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HERENCIA DEL SILENCIO

HERENCIA DEL SILENCIO

Status: Terminada
Genre:Romance / Comedia / Malentendidos / Amor-odio / Atracción entre enemigos / Grumpyxsunshine / Completas
Popularitas:17.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

Manuelle Moretti acaba de mudarse a Milán para comenzar la universidad, creyendo que por fin tendrá algo de paz. Pero entre un compañero de cuarto demasiado relajado, una arquitecta activista que lo saca de quicio, fiestas inesperadas, besos robados y un pasado que nunca descansa… su vida está a punto de volverse mucho más complicada.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Brutalismo

*⚠️Advertencia de contenido⚠️*:

Este capítulo contiene temáticas sensibles que pueden resultar incómodas para algunos lectores, incluyendo escenas subidas de tono, lenguaje obsceno, salud mental, autolesiones y violencia. Se recomienda discreción. 🔞

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...M A N U E L L E...

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Ya era de noche. Estaba acostado boca arriba en mi cama, viendo el techo, mientras Elio en el otro lado de la habitación practicaba guitarra en una pose dramática de cantautor incomprendido.

Afortunadamente, hoy no había traído a ninguna “musa”, así que no tenía que escuchar jadeos teatrales entre acordes de jazz.

Joder…que paz. Bendita sea esta noche.

Suspiré, desbloqueé mi celular y abrí el chat con mi papá.

Reí en voz baja y dejé el celular a un lado. Al otro lado del cuarto, Elio empezó a tocar algo que sonaba deprimente.

—¿Esa es tu versión de “Te dejaron por alguien con futuro”? —le pregunté.

—No —respondió sin mirarme—. Es la historia de un alma solitaria que habita en un mundo que no lo comprende.

—Traducción: te dejaron en visto otra vez, ¿verdad?

—No tienes alma, Moretti.

Y así cerré el día de clases. Con ritmos existenciales por parte de mi querido mi compañero de habitación, una compañera que me detesta, un papá que amenaza gente con emojis… y el presentimiento de que mi vida apenas comenzaba a complicarse.

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La clase de este día era “Historia de la arquitectura contemporánea”. Suena a bostezo, pero resultó ser una arena de gladiadores académicos disfrazada de cátedra.

Me senté como siempre junto a Luca, que ya tenía cara de “esto se va a descontrolar”.

—¿Y ahora qué? —le pregunté, abriendo mi libreta.

—Ella está aquí —me dijo, bajando la voz.

Alcé la vista y vi a Aina Villanova entrar como si fuera dueña del aula, con su coleta alta, una chaqueta verde militar con parches de causas sociales, y esa maldita mirada como si el mundo estuviera a medio nivel de su estándar ético.

Se sentó tres filas más adelante, diagonal a mí.

Perfecto. Muy lejos para ignorarla, pero lo bastante cerca para escuchar cuando ruja.

El profesor era un tipo mayor, de barba gris, gafas gruesas y el entusiasmo de un niño con plastilina. Nos explicó que hablaríamos de las corrientes disidentes del urbanismo posmoderno. En español: por qué algunas ciudades parecen diseñadas por alguien con resaca.

—¿Alguien quiere abrir el debate sobre el impacto de las estructuras brutalistas en la integración social? —preguntó el profesor.

Levanté la mano. Obvio. Mi ego no puede resistirse a una buena provocación.

—La intención fue buena, pero al final terminaron pareciendo cajas de zapatos abandonadas. Si querían que la gente se sintiera parte de algo, quizá no deberían haberlo hecho con concreto que parece salido de un problema de infancia.

El profesor sonrió. Aina levantó la mano justo después.

—Eso es una interpretación estética vacía. El brutalismo no pretendía agradar, sino resistir. Era un grito contra la arquitectura burguesa ornamentada y absurda. Si a ti te parecen “cajas de zapatos”, entonces no estás entendiendo nada.

Touché. Me giré apenas y le respondí sin mirar directamente.

—¿Entonces si mañana hago un edificio de cartón con un mensaje “antisistema” también es arte, o solo pobreza con excusa?

—Solo demostrarías que no tienes idea de lo que significa arquitectura crítica —replicó ella, con esa sonrisa contenida tan irritante.

Luca se deslizó lentamente hacia su silla, deseando volverse invisible.

—Muy bien, muy bien —dijo el profesor, animado como si le hubiéramos recitado una ópera—. ¡Qué energía! ¡Qué pasión!

—¿Pasión? —murmuré—. Yo estoy a dos provocaciones de lanzarle una regla.

—Dado que tienen tantas opiniones encontradas —continuó el profesor con una sonrisa traviesa—, será muy interesante ver cómo se las arreglan para colaborar.

—¿Perdón? —dijimos Aina y yo al unísono.

—Para la próxima clase, quiero que ustedes dos trabajen juntos en una presentación sobre el Neorracionalismo italiano. Veamos si ese fuego se puede canalizar hacia algo productivo.

—Profesor, ¿puedo proponer otro compañero? —dijo Aina, como si le acabaran de pedir que compartiera cepillo de dientes con un oso.

—No. Precisamente por eso lo hago. Esto se llama pedagogía de confrontación creativa.

—Suena a tortura medieval —mascullé.

—Tienen una semana. Me muero por ver qué sale de esta fusión.

Cuando nos levantamos de las sillas, Luca me miró como si hubiera presenciado un accidente de tránsito en cámara lenta.

—¿Te das cuenta de que el universo quiere que se maten… o se casen?

—Primero muerto —dije mientras Aina se levantaba de su puesto sin siquiera mirarme.

Estaba por salir del aula, mochila al hombro y dignidad apenas intacta, cuando escuché su voz detrás de mí.

—Moretti —llamó Aina, con tono de fiscal citando al estrado.

Me detuve. Respiré hondo. Me giré como si no supiera que me iba a buscar pelea.

—¿Villanova? ¿Ya te arrepentiste de no haberme lanzado el sacapuntas cuando tuviste oportunidad?

—Solo quiero tu número —dijo, como si esas palabras le supieran a cianuro—. Para coordinar los dos proyectos. El de historia y el de la otra clase.

—Ah, claro. ¿Y también quieres que te mande memes o que compartamos playlists?

—Moretti —repitió con una ceja arqueada y una mirada que podría disecarte el alma—. Tu número. Ahora.

Le dicté mi número mientras sacaba su celular. Tecleó con la eficiencia de quien escribe demandas.

—Listo —dijo, guardando el móvil—. Y por favor no me escribas a las dos de la mañana preguntando estupideces, coqueteandome o cuestionándome sobre el brutalismo.

—¿Sabes? Estás empezando a sonar como mi tía abuela cuando dice que si me lleva los domingos a la iglesia me incendiaria a penas ponga un pie en la entrada.

—Solo te advierto —dijo, con esa sonrisita que podría haber sido seductora si no fuera tan condescendiente—. No tengo paciencia para explicarle lo básico a alguien que confunde estructuras con decoración.

—No te preocupes, Villanova. Seré tan silencioso y eficiente como una columna de hormigón.

Ella me sostuvo la mirada un segundo más de lo necesario, como si estuviera tratando de entender qué demonios había hecho el universo para ponerme en su camino.

Y luego se fue, dejándome con un mensaje nuevo en mi celular:

1
Carmen Cañongo
MUCHAS bendiciones para ti autora sí sufrimos a lo grande sobretodo por Aina qué sé convirtió en una mujer sin piedad pero cómo siempre triunfó él amor, y sí té decides a escribir una nueva historia porque no la dé los hijos dé Manuelle
Carmen Cañongo
Clarissa tu sí qué supistes ganarte a toda la familia Moretti, eres tu sin duda la indicada pará un final feliz
Carmen Cañongo
ay sí declárate a Clarissa antes qué la pierdas, lánzate sin miedo por algo eres un Moretti
Anonymous
Muchas felicidades escritora! Leí la primera parte y ahora esta, realmente las dos están buenísimas, pero creo que está saco más mis sentimientos, en la parte final, me hizo pensar y pensar que todos podemos tener un final feliz! De verdad te felicito mil gracias y porque no más delante la historia de las gemelas, muchas gracias
Carolina Nuñez
muy bueno
Linilda Tibisay Aguilera Romero
me facino muy bonita todo un caos Pero me encantó
Linilda Tibisay Aguilera Romero
que bellos me encantó esta historia todo un caos Pero muy bonita
Linilda Tibisay Aguilera Romero
me encanta como es Clari con ellos disfruta de esos momentos no como era la estirada y perfecta Aina
Linilda Tibisay Aguilera Romero
me encanta que tomarás cartas en el asunto para que Aina no te jodiera la vida, Pero ahora toma acción en tu relación es hora del siguiente paso
Denys Aular
yo creo q ese hijo no es Manuelle porq sino van a caer en mismo círculo vicioso y q de una vez la desenmascare a la fina ella siempre le tuvo envidia a clarisa y no es secreto q es caprichosa así q se le quite de una vez el papel de víctima y en realidad se muestre lo q realmente es igualita al padre de manipuladora y poner todo a su favor y en cuanto a clarisa Manuelle ellos se quieren realmente q qde juntos y ya
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Aina está muy mal necesita ayuda ella siempre lo que ha sentido es un capricho ella solo quiso estás con Manuelle porque era lo contrario a lonqoe quería el papá para ella y por qué Clarissa era feliz con el siempre fue puro capricho
Carmen Cañongo
bravo por fin sé dan otra oportunidad no la cagues Manuelle defiende ése amor y manda a Aina al carajo
Linilda Tibisay Aguilera Romero
tienes una segunda oportunidad con Clari por favor no dejes que Aina lo arruiné
Linilda Tibisay Aguilera Romero
busca ayuda psicológica para Aina
Linilda Tibisay Aguilera Romero
Aina tu necesitas psicólogo
Linilda Tibisay Aguilera Romero
al fin Manuelle dijiste lo que tenías que haber dicho hace tiempo no era el momento pero Aina con su forma de ser te llevo al límite dándose golpes de pecho y haciéndose la víctima pero ella también fallo
Linilda Tibisay Aguilera Romero
jajajajajajaja me encantó este capitulo me rei mucho un papá y hermano súper celosos y tóxicos jajajaja
Dark
Esta vez Manuelle no la cagues y dale el mugar de Reina que se merece en tu corazón, y sobre todo respeto. Respeta la cono mujer y pon límites con la otra,q fue siempre un envidiosa.
Carmen Cañongo
provoca taparle la boca uyy qué cansona Aina
Carmen Cañongo
y todavía tienes el descaro dé reclamar Aina no jodas
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