Era despreciado por la familia de su esposa, recibiendo constantes humillaciones solo por ser un hombre pobre.
Solo Bastian y Raisa sabían que su matrimonio era temporal; todo formaba parte de un plan para que Raisa pudiera heredar la fortuna de su familia. Y Bastian, en deuda con ella, aceptó ser su esposo temporal.
Pero, ¿qué pasa cuando el destino decide cambiarlo todo?
En realidad, Bastian proviene de una familia inmensamente rica: es el heredero de la empresa número uno de Indonesia. Tres años atrás, su abuelo lo expulsó de la familia por despilfarrar el dinero.
Ahora, tras aprender lo difícil que es ganarse la vida, Bastian recibe la herencia de su abuelo. Se convierte en un líder empresarial admirable, aunque debe ocultar su verdadera identidad de la familia de su esposa.
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Capítulo 4
"Y entonces, ¿Raisa? ¿Te vas a quitar la camisa?"
Raisa decidió que era mejor dejar de lado esa conversación. Salió rápidamente de la habitación antes de que Bastian pudiera atraparla.
Detenida en la puerta de la habitación, Raisa dijo: "Pensaré en tu caso después. Ahora tengo hambre, ¡así que prepara la cena para mí!".
Dicho esto, Raisa se alejó y bajó al piso de abajo.
Bastian suspiró aliviado. Casi lo habían descubierto. Si Raisa hubiera visto la cicatriz de la cirugía en su hombro, todo se habría arruinado.
"¿Por qué quería tanto que me quitara la camisa? ¿Será que está empezando a sospechar de mí?", pensó Bastian para sí mismo.
Drrrttt...
Drrrttt...
Bastian escuchó su teléfono vibrar. Rápidamente verificó quién le estaba enviando un mensaje. Era Berliana.
[Hola Edgar, soy Berliana. Te echo mucho de menos. ¿Cuándo vienes a Australia?]
Bastian no sabía cómo responder al mensaje de Berliana, así que optó por ignorarlo por completo. Siempre evitaba a Berliana, con la esperanza de que ella desistiera del matrimonio arreglado entre ellos. Si decía abiertamente que no quería casarse con ella, el Sr. Athar seguramente querría saber la razón, y Bastian no quería revelar su verdadera identidad.
Poco después, su teléfono volvió a vibrar. Esta vez, era un mensaje de Zicko.
Bastian leyó el mensaje inmediatamente.
[Lo siento, señor. Parece que la Srta. Raisa está empezando a sospechar del señor. Revisé las grabaciones de las cámaras de seguridad del mercado hoy, y ella estuvo allí.]
[Enviando video....]
Bastian abrió el video apresuradamente. Vio las imágenes de Raisa en el segundo piso del mercado. No había duda, ella lo estaba buscando ese día. Tal vez por eso quería que se quitara la camisa, para confirmar sus sospechas.
Bastian respiró hondo. Tendría que fingir que no sabía nada.
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Después de terminar de cocinar, Bastian se sentó a la mesa con Raisa para cenar.
"Hmm... Raisa", comenzó Bastian, intentando sacar tema de conversación.
"¿Qué pasa?", preguntó ella con una expresión indiferente.
"Un amigo me ofreció un trabajo de medio tiempo como conductor. Por eso no he ido mucho al mercado últimamente. La paga es muy buena".
Raisa se quedó en silencio. Se sentía muy mal por haber desconfiado de Bastian, y su corazón se calmó al oírlo decir la verdad.
"¿Por qué me lo dices ahora?"
"No creía que fuera de tu incumbencia. Pero creo que mereces saberlo".
Por alguna razón, Raisa se sintió aliviada. Pensó que Bastian seguiría mintiéndole, pero finalmente estaba siendo honesto. Aun así, mantuvo su expresión seria.
"No me importa dónde trabajes. No es asunto mío", respondió Raisa con frialdad, aunque su corazón estaba dividido entre la duda y el alivio.
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Amar entregó una fotografía a un hombre vestido de negro.
Era una foto de Raisa.
"Quiero que mates a esa mujer."
Amar estaba siguiendo los pasos de sus padres. Quería eliminar a Raisa para ser el único heredero de la fortuna de los Montana.
Lo haría sin el conocimiento de su padre. El Sr. Montana se pondría furioso si supiera que Amar estaba planeando hacerle daño a Raisa.
"Sí, señor. Se hará lo antes posible", respondió el asesino a sueldo, Leon.
