Linaje Maldito: "En Busca De La Verdad".

— Se cuenta que hace mucho tiempo, por estos rumbos vivió una mujer de inigualable belleza y que aunque pasaran los años su apariencia no cambiaba en lo absoluto, ni una arruga en su piel; dicen que a donde fuera llevaba el caos y muerte.

— ¿Era una especie de hechicera? —

Pregunta interesada Annabeth observando a la anciana mujer y esta sonríe haciendo un ademán de que esperara y escuchara toda la historia.

— En el tiempo que aquella señorita llegó al pueblo múltiples jóvenes quedaron flechados por su belleza y gentileza; las personas pensaron que se trataba de alguna hija de un millonario y nadie se atrevió a molestarla; poco tiempo después el pueblo total quedó enamorado de la humildad de esta joven, las señoritas al sentirse opacadas por esta belleza decidieron iniciar un rumor de que ella era una prostituta que se había cansado de esa vida por eso decidió huir y asentarse en la población; pronto el rumor llegó a todas las casas dejando a innumerables jóvenes con el corazón destrozado, las señoritas no muy satisfechas de sus fechorías rumorearon que además de ser una prostituta ella practicaba las artes oscuras para mantener su juventud intacta. —

— Mujeres despreciables. —

Comenta Joseph quien después suelta un bufido molesto, la castaña al verlo así lo trata de tranquilizar.

— En algo tenían razón esas jovencitas, una noche después de un gran aguacero, dicen quienes lo vieron, que la señorita vagó por todas las calles de la población recitando algo incomprendible, a los pocos minutos de que desapareciera una neblina oscura cubrió de pies a cabeza el pueblo dejándolos en total oscuridad, una oscuridad que parecía llamarlos y amenazarlos con limpiar aquel lugar si no lo hacían. Las casas encendieron todo lo que tenían en manos para mantenerse en la luz, la noche poco a poco continuó aunque ninguno pudo conciliar el sueño. —

— Alguna razón para ello. —

Pregunta la castaña ya temblando de miedo mientras se abraza a Joseph quien se mantiene impasible escuchando la historia y sacando sus propias conclusiones.

— Aquella neblina parecía entrar como si fuera humo por debajo de cada pequeña apertura de las casas, afuera murmullos y de vez en cuando pequeños gritos que al pasar con las horas se hacían cada vez más fuerte, llegado a la media noche unos fuertes pasos retumbaron por la calle principal, dicen que en esa neblina lograron ver a dos cabellos negros como la noche jalando una carroza del mismo color del cual desprendía humo, un fuerte olor a azufre se hizo presente en el aire, luego una carcajada que el viento se llevó resonó por todos lados como un eco, todo animal en la casa o en los establos guardó silencio dejándole el protagonismo a lo que estuviera fuera observandolos y un silencio casi asesino reinó sobre el pueblo, el ambiente lleno de tensión con cada segundo que pasaba. Cuando el reloj marcó la una aquellos caballos dieron la vuelta y regresaron por donde habían venido, en dirección a la casa de esa joven. Al ya no sentir aquella presencia el ambiente se alivianó hasta entonces las personas pudieron descansar un poco antes de que llegara la mañana. —

— Señora Drew, ¿Alguna información de lo que fue a visitarlos esa noche? —

— Dicen que fue el mismísimo Satanás quien se presentó en aquella noche. —

— Pero ¿Por qué? —

— Vino para saldar deudas y de paso darles una lección a esas jovencitas que se atrevieron a causarle problemas a su más fiel dévota. —

— Cállense y déjenla seguir con la historia. —

Annabeth reprende a su hermano y a la castaña, estos guardan silencio nuevamente.

— Al llegar el nuevo día el sol apareció y los pájaros anunciaron la llegada de la mañana, aquella neblina había desaparecido, todo pareció normal como si todo de la noche anterior hubiera sido un mal sueño, la población se preguntó si todo había sido producto de su imaginación y su miedo; siguieron con sus labores dejando el asunto a un lado y mientras los agricultores iban en dirección a sus parcelas se encontraron con una escena que los hizo estremecerse de miedo. —

—¿Que encontraron? —

— Cuerpos muertos por el camino, y nada más y nada menos que el de aquellas jovencitas que habían rumoreado sobre la joven, sus rostros demacrados como si algo les hubiera succionado la vitalidad dejando a su paso solo el recipiente descompuesto. La noticia recorrió a lo ancho y largo del pequeño pueblo, los cuerpos fueron recogidos por las familias y sepultados el mismo día, ya que el olor a putrefacción ya era notablemente fuerte a pesar de llevar una noche de muertas; de aquella señorita no se supo, solo un joven que iba regularmente a venderle leche de vaca aseguró que estaba en casa un poco enferma y que no había salido en toda la noche, los pobladores no creyeron en esas palabras y los dolidos propusieron matarla para eliminar el mal. —

— Desgraciados. —

— Poco tiempo pasó para que la noche llegara, y las personas salieran de sus casas con antorchas palas o alguna arma con que defenderse o quizás matarla. Desde donde vivía la joven se podían ver las luces acercarse, ella no se asustó o buscó ayuda, simplemente se mantuvo impasible ante la situación. Llegaron frente a la casa y exigieron una explicación pues algunos aún creían que ella no había tenido nada que ver con aquel asesinato. En cambio,,, los padres de las chicas fallecidas no esperaron y se adentraron a la casa buscándola, en eso dos jóvenes que los interceptaron pidiendo que pensaran en lo que estaban haciendo, estás personas no hicieron caso y empezaron a golpear a los jóvenes por estar del lado de la "bruja" al final ambas vidas fueron llevadas por la muerte. La joven al ver la escena despreciable ante sus ojos, conjuró un hechizo y empezó a matar sin piedad a los que habían irrumpido en su hogar, uno por uno cayó, el resto al ver esto salieron corriendo creyendo que podrían salvarse; la joven al verlos corriendo no intentó seguirlos simplemente lanzó una maldición "Maldita seas tú y tu descendencia por el resto de sus vidas, llegado esta fecha uno por uno caerá". En cuanto a los dos jóvenes que intentaron protegerla, uno era nada más y nada menos que el proveedor de leche y la otra una fiel amiga y admiradora. La bruja los revivió en agradecimiento por sacrificarse por ella aunque también les dejó un pequeño regalo "Desde ahora en adelante, sus vidas cambiarán y la de su descendencia, obtendrán una gran recompensa y un día alguien volverá para reclamar lo que le pertenece y nacerá en su familia cuando sus descendientes decidan unirse en matrimonio". Los dejó con vida y desapareció, los jóvenes incapaces de explicar el suceso, poco tiempo después se fueron a vivir en la capital y dentro de unos años se volvieron millonarios, nadie sabe lo que pasó exactamente. Los maldecidos cada temporada de lluvia empezaban a morir sin explicación alguna razón, uno por uno caía, aunque seguía creciendo su descendencia ¿Realmente era por esa maldición o por causas naturales? ¿Maldición o Bendición? ¿Premio o castigo? —

Los chicos soltaron un pequeño suspiro mientras se recargaban en el respaldo del sofá, Annabeth mira a la anciana mujer con varias preguntas que hacerle.

— Señora Drew, ¿Los pobladores todavía siguen creyendo en esa leyenda? —

La mujer soltó una pequeña risa antes de asentir.

— Los más viejos como yo, seguimos creyendo en esa desafortunada historia aunque la juventud de hoy en día ha estado olvidando aquello. —

— Señora Drew, ¿Eso realmente sucedió? —

Pregunta Joseph con intriga mirándola fijamente.

— No lo sé querido, el punto es que esa historia es un ejemplo hacia nosotros como seres humanos, no debemos meternos con personas que no conocemos. —

— Pero...¿Qué pasó con las jóvenes que sobrevivieron, ambos se casaron y luego?

Pregunta la castaña a su abuela.

—. No se casaron, simplemente se fueron a la capital y formaron sus propias familias y después de un tiempo dos jóvenes, los descendientes de esa familia se conocieron y ellos si se casaron... tuvieron un par de hijos hermosos y su vida va de maravilla. —

Comenta la anciana mirando extrañamente a Joseph y Annabeth, como si estuviera hablando de ellos dos. La castaña se da cuenta de esto y cree ingenuamente que su abuela está analizando a los dos hermanos para ver si son dignos de casarse con ella y su hermano.

—. Señora Drew, ¿Qué pasó con la mujer? ¿De verdad desapareció o la mataron?

— Dicen que ella desapareció y nunca volvieron a verla nuevamente.

—. De seguro la mataron, pobre mujer.

Agregó Annabeth con ligera molestia, la anciana la miró y sonrió.

—. Annabeth has crecido mucho y tus ojos siguen siendo de ese hermoso color rojo, como la lava misma...como si dentro de esos dos pares ardiera el mismísimo infierno, haciendo que cualquier persona que vea tus ojos se sienta totalmente desnudo como si pudieras ver todos sus pecados a través de una solo mirada.

Annabeth escucha esas palabras y por alguna razón siente que la anciana no bromea y cuando la mujer estaba a punto de tocar su rostro ella se aparta con incomodidad.

— Querida Annabeth, has crecido y se acerca la hora. No dejes que un extraño venga y te dé órdenes o te trate como si fueras un objeto, sé fuerte y si es necesario elimínalo.