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«Una Amante Por Contrato»

«Una Amante Por Contrato»

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Dominación / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / BDSM / Romance de oficina / La mimada del jefe / Mujer despreciada / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:2.4M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Ana de la Rosa

Un deseo por lo prohibido

Viviendo en un matrimonio lleno de maltratos y abusos, donde su esposo dilapidó la fortuna familia, llevándolos a una crisis muy grave, no tuvo de otra más que hacerse cargo de la familia hasta el extremo de pedírsele lo imposible.

Teniendo que buscar la manera de ayudar a su esposo, un contrato de sumisión puede ser su salvación. En el cual, a cambio de sus "servicios", donde debía de entregársele por completo, deberá hacer algo que su moral y ética le prohíben, todo para conseguir el dinero que tanto necesita...

¿Será que ese contrato es su perdición?

¿O le dará la libertad que tanto ha anhelado?

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 4

— Señor, usted siempre ha sido muy cuidadoso, en cuanto a esas necesidades. Una mujer de este país, y además su empleada, puede traer grandes consecuencias.— explicó Alfred.

El jefe volvió a su cómodo sillón. Exhaló profundo, se relajó, se recostó hacia atrás, y dijo; — Alfred, únicamente te pedí que la investigue, quiero saber la vida de esa mujer. — Yeikol sabía que era un riesgo, pero en esos momentos no media las consecuencias de sus posibles actos.

Muriel fue hablar con el gerente, necesitaba ese préstamo, para la operación de Noah. Pero lamentablemente ella tenía una deuda acumulada de mucho dinero. Dinero que su mismo esposo la obligó a pedir prestado.

— Señora, Brown, le hemos prestado más de lo que gana en un año, ¿y ahora quiere cien mil dólares?— preguntó Pedro, con los brazos cruzados, y mirándola fijamente.

Ella se sentía apenada, y avergonzada. No era fácil tener que pedir dinero prestado a cada momento.

— Señor, Pedro, no tengo a quién más acudir, mi esposo necesita esa operación.

Él la observó, ella tenía la mirada triste, y era evidente que no le agrada molestar.

— Voy a hablar con el señor Richardson, veré qué puedo hacer, pero de ante mano le digo que su caso es difícil.

El señor Pedro se presentó en la oficina de Yeikol, a tratar varios temas de algunos empleados, incluyendo el caso de Muriel. Le explicó con detalles las peticiones y esperó respuestas.

— ¿Quién es la señora Brown? — preguntó Yeikol.

Ella tenía dos años trabajando para él en esa sucursal, y no sabía su nombre. La había visto varias veces, pero no le prestó ninguna atención. 

— Es la señora del tercer cubículo de servicio al cliente. Ella quiere cien mil dólares prestado, pero tiene una deuda acumulada muy exagerada. — explicó Pedro.

Yeikol recordó quién era esa mujer, justamente la misma del ascensor. De todas maneras, sea quien sea, iba a ordenar que se le prestara el dinero. — Dale el préstamo. ¿Sabes las razones de su deuda?

— Señor, no me gusta interferir en los asuntos personales de los empleados, pero dicen que su esposo es un adicto a los juegos de azar.

El señor Richardson no volvió a preguntar nada más. Tenía otros métodos para obtener esa información, sin parecer interesado.

Muriel regresó a la mansión emocionada, por fin su esposo volvería a caminar. Le contó todo a Noah, y los ojos del hombre se iluminaron. Inmediatamente, como todo adicto a los juegos, pensó el multiplicar ese dinero.

— ¿Y dónde está el dinero? — preguntó Noah.

La joven sabía que él iba a querer dinero. Su adicción a los juegos, lo ponía nervioso ante la palabra “dinero”.— Me lo entregan mañana.

Noah, a pesar de estar en silla de ruedas, frecuentaba los casinos.

Muriel, después de encargarse de la limpieza, la cena, y el aseo de su esposo, se metió a la cama. Estaba agotada. Se preguntaba si su vida fuera mejor, si no tuviera esposo. Luego se reprendió a sí misma, por tener esos pensamientos. Ella suponía que el matrimonio era para toda la vida, y una mujer solo tenía que ser tocada por su concubino.

Al día siguiente, Yeikol estaba en la sede central del Banco Richardson. Revisando documentos, y posibles compra de locales para seguir expandido su imperio.

 Alfred recibió una llamada. Era el detective con la información de la señora Muriel Brown.

— Vuelvo enseguida, señor. — le dijo a su jefe y fue por el documento.

Alfred se reunió con el detective, este le entregó toda la información de Muriel Brown, en una carpeta. Él verificó brevemente el documento, le pagó, y volvió con Yeikol.

— Señor, aquí está la información de la señora.— se la dejó en el escritorio, y volvió a su sillón. Yeikol miró la carpeta, sin embargo; no le dio importancia, y continuó con su trabajo.

Al asistente le sorprendió la indiferencia que mostró Yeikol ante el documento, y se alegró.

A Muriel le depositaron el dinero, ella feliz lo pasó a su cuenta personal. Ahí permanecería hasta el día de la operación, o esos eran sus planes. Noah le pidió veinte mil dólares, a lo que ella se negó. “Parece que mis oraciones no están llegando a ti, mi señor todopoderoso”. Pensó la joven.

Noah escuchó a Muriel negarse, sonrió con sarcasmo, pasó su mano por su cabello, y negó amargamente con la cabeza. — Te dije que me dé dinero.— replicó con estruendo.

Ella se estremeció de miedo, lo miró, y continuó firme en su decisión. — No puedo, es para tu operación.

Él enloqueció, y destrozó todo a su alcance. Gritó, una y otra vez, groserías, e insultos. La señora Beatriz, que siempre se mantenía escuchando detrás de la puerta, entró inmediatamente a la habitación. Como una loba defendiendo a su cría, agarró a Muriel por el cabello.

— Dios te castigará por desobediente. Dale el dinero a tu esposo, antes que la ira de Dios caiga sobre nosotros.— vocifero la señora.

— Acércala a mí, madre.— pidió Noah, enojado y con ganas de golpear a su esposa por desobediente.

Beatriz la llevó ante él. Él arremetió contra ella, dándole un puño en el estómago, logrando dejarla sin aire. — Me vas a entregar la tarjeta.— dijo él, y le volvió a propinar otro puño.

¿Cuánto puede soportar una mujer por ser obediente? ¿Vale la pena el sacrificio por amor? ¿O es amor lo que sientes Muriel?

Ella, con su rostro mojado de lágrimas, y con una pena rompiendo en todo su ser, le entregó la tarjeta, y se marchó a otra habitación. Era la primera vez que se preguntaba ¿Por qué sigo aquí?

Muriel escuchaba a sus amigas hablar de sus respectivas parejas, y sentía envidia. Aunque sabía que sentir envidia era pecado. Pero ellas hablaban con tanta emoción, eran felices, no eran golpeadas, ni insultadas. ¿Por qué ella no podía ser así? ¿Por qué sus padres la abandonaron? ¿Por qué la comprometieron desde pequeña con un monstruo? Aun así, pensó que ese era su destino y su deber como esposa, soportar a su pareja.

1
Maria Hermosillo
es una desgraciada hasta creo que ni este embarazada pero desgraciadamente a ella no la han investigando ni caerle con. las manos en la masa
Maria Hermosillo
me encanta tu historia y no porque empezó con violencia sino porque desgraciadamente eso lo viven muchas mujeres no tenemos el hábito de ver noticias reales pero existen que nos hagamos de la vista gorda es otra cosa y no solo eso pasa hay trata de blancas de niños que es lo peor ojalá y como seres humanos aunque no podamos hacer mucho al menos hagamos una ora ion por las mujeres y niños que son arrastrados a eso. tu historia puede ser lo que tú creaste pero no estás fuera. de la realidad te deseo toda la suerte de mundo y logres haces otras historias. /Good/
Nidia Esther Barrios
me gusta el cambio de Muriel ya era hora que no se deje de esos dos desgraciados
Anonymous
No te entristezcas por la opinión de algunas lectoras, yo le hubiera cortado la mano, pero sé que esos maltratos suelen suceder y qué hay mujeres sumisas, además Muriel fue criada en un orfanato donde le inculcaron la obediencia y la sumisión al esposo. Querida, sigue con tu novela que le auguro un gran final. Felicitaciones.
Dolo Pavon
Excelente
Isaura Joseph
esa mujer es una mala
Felix Bracho
ella no quería tener hijos por eso no dejo de trabajar en su modelaje
Felix Bracho
la mujer también tiene su guardado con alguien más por eso es así
Raquel Navarro
Me encantó leer está historia de amor 💓 Y pacion y lujuria ❤️‍🔥 está paraja se amaron con locura, me encantó esta novela ❤️ , de que ella fue muy mal trataba el exmarido y por fin tuvo el valor de salir del mal trato, gusto el final lo único que leer tanto me no tenga un epílogo, felicitó a la Escritora por su novela ❤️ gracias seguí escribiendo novelas de este estilo y que sean cortas
Ana Urrutia
buenísima /Smile/
Ana Urrutia
aún existe el maltrato asia la mujer , porque tapar la realidad
Helizahira Cohen
No es mala, pero medio extraña siempre ha sabido todo, hay no 😔
Helizahira Cohen
El es un infiel , pero ella no cuido su embarazo , desfile. tacones era de riesgo
Helizahira Cohen
no juzgo a Milena pero ese afán de ser amiga no se sospechoso 🤔
Helizahira Cohen
Milena sabe todo, él dijo su nombre la noche de pasión, pero que hará, porque no prioriza su embarazo
Helizahira Cohen
Algo bueno salio de ese contrato , desperto
Claudia Torres
me encantó tu historia ,pensé q Milena era una villana pero q sorpresa me lleve,todo lo q vivió Muriel ahora es recompensada con una familia llena de mucho amor y rodeada se gente q la quiere de verdad ,te felicito mil bendiciones 🙏😇❤️💕😘
Guadalupe Barrios
yo aveces no entiendo a las lectoras del porque no comprenden que es una novela en las novelas todo pasa hasta lo inimaginable...si no les fusta que no la lean así de fácil, has caso omiso a los comentarios impropios tu sigue adelante y escribe tus novelas como te venga en gana...ánimo 😁
Mirta Payllalef
50 sombras de grey igual
Mirta Payllalef
Excelente
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