Esta es la continuación de la primera novela de la saga, titulada; NO ES TU HIJO.
Cyrus Vidal, al nacer en una familia adinerada, crece sabiendo aprovechar el poder que le fue otorgado desde su nacimiento, logrando encontrar placer en el caos que el mismo causaba, aprovechándose de las personas a su alrededor y engañándolas.
Uno de sus mayores timos, era cuando se hacia pasar por su hermano gemelo, Ethan, logrando asi, tener lo mejor de ambos mundos, sin importarle quien saliera herido en el proceso de su diversión.
Aunque como todo, siempre aparece un rival, en el caso de Cyrus, se trataba de Nyra, la mejor amiga de Ethan a quien quería ver sufrir sin importar el costo.
Es asi como después de descubrir el amor no correspondido de la mujer por Ethan, Cyrus descubre la forma de verla a sus pies, "El y yo somos iguales, ¿quieres usarme como su sustituto?"
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Capitulo 12. Engañando a la presa
En el momento en que Nyra despertó, sintió el solitario frio de estar sola en aquella enorme cama.
Suspiró y se sentó.
Al ver alrededor de toda la habitación se dio cuenta de que, no se encontraba la ropa de Cyrus por ningún lado, al igual que el hombre.
- Tampoco esperaba que fuera amable – dice suspirando, ella sabía perfectamente que sería de esa forma, pero, aun así, decidió arriesgarse.
Apartó las sabanas y se levantó de la cama, fue al baño y se metió en la ducha. Mientras dejaba que el agua refrescara su cuerpo y sus pensamientos.
Al terminar tomó la bata de baño y se la colocó, al salir del baño se llevó una sorpresa al ver a un hombre parado frente a la mesa.
- ¡Oh!, ¿te duchaste? – le dice Cyrus sonriéndole
- Si – le dice Nyra mostrándose nuevamente inexpresiva, aunque no podía evitar que su mirada fuera directo hacia la mesa.
- ¿tienes hambre?, traje el desayuno – le dice mostrándole la comida servida sobre la mesa
- Eso es algo innecesario, yo podía pedir el servicio a la habitación – le dice tomando una toalla pequeña para secar su cabello.
- Eso ya lo sé – le dice caminando hacia el baño, después sale con un secador de cabello pequeño
- Y, aun así, quisiste perder tu tiempo – le dice seria
- No, lo que sucede, es que este desayuno lo compre en tu lugar favorito – le dice acercándose a ella – si no me crees, puedes revisar la bolsa – le dice tomando la mano de la mujer – pero antes de desayunar – hala de ella
- ¿Qué haces? – le dice mientras el hombre halaba de ella hasta llevarla hacia una silla
- El clima está demasiado frio – le dice quitando la toalla del cabello de Nyra – te resfriaras, si no lo secas rápido – le dice comenzando a secarle el cabello con el secador
Sus movimientos eran suaves y delicados, tocaba su cabello con gentileza, como si de porcelana se tratara, con un solo toque, podría romperse, algo que ponía a Nyra nerviosa.
- Po… por, ¿Por qué, haces esto? – le dice tratando de apartarse, pero Cyrus tomo sus hombros para obligarla a tomar asiento nuevamente
- Tranquila, aún no he terminado – le dice continuando pacientemente
- No necesito que hagas estas cosas – le dice renuente
- No te preocupes – le dice sonriendo de forma amable – no actuare así en todo momento, esto solo es exclusivo para la habitación de hotel – le dice al oído – prometí que sería un sustituto, solo estoy cumpliendo con mi parte – le dice antes de apartarse para continuar con lo que estaba haciendo.
Nyra no dijo ni una palabra, solo se quedó allí sentada, hasta que Cyrus termino con su cabello.
- Bien, ahora si podemos sentarnos a desayunar – le dice extendiendo su mano hacia ella
Nyra observa la mano de Cyrus por unos segundos, y luego la toma, dejando que el hombre la guiara hacia la mesa. Después, la ayudo a tomar asiento.
- Espero que estuviera bien mi elección – le dice Cyrus tomando asiento frente a ella, con una sonrisa complaciente – según lo recuerdo siempre prefieres este desayuno – le dice
- Si, muchas gracias – le dice devolviéndole el gesto con una media sonrisa – co, como, ¿Cómo sabias que este es mi desayuno favorito?, incluso sabes en qué lugar suelo comprarlo – le dice curiosa
- Eso es, porque estoy muy comprometido con mi papel – le dice sonriéndole, aunque en realidad, todo aquello era un simple juego mental, porque lo primero es debilitar todas sus defensas y para poder hacer eso, tienes que conocer muy bien al enemigo que enfrentas.
- Entiendo – le dice cabizbaja
- ¿No te gusta? – le dice viéndola fijamente, tratando de descifrar el significado de su mirada
- S… Si – le dice simulando estar bien
- Tal vez, te sientes incomoda porque piensas en mi como, Cyrus – le dice en tono empático – pero, llegado el momento, puede que no te percates de que se trata de mi – le dice
- Eso, no creo que llegue a suceder, nunca – le dice con una sonrisa melancólica
- Ja, ja, ja, que poca fe me tienes – le dice en tono encantador – te prometo que hare tan bien mi trabajo, que llegara el día en que te confundas – le dice en tono suspicaz
- Quisiera verlo – le dice riendo, en ese momento suena su teléfono – lo, lo siento, tengo, que…- se levanta de la silla y corre a tomar el teléfono – Buenos días – dice al contestar.
Cyrus se quedó sentado a la mesa, viendo a la mujer mientras esta atendía la llamada, que al parecer no era muy amena, dadas las expresiones faciales de ella.
- Usted me dio un plazo, ¿recuerda?, quedamos en que serían dos meses – dice Nyra en tono serio – está bien, entiendo – dice respirando profundo – allí estaré – le dice antes de colgar la llamada y volver a la mesa junto a Cyrus.
- Vaya, al parecer era algo desagradable – le dice Cyrus curioso
- Era mi padre – dice Nyra suspirando.
El padre de Nyra, era un hombre con exactamente el mismo poder financiero que Darius Vidal, por lo que se sabe, este hizo un escándalo enorme el día en que Nyra decidió trabajar para la competencia, obviamente el hombre no debe saber el motivo oculto por el cual ella lo hizo.
- Veo que Darius, no es el único que puede provocar molestia en sus hijos – le dice sonriendo, tratando de seguir la corriente en la conversación.
- Por lo general no es exigente, pero últimamente – se detiene un segundo para pensar y luego suspira – últimamente hemos tenido un pequeño dilema con el cual discrepamos – le dice
- Mmmm, entiendo – por la expresión de Nyra, era claro que no quería hablar de ello, así que Cyrus simplemente lo dejo pasar.
Después de terminar el desayuno, salieron de la habitación, luego bajaron por el ascensor hasta llegar al estacionamiento.
- Espera, Nyra – le dice Cyrus deteniéndola
- ¿Qué? – le dice indiferente
Cyrus la abraza y besa su cuello
- Hasta luego – le dice en tono cariñoso
- Ha, hasta, hasta luego – le dice dejando notarse ruborizada
De a poco, Cyrus se encargaría de envolver su mente, hacerla sentir en los cielos, para luego dejarla caer, porque mientras más alto se llega, más dolorosa y mortal era la caída.