Entre Mafias (Imperio Lombardi— I)

Cuando Maritza salió del hotel su corazón latía a mil por segundo, extrañaba tanto el roce de sus labios, su cuerpo lo llamaba a gritos, si no fuera por el estúpido de Scott dejaría que la cogiera ahí mismo. Se mordió los labios imaginándose todo lo que le haría. Al mismo tiempo agradecía que llegara a detenerlos, no quería saber más de ese hombre y menos si seguía igual de sexy.

*Ya deja de soñar\=Le Dijo burlón su amigo.

*Deja de decir estupideces\=Dijo sería pero su amigo sólo se echó a reír.

*¡Oh! Vamos Beckett, creí que eras más fuerte\=Le Dijo cuando bajaban del auto.

*Quieres que te deje cojo como la última vez\=Dijo amenazante y Scott se puso serio, en Inglaterra le había enterrado uno cuchillo en su pierna quedando en muletas por más de un mes.

*Sanguinaria\= Le dijo y se echaron a reír.

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Duraron los siguientes cinco días cocinando toda la merca para el mexicano, estaban ahí metidos día y noche turnándosen para descansar un poco, tampoco se habían vuelto hablar, se sumergió en el negocio y no quería pensar en nada más, por otro lado estaba su hermana que la hizo prometer que irían a la playa después de entregar la mercancía... La noche caía en la ciudad del pecado, mientras Maximiliano veía desde el gran ventanal como el casino estaba a reventar de personas, que apostaban hasta lo que no tenían, hasta que vio a la rubia; esa mujer que lo traicionó, que lo engañó y asesino a su hermanita pequeña, no sabía que era hija de Russo, su mayor enemigo, hizo lo posible para tenderle una trampa y lo consiguió. Sonreía satisfecho, nadie era capaz de meterse con el diablo, miró su nuevo tatuaje de calavera que le cubría su primer tatuaje siendo su mayor perdición. Era su turno de la venganza y para él hasta ahora comenzaba lo bueno. Se tomó su trago dio media vuelta para irse, tenía que reunirse con Maritza y Valdés, moría de ganas de volver a besarla, se había aguantado porque estaba muy ocupado.

Al llegar a las afueras de la ciudad en una fábrica abandonada rodeada de bosque, llegó Maritza con todos sus hombres dándole las instrucciones de lo que debían hacer, comenzaron a bajar todos los paquetes dejándolos uno sobre otro en una enorme mesa, mientras ella hablaba de cosas triviales con Scott y Parker. Comenzaron a llegar las camionetas negras de Máx, se enfureció cuando vio bajar a la modelo.

*,¡Acaso Es imbécil!!\= Exclamó Parker, no se podía permitir que nadie los viera o tendrían a todos los policías encima de ellos.

*Déjame yo lo arreglo \= Dijo Maritza estaba furiosa, como se le ocurría traer a una modelo para que viera toneladas de diferentes drogas.

Camino hacia ellos con la rabia saliendo por todos los poros de su piel, sacó su arma y les apunto, los hombres de Máx reaccionaron de inmediato, también apuntando a ella, sin embargo Maritza soltó una carcajada que estremeció a la rubia modelo. Tenía claro que si abría la boca era mujer muerta.

*¿Qué hace ella aquí?\=Dijo con calma

*Es mi novia Beckett, tiene que estar siempre conmigo\=Dijo máx tomando a la chica por la cintura y pegándola a él. Martiza volvió a reír con su risa macabra.

*Que ridículo te vez Maximiliano\=Le Dijo quitando el seguro al arma y disparó muy cerca de los pies de la modelo, que se puso blanca como un papel.

*Si llega hablar, el próximo tiró será en tu garganta, preciosa\=Volvió a decir, sin darle oportunidad de contestar nada dio la vuelta, se subió a su auto y se marchó a su mansión.

Maximiliano reía divertido por los celos de Maritza, soltó a la rubia de golpe, ya no la necesitaba más; tenía que volver a ganarse la confianza de esa mujer. Parker se le acercó puso la mano en su hombro y con toda la calma que lo caracterizaba le dijo;

*Tu eres mi socio, pero Mari es mi familia, no juegues con ella,, Maximiliano\=Dijo y se adentro a la fábrica a cobrar su dinero.

*Es ella quien juega conmigo y lo sabes\=Le Dijo caminando al lado de él, Parker sonrió de lado pero no dijo nada más

Eran las 3 de la mañana, la hora de los muertos, el casino ya había cerrado sólo tenía una sola clienta, que se sentía afortunada por conocer al dueño del lugar. Maximiliano entró con su elegante traje negro, dando pasos firmes y tranquilos. Paulina tenía una enorme sonrisa en su rostro que desapareció cuando volteó a ver al susodicho, trago con dificultad, ese era su fin, duró años escondiéndose de los Lombardi; cuando fue quien disparó el arma a la pequeña niña, Máx se enteró cuando investigó los lazos entre Santini y ella, Aún le faltaba encontrar a esa rata. Y de la única forma de atraparlas era poniendo trampas. Nada se le escapa de sus manos siempre iba un paso adelante de sus enemigos.

*Me encanta volver a verte "Pau"\=Dijo con sarcasmo sentándose frente a ella.

*¡¡Mi padre te matará si me llegas a tocar un pelo!!\=Chilló y Máx se echó a reír

*Cariño, no te tocaré\= Le dijo y antes de que hablara de nuevo descargo su arma en el cuerpo de la mujer, la miró por última vez ahogándose en su sangre, luchando por su último aliento hasta que murió.

*Que empiece la cacería\=Murmuró en voz baja saliendo hacia su pent-house.