NovelToon NovelToon
Bailando Con El Peligro

Bailando Con El Peligro

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Intrigante / Mafia / Malentendidos / Traiciones y engaños / Reencuentro
Popularitas:767
Nilai: 5
nombre de autor: Hanna Touchi

Dentro de lo más profundo de esta sociedad, existen males que le hacen bien al mundo, sin embargo, su simple existencia envenena a todo el que la toca.

Mas allá de la vida cotidiana, este mundo consagra distintas plagas, una de ellas ha logrado atrapar a Killian Inagawa en una red de dulces mentiras superpuestas por ¿su prometida?

NovelToon tiene autorización de Hanna Touchi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Jaque al Rey

Siento el cuerpo pesado. Por más que intento despertarme no puedo hacerlo, pero sí puedo sentir cómo algo frio y reconfortante me alivia momentáneamente.

Probablemente me haya desmayado en los brazos de Laila por la fiebre. Intento nuevamente abrir los ojos, luchando por sobre el agotamiento, encontrándola finalmente junto a mí.

–Laila…

Mi voz apenas si puede sentirse dentro de la habitación. Jamás había demostrado tanta vulnerabilidad en toda mi vida, pero no me sentía amenazado, por el contrario, deseaba seguir absorbiendo toda su atención sin importar el método.

–No hables. Tienes que descansar.

Me ordena, cambiando nuevamente la toalla húmeda sobre mi frente. Al escucharla no puedo evitar soltar un suspiro socarrón, pues a pesar de sus pocas palabras, su mirada me expresaba una profunda preocupación.

Sin pensarlo tomo su mano y la coloco sobre mi mejilla, deleitándome con su temperatura, la cual calma la necesidad de meterme en agua helada. Por más que desee seguir conversando con ella, mi cuerpo me lo impide, provocando que vuelva a caer completamente dormido.

–Oye, Killian…

La voz de una niña a escasos centímetros me deja completamente estático. Ya había olvidado por completo el tono de su voz, así que volver a escucharla era como regresar a mi infancia.

No pierdo el tiempo y volteo para verla. Allí estaba Lilith, con su cabello negro trenzado y su sonrisa brillante. En cuanto nuestras miradas se encuentran, no evita soltar una sonora risita, una tan dulce que te calma con solo escucharla.

–¿Por qué estás tan callado?

Me cuestiona, observando curiosa cada uno de mis gestos. De ella había aprendido a leer el comportamiento gestual de las personas, sin embargo, su talento era innato a diferencia del mío. Lilith conectaba con cualquier persona al instante, escabulléndose en sus emociones y calmándolas con una sola palabra; yo por el contrario, jamás pude llegar más allá de gestos grandes… hasta que conocía a Laila.

Su nombre se cuela en mi mente repentinamente. Ella era la única con la que había logrado conectar de tal forma. Poco a poco logré entenderla, y con solo observarla, podía sentir sus emociones a flor de piel, y aunque no estoy seguro de hasta qué punto los demás podían leerla, no me cabía duda alguna de que, al menos yo, estaba conectado a ella.

–Lilith – La llama una mujer a unos cuantos metros – Te estuve buscando por mucho tiempo.

Le reprocha. Esa postura la podía reconocer aun si perdía la memoria. Una mujer incomparable que no paró de buscar a su hija durante años. Su madre nos regala una sonrisa cálida, al tiempo que esconde algo tras su espalda.

La escena me inquieta, pues no recordaba haberla vivido. Si todo esto se trataba de una alucinación cruel, producto de la fiebre, entonces no me quedaba de otra que rogar porque no se convirtiese en una pesadilla.

No me lo pienso dos veces y me acerco a la mujer junto con Lilith, curioso por lo que se escondía tras ella. Lentamente, intento rodear el faldón hasta que algo me toma por el brazo. El corazón se me detiene por un instante hasta que encuentro a Lilith reteniéndome con una mirada seria. Parecía que algo había cambiado, el entorno comienza a helarse al igual que su rostro se torna lentamente en un azul grisáceo.

Rápidamente, la sostengo por los brazos, procurando que no se desvanezca nuevamente.

–Lilith!

La llama su madre con los ojos llenos de lágrimas... Claro, esta era la pesadilla que tenía recurrentemente desde que ella desapareció. Temía encontrarla muerta cerca a mi casa, con los ojos suplicando por mi ayuda y a su madre rogando por que fuese una mentira.

A pesar de que nunca la encontramos, algo dentro de mi pecho lucha por esconder esta realidad, empujándome diariamente a creer en algo que probablemente ya no exista.

–¿Dónde está? ¿Por qué les hizo esto?

Solloza la mujer arrodillada en el suelo a mi lado. Hasta este punto tampoco supe jamás si su madre conocía a la persona que le arrebató a Lilith, sin embargo, algo en mi interior la culpaba a ella.

–¿Dónde está? ¿Por qué les hizo esto? R…

Repite nuevamente, sin embargo, por mucho que intente leer sus labios, no logro entender lo que dice con su voz completamente apagada. La desesperación que me genera sentir que estoy frente a una pista, provoca que suelte el cuerpo de Lilith.

Me aproximo a su madre sin esperar un segundo más, implorándole que me diga quien se la llevó… Llanto, solo eso obtuve por más que intenté hacerla hablar. Sé que es estúpido hacer esto cuando estoy viviendo desde una pesadilla, pero para mí esto significaban memorias perdidas. Si lograba obtener un nombre, no perdería el tiempo y lo buscaría.

–Killian – Pronuncia claramente, observándome con frialdad – Killian – Repite, tomándome esta vez el brazo izquierdo con fuerza. – Despierta.

Instantáneamente, abro los ojos y me levanto de un salto, quedando completamente sentado sobre la cama. Busco con desespero a Laila, quien me abraza en cuanto nota mi estado actual.

–Lo siento… Lo siento, no debí levantarte de esta forma.

Se disculpa, cubriendo por completo mi rostro.

En cuanto escucho su voz recupero mi raciocinio, ubicándome nuevamente en espaciotiempo. Sentir el latido de su corazón logra calmar aquellas ansias que minutos atrás había estado experimentando.

Mis brazos se mueven por si solos, correspondiendo a su abrazo. No me había sentido tan confortable desde hace tanto tiempo que había olvidado la sensación real.

–Tenemos una visita.

Expresa, separándose de mi lado. Algo en su expresión me decía que era algo que estábamos esperando con ansias, así que no dudo en levantarme y seguirla hasta la puerta. En cuanto la hallo de pie con su característica mirada desconfiada, no contengo un resoplido burlón. Sabía que vendría a nosotros en cualquier momento, solo que no esperaba verla antes de que se desatara todo el caos de esa mañana.

El revuelo dentro y fuera de la mansión aviva los ánimos de los presentes, quienes tras la toma obligatoria de mi poder en la mansión, habían dejado de presenciar constantes peleas, cosa que por alguna razón habían estado extrañando.

–Que interesante.

Suelta Ethan en cuanto me alcanza. Desde que le pedí no apartar su vista de estas personas se había desaparecido por tanto tiempo que había empezado a extrañar su estúpido sarcasmo.

–¿El qué?

Pregunto, siguiéndole el juego. Tenía la esperanza de contener el impulso de detener toda esta estupidez con alguien, y él era perfecto para esta tarea.

–La forma en la que eres capaz de proclamar destruir todo por su bienestar, pero aquí estás, esperando que alguien la asesine frente a tus subordinados como si fuese un show.

Responde, evitando mi mirada y centrando su atención tanto como puede en mi esposa.

–Esto no es un tire y afloje – Respondo, observando a Ciro Di Gati desde las escaleras de la entrada lateral. – Si no escucho a mi esposa caeré en la ruina; pero eso no significa que me quede de brazos cruzados.

Este se limita a observarme de reojo, mandándome el claro mensaje de ¿Entonces qué estás haciendo ahora mismo?

–Que mala vibra traen ustedes dos.

Interviene Iker, saliendo de la mansión y posicionándose en medio de nosotros. Por alguna razón, su personalidad siempre lograba apaciguar el ambiente que se formaba entre Ethan y yo.

–Jefe, no me diga que anoche no pasó nada. Parece que descansó muy bien.

Se burla, a sabiendas de que esto haría que Ethan se saliera de sus casillas nuevamente.

–Iker – Le llamo de inmediato – Me gusta cuando callas.

–¿Por qué estoy como ausente?

Responde de inmediato, realizando un ademán coqueto que descoloca a Ethan, y a mí me provoca una risa interna. Ya me había acostumbrado a su estúpida agilidad para hacer cosas vergonzosas.

–Porque así me dejas pensar, tarado.

Atajo, evitando mostrarle que su respuesta me hizo gracia, de lo contrario agarraría esta oportunidad para joderme siempre que se le diera la gana.

...El enfrentamiento dará comienzo, así que solicitamos que se reúnan alrededor del campo de batalla...

Anuncia uno de mis hombres por el micrófono, provocando que todos rodeen el campo de entrenamiento y que Laila junto con su oponente se encaren.

La observo ensimismado con su aspecto. Después de todo, se había preparado para la comodidad sin dejar de lucir peligrosa, luciendo pantalones negros ceñidos al cuerpo junto con un corset del mismo color y una camisa manga larga Vino tinto debajo de este, lo que provoca que vuelva en el tiempo.

No importa cuanto lo medite, la sensación era similar al de verla dominando al clan Miwra en medio de las llamas del fuego. La primera vez que la vi y la sensación de protegerme de ella cambian por completo, convirtiéndose en pura atracción.

El enfrentamiento da comienzo, provocando que los presentes retengan la respiración. La mayoría conocía la fuerza de ese hombre más allá de la palabra, sin embargo, La Durga parecía ser un mito y tan solo aquellos que la enfrentaron durante su secuestro son capaces de mantener la balanza en neutro.

El primero en atacar es Raiko Yoshida, lanzando un gancho directo al rostro de Laila, quien lo esquiva, tomándole por el brazo y obligándole a darle la espalda sin soltar su brazo, a lo que rápidamente le patea, mandándolo lejos.

Sin pensarlo, ella saca dos cuchillos desde los estuches ubicados en los bolsillos de sus piernas. No se lo piensa dos veces y se abalanza a su atacante, quien se mueve rápidamente y la patea en el estómago, mandándola lejos.

Verla tendida en el suelo me altera, provocando que me mueva inconscientemente hacia ella, por lo que Iker me detiene con una sonrisa tranquilizadora.

–Esa mujer no es débil. Solo espera un poco.

Suelta, obligándome a mantenerme en mi lugar, cosa que Ethan parece lograr con mayor tranquilidad. Las ansias me estaban consumiendo desde dentro. Si ese hombre lograba hacerle daño no me contendría contra el clan Nakamura, aun cuando esto fue idea de mi esposa.

Regreso mi atención a la pelea, donde Yoshida finalmente había sacado su maldito cuchillo. En esta ocasión, es él quien se abalanza, cruzando sus brazos y apuntando al pecho de Laila. Ella por su parte espera el ataque, calculando la distancia entre ambos.

A escasos centímetros puedo ver su característica sonrisa. Parecía estar gozando el enfrentamiento, cosa que me permite soltar el aliento que estaba conteniendo. Rápidamente se mueve hacia atrás, provocando que el cuchillo le provoque una ligera herida en la clavícula.

Sin meditarlo le lanza una patada de 360°, de tal forma que con un salto le da en el rostro, obligándole a retroceder. Con esta oportunidad, cambia los cuchillos de dirección, dejando el mango como su arma, con la cual golpea repetidas veces el rostro de Yoshida.

En cuanto le tiene bajo su propia ventaja, se agacha y con un giro total arrastra su pie por el suelo, provocando que la tierra se levante y que su oponente caiga sobre su propia espalda.

Puedo notar la sorpresa en el rostro de ese hombre, por lo que sin perder tiempo, lanza finalmente uno de sus cuchillos, clavándoselo a Laila en el hombro.

La reacción de mi esposa cubre el evidente dolor con una sonrisa, retrocediendo y retirándose el cuchillo para lanzarlo de vuelta a su contrincante, quien no esperaba le devolviese el arma.

Demasiado benevolente para mi gusto. Preferiría que no le dejase ninguna forma de defensa que le pudiese causar daño alguno, ¿pero qué sería de una pelea sin la diversión? Podía leerlo en su expresión. Le desagrada perder el tiempo en una pelea sin sentido.

–¿Qué está haciendo?

Escupe Ethan enfadado. A pesar de que confiaba en ella, también detestaba verla arriesgando su vida con alguien de ese tipo.

–Cálmate, ella sabe lo que hace.

Suelto, como si todo esto no me estuviera matando los nervios desde el principio. Unas palabras que salen de lo más profundo de mi hipocresía para con los demás.

–Lo dice el que hace unos instantes estaba por meterse a estorbar su pelea.

Escuchar ese comentario me da gracia. Si bien ella era una experta en combate, yo no me quedaba atrás, y esta forma de verme era precisamente culpa de mía por no demostrarle presencialmente la clase de persona que era la cabeza de los Miwra.

–Ya veremos.

Suelto esto al tiempo que saco la pistola de la canana. Mi más grande aliada había estado aguardando por mí desde hace un buen tiempo y era hora de demostrarles a los presentes la clase de asesino que entrenó Piero Miwra.

Con total calma apunto a mi objetivo y disparo. El ruido alarma a los observadores de la pelea, quienes se cubren a espera de que la bala se detenga en alguna víctima.

Esta no decepciona, pues se incrusta en la mano de Di Gati, quien suelta su pistola a raíz del dolor. Le había estado vigilando desde esa madrugada, a espera de un movimiento en contra de Laila.

Ethan saca de inmediato su arma, apuntando a Ciro, sin embargo, le detengo en esta ocasión con mi brazo. Esta vez tendrá que tragarse sus palabras y observar tras bambalinas.

–¡¿Qué diablos está haciendo?!

Me interroga mi víctima desde su posición, a lo que no me quedo callado, caminando en su dirección al tiempo que a punto con mi pistola.

–Cariño – Le llamo, provocando que me observe desde su posición – No te detengas por esto.

Le solicito, lanzándole un guiño, a lo que ella asiente, continuando con la pelea. Esto provoca que Yoshida se vea arrinconado a continuar.

Sabía que intentaría defender la posición de Di Gati en cuanto este hiciese un movimiento en contra de mi esposa, pero ninguno de los dos se lo permitiríamos.

Mi contrincante, al verse acorralado se decide por acercarse a mí, aun rodeado por mis hombres, quienes se vieron retenidos por Iker, Einer y Jairo, pues esta pelea me correspondía.

–Veo que tiene la intención de enfrentar a la facción Di Gati tan pronto en cuanto le hemos otorgado el símbolo.

Completa, intentando desviar las sospechas hacia mí, como si todo esto lo hubiésemos planeado desde el inicio. Suelto una carcajada al escucharle, después de todo, era más astuto de lo que imaginaba.

–Así es – Respondo, cargando el arma, apuntándole nuevamente – Los Miwra no nos andamos con amenazas a la ligera. Se lo advertí desde un inicio.

–Que entretenido – Suelta, reglándome una sonrisa fría acompañada por una mirada gélida. – Esto es subversión. Lo único que va a lograr con esto es que las familias más poderosas derriben ambas facciones antes de que se conviertan en un problema para la mafia.

Asiento ante su comentario, caminando directo a su presencia. La rabia me estaba subiendo por las venas.

–Es bueno ser temido por tan buenos cazadores – Le sigo el juego a espera que haga un movimiento – Lastimosamente no será así Di Gati. Ya que la futura cabeza de su clan acaba de amenazar a la Durga de Konan, apuntándole con su arma.

Señalo, observando como la sangre gotea sobre el suelo. Es satisfactorio ver como ese liquido no para de brotar de tan insignificante herida.

–Como su esposo ¿no esperará que me quede con los brazos cruzados, o sí? – Continúo, subiendo la mirilla hacia su frente – Me basta con apretar el gatillo e iniciar una rebelión contra la facción traidora de la mafia.

Completo, observando como su expresión cambia a una más calculadora. Es bastante claro que está ingeniándosela para contrarrestar mis palabras.

–No hay pruebas – Señala, abriendo los brazos y soltando su arma – La única persona que salió lastimada fui yo.

Suelto una burla llena de fastidio. No era para nada malo para pensar rápido y eso me alegraba como no tenía idea. Con un rápido movimiento observo la pelea de Laila, quien aún mantiene a Yoshida a raya.

Regreso mi atención en mi propia discusión, por lo que suelto el arma, dejándola caer así como lo hizo Di Gati.

–He sido yo quien decidió que saliera con una simple herida. Después de todo, quiero ver qué tan fuerte es usted.

Le enfrento, retirándome el saco del esmoquin. De esta forma me sentía más libre, y a pesar de que el símbolo aún me ardía como nunca, esto no me detendría. Mi contrincante parece disfrutar de la situación, por lo que no pierde el tiempo, lanzándose a mi ataque. Este lanza el primer puñetazo, el cual esquivo, y al igual que hizo Laila, me escabullo por un lado y lanzo una patada que le da directamente en el estómago.

Puedo escuchar como se queda sin aire tan pronto cae al suelo. Esa imagen era similar a la que había experimentado años atrás con Piero Miwra, el cual no tenía compasión alguna al momento de entrenarme a muerte.

–Levántese.

Le ordeno, a espera que ataque como es debido.

Conocía perfectamente el tipo de persona que era en batalla, pues el nombre de este hombre sobresalía en cada una de las reuniones anuales entre los clanes. La forma en la que estaba peleando era una mentira. Ciro Di Gati era un desalmado con sus víctimas, pero ahora mismo solo estaba haciendo tiempo.

–No me diga que sigue esperando a que ella aparezca – Suelto, provocando que este voltee para verme sorprendido – Ah, claro. ¿Es que no se aseguró de que Ainara Nakamura siguiese con vida después antes de que iniciara todo esto?

Le reprocho, dirigiendo mi atención hacia Yoshida, quien inmediatamente escucha esto, me lanza uno de sus cuchillos, no obstante, en esta ocasión soy capaz de moverme antes de que me toque.

Laila logra detenerle colocando un cuchillo sobre su cuello e inmovilizándole. Contaba con ella para lo que seguía, después de todo, habíamos movido nuestras fichas mucho antes de lo que estas personas imaginaban.

1
Angie Villamil
Muerte al viejo!!! 😡
Angie Villamil: JAJAJAJAJAJAJA
Hanna Touchi: JAAJAJAJA siiii, dejenlo morir... a morir a morir que se seque y amorir 🎶🎶
total 2 replies
&-miss chan-&
porfa no tardes en subir los cap
Hanna Touchi: No te despegues, pronto publicaré el siguiente cap. si gustas puedes seguir mi otro libro: Guerreros de Keval, Juro que te va a encantar /Heart/
total 1 replies
Oralie
😃Sigue, me tiene enganchada.
Hanna Touchi: Me encanta! no dudes que continuaré publicando, espera con ansias, pronto subiré el siguiente capítulo /Heart/
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play