Es Mi Decisión

Lizy tomó su cámara de pronto y gritó emocionada que alguien había llegado, a lo lejos se veía un hombre entrando al local y pudieron ver el cambio en la postura de Cindy Terrás, cuando le llegó a donde ella estaba inmediatamente se levantó y le dio un fuerte abrazo, a la vez que se veía como le hablaba al oído y le sonreía como si fueran dos amigos íntimos.

-¡Mira! Debe ser él con quien está casada en secreto, esta noticia me va a hacer millonaria – decía mientras veía con los binoculares

Al hombre no se le podía ver el rostro ya que estaba de espalda, pero era más alto que cualquier hombre promedio y se veía elegante.

-Ivy vamos a tomarles algunas fotos – tomó su cámara y comenzó a utilizarla rápidamente.

Por la distancia a la que estaban las imágenes se veían un poco distorsionadas.

-Vamos a entrar a ver que podemos lograr – al terminar de hablar una mano tomó a cada mujer por un hombro

Las dos mujeres miraron hacia atrás y vieron a un par de hombres vestido de negro que las obligó a ponerse de pie mientras le quitaban la cámara a Lizy, esta no pudo sino suplicarle que se la devolviera.

Sin intercambiar palabra alguna les pusieron los brazos detrás de la espalda y uno de ellos sacó su teléfono, respondió un par de palabras al interlocutor y colgó.

-Nuestro jefe quiere verlas – se las llevaron a rastras dentro del local

Pasaron por un par de pasillos y luego unas escaleras sin importarles los ruegos de las dos mujeres, Lizy había sido descubierta varias veces y le habían quitado algunas tarjetas de memoria, recibió un par de palabras duras y había sido dejada ir, pero esta vez las cosas habían sido diferentes lo que hizo que se asustara un poco.

Metieron a las dos mujeres a una sala VIP como si fueran unas prisioneras y las dejaron allí encerradas, luego de un rato la puerta se abrió y allí estaba Cindy Terrás con el hombre misterioso a su lado para luego sentarse uno al lado del otro en un mueble de la habitación.

Él cruzó las piernas de una manera despreocupada, pero su actitud se veía muy diferente daba un poco de miedo, uno de los hombres de negro le entregó la cámara y el corazón de Evangeline casi se detiene cuando lo vio a la cara, era Joshua.

Estaba vestido de una manera bastante informal, haciendo que se viera bastante freso y elegante, tenia un cigarrillo en la mano y podía ver como el humo salía despacio de su boca, ¿Cuándo había comenzado a fumar? Ella nunca lo había visto fumar.

Revisó las fotos de la cámara y un instante después miró a Evangeline con una sonrisa sarcástica.

-Señorita Fraser ayer era doctora y hoy es toda una paparazzi, que versátil puede ser – se estaba burlando claramente de ella

-¿Se conocen? – preguntó Cindy

-Si, pero no mucho – la respuesta de él hizo que el corazón de Evangeline doliera, le hacía pensar que ahora él la veía como una extraña

-¿Para que medio trabajan? – su voz sonaba helada

-Universe Press – dijo Lizy mientras temblaba

Era mejor decírselo de inmediato, ya que una persona como él podría conseguir esa información rápidamente y estaba tan asustada que casi no podía ni hablar

-Por favor deje que nos vayamos y no volveremos a hacer esto de nuevo – quería irse de allí inmediatamente y que todo fuera como un mal sueño

-Quiero que cierren inmediatamente ese medio – le ordenó Joshua a su asistente

-Por favor no haga eso, le pido perdón por la intromisión – Lizy estaba realmente asustada, si cerraban el periódico por su culpa estaría en muchos problemas

-Vamos Cindy – fueron las únicas palabras de él y ella lo siguió

Él pasó por el lado de Evangeline sin siquiera mirarla y a una distancia que ella podía sentir su aroma, ese aroma que ella había sentido tantas veces y que le traía la calidez de muchos gratos recuerdos juntos.

-¿Qué voy a hacer? Si el periódico cierra el dueño no me va a dejar en paz, me van a hacer la vida imposible – las lágrimas salían incontrolables por el rostro de Lizy y cuando su amiga la vio la tomó por la mano y lo persiguió

-Señor Allen, por favor – ella no sabia como llamarlo

-¿Qué quiere? – la miraba con tanta frialdad que sentía que la iba a congelar

-Señor Allen lamentamos mucho lo sucedido el día de hoy podría olvidar este incidente y no actuar en contra de terceros, los demás trabajadores del periódico no tienen la culpa de lo que hemos hecho – él caminó lentamente hacia las dos mujeres mirando a Evangeline directamente a los ojos

-¿Por qué habría de olvidarlo? ¿usted me está rogando? – su mirada era cada vez más fría

-Si, por favor perdónenos Señor Allen – le estaba rogando y él lo sabía

-Tal vez pueda olvidarlo, pero han intentado algo en contra de Cindy y eso no lo voy a perdonar – no podía ser lo que sus oídos escuchaban

Estaba protegiendo a esa mujer cuando hace algunos años la protegida era ella y eso la hacía sentir terriblemente mal.

Se notaba que Cindy estaba extrañado por la actitud del hombre a su lado, pero le gustaba lo que escuchaba, mientras que Evangeline se había quedado congelada viendo como él se iba acompañado con otra y dejándola en ese lugar sin mirar atrás, dejando su aroma en el aíre, ese aroma que hace años atrás la hacia sentir la mujer mas feliz del mundo y ahora le causaba tanto dolor.