Mía se ha separado de su familia en malos términos y todo por un supuesto amor que la meterá en serios problemas.
Aparece una amiga verdadera que la cuida y un hombre de las sombras que la protege, además de que ella decide buscar a su amor de la infancia y pedirle perdón.
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Cap. 4 ¿Conoces al jefe Dark?
No se que me pasa pero soy una maldita gata en celo en este momento y digo una tontería que no sé de dónde salió pero lo dije estúpidamente.
Quiero que me hagas tuya, por favor _ y no solo digo eso entre jadeos si no que muevo mi colita desesperada de que empiece a hacerme lo que sea que tenga que hacer, necesito que se mueva y lo escucho reírse entre dientes y me sonrojo, quiero morir de vergüenza.
El se hunde dentro mio lo mas profundo que puede haciéndome gemir por la sensación y lo odio porque todo lo que hace me encanta, mi cuerpo esta mas que dichoso por todo lo que está pasando, él me embiste salvajemente y yo siento que me voy a correr en cualquier momento y me corro antes de lo que pensaba, la sensación más deliciosa que había sentido en mi vida.
Estoy jadeando mientras disfruto de la sensación y él me voltea de repente y me acomoda debajo de él y empieza la acción de nuevo, yo grito de placer con mis piernas en sus hombros y lo odio pero lo deseo con la misma intensidad, ¿quién es este hombre?, ¿por qué no puedo sentirme devastada por lo que me hace?.
Lo escucho gruñir mientras yo llego a otro éxtasis desvanecedor y delicioso que me deja desmoronada en la cama, pero después de un momento veo como saca de su ropa en el piso otro preservativo y se que me va a dar duro de nuevo, él no me tiene pena y tampoco es que quiero que me la tenga, soy una masoquista y eso es seguro.
Me vuelve a poner con mi colita para arriba y vuelve a entrar en mi mientras sus manos acarician y amasan mis senos y estoy muerta, no se si después de esto voy a volver caminar.
No se cuantas veces me ha tomado y me ha follado como ha querido, mis pezones están doloridos de ser chupados y mordidos por este hombre degenerado pero estoy exhausta y me duermo sin darme cuenta.
Me despierto por golpes en la puerta y estoy asustada, ese hombre no hay por ninguna parte y a penas me levanto cubriéndome con una sábana y abro desconfiada pero al otro lado está una mujer joven muy bella y esbelta que me mira de pies a cabeza y sonríe divertida.
< Vístete niña, el Jefe Dark quiere que te saqué de aquí antes que te vean _ la miro como si tuviera dos cabezas y ella rueda los ojos con fastidio.
< Niña, el hombre que te dió el revolcón anoche, él es el jefe Dark y no quiere que la policía te encuentre y te metan en un escándalo, apúrate, vístete y vámonos rápido _ me dice con impaciencia y siento que la única lenta aquí soy yo, me volteo y me pongo mi ropa lo más rápido que puedo pero no encuentro mis bragas pero como tengo mi pantalón trato de ponerlo y aun asi me roza mi zona dolorida, creo que aun sangro un poco pero no tengo tiempo para esto y me voy con ella.
Me llevó por unos pasadizos que no los hubiera encontrado nunca pero afuera habia un todo terreno Bronco Ford color negro y la mujer me subió de un jalón, una vez adentro el silencio era sepulcral.
Tomé valor y decidí preguntar, ya que ella lo conoce debo saber quién es para romperle la cara y … no se me ocurre mas que hacerle pero ya se me ocurrirá algo.
<. ¿Conoces al jefe Dark?, ¿sabes donde lo encuentro? _ interrogo mientras ella mira su celular y escribe a la velocidad de la luz.
< Lo conozco, pero no puedo decirte dónde está, él te buscará cuando sea el momento, si quieres otro revolcón él decidirá si te lo da o no _ la estupida me da una sonrisa cínica que me deja furiosa, ¿quién dijo que quiero otro rev… de ese pervertido?.
< No quiero eso de nuevo, quiero saber por que me esta ayudando y por que me obligó a esto _ estoy molesta, y esa mujer es irritante.
< Yo lo dejaría darme los revolcones que quiera _ me mira confiada y me quiero morir, acaso ella es otra de sus aventuras de una noche al igual que yo, pero que carajos…, acaso somos un harem o que rayos, lo odio mas que antes y la odio a ella porque ella sí sabe quién es él y yo no.
Me lleva a mi residencia de estudiantes y me dice sin pena ni gloria.
< Te espero aquí, saca tus cosas, esa perra de tu amiga Reina es tu compañera de cuarto, ella es peligrosa así que sal de ahí _ y saca un cigarrillo y lo fuma mientras me hace señales poco educadas con la mano para que me vaya a hacer lo que me pidió.
