Después de unos segundos de lucha, terminé cediendo al beso y lo abracé por el cuello, profundizando el beso aún más.