La Hija Del Capo Mayor.

...Narra Patricia....

Sentada en el sillón cerca de la ventana, terminando de fumar el Milésimo cigarro. Con una simple bata que cubre mi cuerpo semidesnudo.

La mirada perdida hacia afuera del departamento. Siento ese fuego invisible recorriendo mi cuerpo.

Es veneno que se apodera de mi sangre y me va matando lentamente. Sin los besos y caricias de Maximiliano mi vida no tiene sentido.

Me he acostumbrado tanto a él. Es el aire que respiro, el agua que bebo, y sol que calienta mi cuerpo. Es todo.

Le entregué mi vida entera. Fue el primer hombre al que le entregue mi cuerpo. Esperaba que se diera cuenta de eso y me amara tanto como yo lo amo a él.

Cuando pensé que eso sucedería aparece ella. Una maldita mujer que me lo arrebata sin esfuerzos.

Creía que yo sería la candidata perfecta para convertirme en su esposa. Me hice tantas ilusiones. Mi mente y corazón fantasearon tanto com ese momento.

Me imaginaba siendo la madre de sus hijos. La mujer a quien presumiera en sus fiestas.

...¡Todo se fue al coño cuando apareció esa maldita mujer!...

¡Juró que pagará caro haber llegado a la vida de Maximiliano! Ese hombre es mío. He sacrificado tanto por él.

______ Señorita Patricia, el desayuno está listo. Usted me dice cuando lo sirvo.

La voz de la sirvienta me hicieron volver a la realidad. Desvíe un poco la mirada hacia donde estaba ella de pie.

______ No ha llamado el señor Maximiliano.

Todavía guardaba la esperanza de que lo haga.

______ No, señorita. La que llamo fue su amiga Brenda. Dijo que venía para acá. ___ Contestó la empleada.

______ Traeme el celular que tengo en mi habitación. Estoy esperando una llamada muy importante.

La sirvienta se retrasa y al poco tiempo me trae el celular. Era un número de celular que nadie tenía. Solo lo usaba para cosas importantes y muy delicadas.

Mantuve el celular pegado en mis manos, en espera a que me llamen.

Escuché que llaman a mi número de siempre. Una sonrisa iluminó mi rostro. Anhelaba en mi alma que fuera Maximiliano y me diga que vaya a verlo.

No lo pensaría dos veces para correr a su lado. Necesito de sus besos, que me haga el amor como solo él sabe hacérmelo.

Sin embargo, después de la última vez que nos vimos en su oficina, no ha vuelto a buscarme. Su frialdad e indiferencia, son como látigos golpeando mi corazón.

Soy capaz de volver a ponérmele de rodillas delante de él. Suplicarle un poco de su amor.

Cerré un momento los ojos, apretando el celular en mis manos. El dolor en mi pecho se volvía más grande cuando escuche a la sirvienta decirme.

______ Señorita Patricia, le llama su amiga Brenda.

Abrí los ojos, extendiendo mi mano para tomar el teléfono.

______ Hola, Brenda. ¿A qué debo tu llamada?

_______ Hola, cariño. Le informé a tu empleada que iría a verte. Pero, se me presento algo imprevisto y no podré ir.

_____ Mmm, es eso...

_______ Me parece bien que no vengas a verme.

______ No tengo ganas de ver a nadie. Así que no importa.

______ Patricia te escuchó tan diferente. Sin ánimos de nada. Tan alejada a la mujer que eras hace una semana. ___ Me dice Brenda con preocupación.

_____ Voy a terminar la llamada. Estoy esperando una llamada muy importante de México.

Antes de que Brenda me pregunte más, colgué. A los pocos segundos entró la llamada que tanto había esperado.

Una sonrisa apareció entre mis labios, por fin sabré todo de esa Mexicana. De inmediato, deslicé mi dedo por la pantalla.

_____ Hola. ___ Saludé ansiosa.

_____ ¿Patricia Rossi?

____ Sí, soy yo... Llevó días esperando su llamada.

Me puse de pie, abriendo la ventana. Salí al balcón, a tomar un poco de aire.

______ Tengo toda la información de la señorita Paola Gómez. Le aseguro que vale mucho.

_____ Se la puedo enviar a usted, si quiere. Pero, claro, todo en esta vida tiene un costo.

______ La cifra que quiero se la envío por mensaje. Entre más pronto me deposité, más rápido, sabrá a quién tiene de enemiga.

El maldito hombre me colgó, enviándome por mensaje la cantidad de dinero que deseaba.

Era una fortuna la que me pedía. Aun así no lo pensé dos veces para enviarle la mitad de mis ahorros, solo espero que valga la pena.

Las horas pasaron y pensé que me había estafado. Esperé hasta casi caer la noche. De pronto me llegó un correo electrónico con toda la información.

Corrí a mi computadora, abriendo el correo electrónico. Ahí estaba toda la información de esa maldita.

Leí todo con mucha atención. Al terminar de leer todo, una gran sonrisa se apoderó de mis labios. En mis manos tenía una arma, la cual debía usar con mucho cuidado si no quería que me explote en la cara.

Guardé todo en una memoria USB, la llevé a mi recámara y la guardé en la caja fuerte.

..."Ni sueñes querida en casarte con mi hombre"...

^^^"Traeré a tus enemigos a tu boda. Veré con mis propios ojos, como te arrebatan la vida por meterte en medio de Maximiliano y yo"^^^

Felizmente, fui a darme una ducha. Repentinamente, me volví a sentir muy feliz. Tenía hambre y muchas ganas de que los días vuelen.

Estaba ansiosa de que llegue el día de la boda y ver con mis propios ojos, morir a eda perrita.

Me quité la bata que llevaba puesta desde la mañana. Fui al interior del baño y preparé la tina.

El agua era deliciosa, tibia y relajante. Pasé un rato en el agua. Disfrutando de mi futura victoria.

Ahora sí esa niñita estúpida va a saber quien soy yo...

..."Nos vemos en el infierno, cariño"...

A la mañana siguiente.

Me desperté temprano, haría mi primer viaje a México. Necesito conversar muy seriamente con la mujer que me ayudará a quitar a esa niñita de mi camino.

Vamos a ver hasta cuando le dura el gusto de sentirse superior a mí. Vamos a comprobar quién es más mujer para Maximiliano.