LLENITA DE AMOR

Ana tranquilizo a su tía, le explico los motivos de querer vivir sola, le costó, pero entendió, tenía 25 años, era una adulta y podía tomar sus decisiones.

Para que se sintiera mejor, Ana decidió quedarse con ella esa semana y mudarse la próxima, igual debía comprar algunas cosas y ver los arriendos, de las dos hermanas, la más caprichosa era Ana, y su tía hasta donde pudo, le dio gusto, casi nunca le negaba nada.

Llegando la noche, llega Luz, entra con un pan de frutas delicioso, su tía tenía el café listo, la cocina olía delicioso, las dos empezarían a tomar su café, cuando ingresa Ana muy bien vestida, avisa que sale a trabajar que llega tarde.

Luz; OK cuídate,

Lucia: hija ve con Dios, cuídate.

Ana sale de la casa, ya la esperaba un carro, al ingresar, le llega un mensaje con los datos de la persona que acompañará esta noche, es un italiano, según lee, Cliente VIP, antes de ir al hotel va a casa de su amiga, y se viste para la ocasión, sabía que si la citaban directamente en un hotel, no se Iban con rodeos y ella tampoco, entre más rápido mejor.

Ana llegó al hotel donde se hospedaba, en el lobby la esperaba, el jefe de seguridad del hombre que vería, después de hablar con él, se dirigió a la suite, al ingresar vio un hombre de uno 45 años, bien parecido, con una sonrisa que enamora.

Ana se limitó a saludar, pero por dentro sudaba, nunca le había pasado con un cliente, él la miraba con lujuria, ella sabía exactamente a qué venía así que sin más, dejo caer su abrigo, no traía nada por debajo.

El hombre con un trago en la mano, y con la otra en la cintura de Ana, le dijo.

Hombre: deliciosa, mejor de lo que creí

Ana, satisface todas las peticiones del hombre, pago por toda la noche, y toda la noche la tuvo, al amanecer, ella salió de la suite, directo a una farmacia, se cuidaba, pero él no quiso usar condón, se asustó pero se arriesgaría, nunca lo había hecho así, pero este la enloqueció a tal punto de aceptar lo que pidiera.

Ana llegó a casa, directo a dormir, tomó las pastillas del día después, pediría una cita médica para chequearse, era mejor prevenir.

En el hotel el hombre despertaba, creyó que todavía estaría dormida, pero su sorpresa fue grande, al ver que estaba solo, llamo a su hombre de confianza, dio orden de que la investigaran.

Salió al restaurante a desayunar, tenía una reunión importante con su sobrino, ya en la mesa ordenó, por momentos esa belleza venía a su mente, él estaba acostumbrado a solicitar esos servicios, no quería compromisos, menos en su mundo, pero algo en ella lo marco, y lo que él quería lo obtenía, ella no sería la excepción.

Tío, hola, porque te quedaste en un hotel teniendo la casa.

Hombre: Franco mi bello hijo, vine porque quiero estar en la inauguración, espero estar invitado.

Franco: claro que si la única que no está invitada es la abuela, jejjejej

Hombre: somos crueles, jejje pero se lo busco, mi madre no es buena persona.

Franco: tío Marcos, siempre he tenido una duda, ella porque te tiene tanto, Miedo.

Marco: porque yo le sé, bastantes secretos, tu abuela tiene cola que le pisen, además siempre fui el rebelde, hice todo lo contrario a tu padre, creo que la única vez que tu padre se reveló fue cuando se casó con tu madre, Franco sonreía escuchándolo, sabía que había dado bastante trabajo.

Empezaron hablar de la empresa, Marcos, lo escuchaba, él sabía que esa mujer traería problemas, pero su sobrino a veces era demasiada madre, dejaba que la gente en parte abusara de él, y su madre tuvo gran parte de la culpa, después del incendio, más de una vez lo culpo de la muerte de su padre.

Eso es todo tío, no sabe lo mal que me siento con Joe y Luz, así se llama la nueva chef, no merecía esos tratos.

Marcos: y tú tampoco, hijo debiste no solo despedirla, sino asegurarte que en ningún lado la contraten, pero déjame a mí. yo me encargo, sabes quiero contarte por qué estoy tan distraido, pero promete no burlarte, le contó lo sucedido con la chica del servicio, si había alguien que nunca lo juzgaba era su sobrino el sabía todo de el.

Franco: tío, pero esas mujeres solo las contratas y ya, tu mismo me lo has enseñado, no veo el caso que la mandes a investigar, pero sé que lo harás, solo promete que vas a saber ir con cuidado.

Marco: Hijo soy un viejo zorro, tengo 45, ya a estas alturas no están fácil engañarme, pero hay algo más que no te he contado, no me cuide, y me vine adentro, y sabes lo que pienso de eso.

Franco: que te paso

Marcos: no sé, solo quería sentirla sin nada, la tomé como nunca había tomado a nadie, lo peor estaba bien consiente, no me arrepiento, Franco te puedo jurar que ella no es como las demás.

Franco: huuuu esperemos pero mantenme enterado, no quiero susto.

Marco: te lo prometo.

En casa....

Ana quiso descansar, pero no pudo, ese hombre no salía de su cabeza, se sentía tan satisfecha por lo vivido, nunca había sentido un orgasmo, solo los fingía o usaba otros métodos, pero anoche fue tan mágico, tan real, lo quería vivir de nuevo, pero sabía que esta clase de clientes no repetían.

Se levantó hizo su rutina, bajo, Luz servía al desayuno, olía deliciosos.

Ana: huele delicioso, quiero mucho.

Luz: acá está, me imagino que seguirás durmiendo, dejo arreglado la comida.

Ana: ya te dieron el puesto de chef, para qué vas a ir a hacer aseo.

Luz: porque soy responsable, quede en terminar la semana, eso haré.

Ana:esta bien, cuídate no te esfuerces

Luz: OK descansa.

Ana desayuno, se quedaría todo el día en pijama y en cama.