Mi Flor De Acero

Manuel sintió mucho coraje por la expresión de su novia, talvez terminar su relación con ella era lo mejor para ambos, dio su examen y salió del colegio no quería darle la oportunidad a Fidelina Narváez de convencerlo.

Aunque su efe le dio el día libre para que él pueda estudiar y pasar de año, ingreso a su casa respiro profundo y se acostó en su cama.

Rino---: Vamos a playa.

Manuel----: No sé, solo quiero descansar.

Vilma---: Ve hijo, además tienes tiempo que no te divierte.

Manuel----: Está bien, pero nada de alcohol.

Vilma sonrió, hace ya de algunos días quería que Manuel y Eugenia salgan, Eugenia era una chica de la edad Manuel solo que sus padres tenían buen trabajo y su estabilidad económica era una de las mejores del barrio.

Eugenia---: Manuel al fin te decides por venir junto a nosotros.

Manuel----: Si vecina decidí venir con mi primo.

Eugenia---: Listo nos vamos, mi papi nos llevará y ahí estarán mis primas

Vilma tenía toda la esperanza que Manuel se interesará en ella, tampoco quería que su hijo escoja cualquier mujer o que tenga una mala experiencia igual que sus hermanos, al llegar a la playa Eugenia no dejaba de insinuar le cosa, que a Manuel no le gusto, a él le gusta las chicas tranquila e inteligente.

Rino---: Oye, Eugenia como quete coquetea mucho y tú eres un quedado que no bola le paras.

Manuel----: A mí no me gustan las chicas así, Eugenia es bonita pero no es para mí.

Rino---: Aparte de pobre especial.

Manuel----: No es eso, la mujer que quiero para mí debe ser sencilla, tranquila y sobretodo inteligente.

Manuel cerro sus ojos y la imagen de María Mera llegó a su mente, sacudió la cabeza en señal de negación, mejor decidió ir a nadar para evitar que la imagen de María Mera invada otra vez su mente.

Eugenia---: Rino, seguro que Manuel no tiene novia o es gay.

Rino---: En el colegio si tiene novia, pero creo que terminaron.

Mientras tanto en finca de los Mera, Martha ingresaba a la habitación de María, miró a los libros y empezó a dañar hoja por hoja, María al verla como destruía su libro la empujó sobre la cama, no iba a permitir que destruya sus cosas que le ha costado tanto mantener.

Martha---: Esto se lo voy a decir a mi mamá.

María---: ¿Por qué me odias tanto, Martha? Porque tienes ese odio sin razón hacia mi.

Martha---: Te odio con todo mi corazón, sabes querida hermanita, tú fuiste la culpable que mis padres se separaran, tú y solo tú eres la culpable de que me criara lejos de mi madre, mientras tú tenías todo el amor de ella y de mis hermanos yo sufría, tú tienes lo que es mío, tú debiste morir ese día, así como te odio yo, te odia mi padre.

María---: No me interesa el amor de tu padre ni el tuyo... Martha yo no tengo la culpa de nada por favor no te metas con mis cosas

María terminaba de hablar y Felipe hizo su presencia en la casona, Martha al percatarse que Felipe había llegado corrió hacia el y lo abrazaba mientras lloraba.

Felipe---: ¿Qué pasa Marthita?

Martha---: Quería ayudar a mi hermana con el aseo de su habitación y ella me maltrato, me empujó a la cama y quería golpearme.

Felipe la abrazo en señal de consuelo y luego ingreso a la habitación de María para reclamarle el supuesto maltrato que ella le había hecho a Martha.

Felipe---: ¿Por qué quieres golpear a Martha? Es porque tienes mucha habilidad, golpeame a mi María desfoga tus celos golpeandome te criamos bien no es para que actúes como una niña como me has decepcionado.

María---: Tengo mi conciencia tranquila la única que miente es ella.

Felipe---: Hablaré con mi madre para que no vuelvas a entrenar más (se va)

Maria quería llorar y gritar pero su fuerza de carácter decía desde el interior que no llore que no muestre debilidad y mucho menos mostrarle a su hermana que ella está venciendo porque la única débil es Martha Tubay no ella.

Felipe se quedó consintiendo a Martha y a esperar a su madre según él tenía que terminar con todo el supuesto celos de María, mientras tanto María tenía que ayudarle a su madre ingreso a la cocina y se puso a preparar los alimentos para la merienda, cuando Fidelina llegó del trabajo encontró a Felipe que estaba platicando con Martha.

Fidelina---: Hijo estás aquí.

Felipe---: Como estás madre, estoy esperándote hay que hablar de María.

Fidelina---Qué tiene mi hija?

Felipe---: María está pasando por un proceso de celos, tiene celos de Martha y eso no está bien, María entrena Judo y eso puede ser peligroso para Martha.

Martha---: Mami quieres agua, te lo traeré.

Martha ingresa a la cocina donde estaba María cocinando pero ella escuchaba todo lo que su hermano y su mamá conversaban, aunque le dolía su corazón no mostraba dolencia en su rostro ningún signo de debilidad.

Martha---: Jajaja, ya escuchaste ellos creen que eres peligrosa (se acerca a la comida) que es esto ni creas que comeré eso.

María---: Que vas a hacer deja eso.

Martha---: Esto es un seco de pollo, esto está asqueroso (lo tira al suelo y grita) no hermanita porque me tiraste eso hirviendo.

Fidelina---: Marthita... María que has hecho (desesperada).

María---: Yo no hice nada, mamá lo juro.

Felipe---: Estás loca, como puedes quemar los pies de tu hermana, eres un monstruo

Felipe cogió a Martha en peso y la llevo hasta la sala para poder curar.

Felipe---: Mírame Martha que fue lo que pasó.

Martha---: Yo fui por el agua de mi mamá, pero María escucho lo que ustedes decían y me echo la culpa de todo y cuando quise regresar ella tiró la olla al piso y me quemó.

María---: No es cierto, eres tú quien me quiere perjudicar.

Fidelina---: (abofetea a María) Cállate entonces Martha es una mentirosa.

María---: Yo soy mentirosa madre, nunca en mi vida te he decepcionado siempre he Sido una hija ejemplar para que tú te sientas orgullosa de mi, ojalá algún día descubras la verdad.

Fidelina---: Lárgate...quiero que te largues de mi casa eres un monstruo no te quiero volver a ver más lárgate (la empuja).

Fidelina se segó tanto en la desesperación y en el coraje que no midió sus palabras, lo único que vio fue a una hija débil y a otra maltratadora, por su parte María camino sin parar llegó hasta la cancha de indor se sentó al ver a jugar a los niños que le hizo recordar cuando hace más de cinco años ella jugaba en aquel lugar con sus amigos donde ella era feliz muy feliz, ahora no sabía dónde ir ya que su madre la había votado de la casa, tampoco quería ir a la casa de una de sus hermanas porque temía que ellas tampo le creyera, reviso su bolsillo solo tenía 20 sucres, camino hasta el río porque se acordó que ahí había una cueva donde ella jugaba mientras su mamá lavaba.

Cuando ella llegó a la cueva, se sentó y lloro ahí no había nadie quien la vea débil y vulnerable.