Es la historia de un amor Asexual, un tributo al romance, Helen y Davis tendrán una relación fuera de lo común, dónde el sexo no se hace necesario para expresar los sentimientos ni el deseo mutuo.
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CAPÍTULO XXIV: UNIDOS PARA SIEMPRE.
Llegamos del viaje y regresamos con nuestros hijos, lo primero que hice fue preguntar si no hubo novedad en mi ausencia, especialmente entre Lían y Loren, antes de irme tomé mis precauciones y los deje al cuidado de Lisa, pero al parecer mi hermana tenía algo que contarme, me pidió hablar a solas.
—Creo que estamos cometiendo un error con esos chicos—Dijo Lisa.
—¿Por qué lo dices?
—Lo único que les falta es besarse, casi se comen con la mirada, se las pasan coqueteando uno al otro, aún no asumen que son hermanos.
—Si tienen un trato muy cariñoso, pero confió en ellos, que no se pasaran de la raya.
—Dices que unos adolescentes puedan controlar sus impulsos carnales—Replico Lisa.
—Yo confié en ellos.
—No estoy de acuerdo contigo, lo he pensado, tenemos que separarnos, me voy de la ciudad con mi nuevo novio hermana—Comento Lisa.
—No sería tu novio sino tu amante.
—No tienes porqué ofender.
—Lo siento, no es mi intención, pero tú mereces un hombre que sea solo tuyo y no uno compartido.
—Tú mejor que nadie, tienes que entender que en el amor es difícil decidir a quién amar.
—No trato de juzgarte, solo digo que mereces algo mejor.
—Pero bueno, esa es mi vida y lo importante aquí es Loren.
—Sabes que le romperás el corazón a tú hija.
—Es lo mejor para ella, es peor que salga embarazada de su hermano—Replico Lisa.
—No creo que lleguen a eso.
—Y sí pasa, vas a querer que aborte, un pecado más para ella, si sería un trauma imborrable.
—No sé qué decirte.
—Crees que Lían no puede tener una erección con ella—Insinuó Lisa.
Ya no supe que alegar y literalmente perdí el caso, ya estaba decidido que tendrían que separarse, me toco decirle a mi hijo, lo cual no acepto e inmediatamente trato de convencer a mi hermana que no se la llevara
del apartamento.
—Tía no tienes que llevarte a Loren.
—Sí, es mi hija y adonde vaya yo, ella ira también.
—Por qué haces esto—Pregunto Lían.
—Este apartamento se quedó pequeño y necesito espacio. En este punto me vi forzada a intervenir a favor de mi hijo.
—Hermana, pero si quieres vendemos el apartamento y compramos una casa más grande.
—No, ya tengo un apartamento—Vocifero Lisa.
Después de esa última respuesta antes de un
Intercambio de palabras ofensivas, le tomé la mano a Lían y nos apartamos de la presencia de Lisa.
Dos días después, mientras cenábamos todos en familia, Davis dio la noticia, que nos queríamos casar, pero las reacciones fueron inesperadas, en su mayoría de oposición.
—No me parece correcto, están en contra del amor de Loren y Lían y ustedes se quieren casar, se criaron como hermanos y legalmente son hermanos—Comento
Hannah.
—Hija es un caso diferente, no tenemos la misma sangre, pero ellos sí—Le dije a Hannah.
—Pero lo supimos hace poco—Intervino Loren.
—Hermanos saben que los amo, pero esto es
demasiado—Expuso Lían.
—Pensé que entendían, creí que tenía una familia comprensiva—Alegué en forma de queja.
—Yo también pensaba eso—Replico Lían.
—No vengas con eso, tú mamá ha sido muy
comprensiva—Dijo Davis.
—Lían aquí lo importante es hacer lo correcto—Afirmo Lisa.
—¿Qué es lo correcta mamá? —Pregunto Loren.
—Que tienes que entender que Lían es tu hermano—Respondió Lisa.
—No es mi hermano es mi primo.
—Mi sobrina querida, el que niegue algo, no quiere decir que no exista o sea algo real, la realidad, es que Lían es tu hermano—Argumento Davis.
En ese momento Loren se levantó de la mesa, con cara de molestia y Lisa se fue tras ella, entonces le hablo de forma airada.
—Ya me tienes cansada con ese tema, que quieres cogerte a tu hermano.
—Tú no entiendes, no sabes nada del amor, por eso estás sola—Grito Loren.
Las palabras de su hija enfurecieron a su madre y rápidamente le soltó una fuerte bofetada y la tomo por el cabello; la estremecía de un lado a otro, ella largo el
llanto y gritaba “¡Suéltame mamá!”, al ver lo que ocurría, no me quede sin hacer nada y fui en ayuda de Loren, pero a mi hermana no le gusto que me metiera y así comenzó una fuerte discusión entre nosotras.
—No te metas, ya estoy harta de este tema.
—No es la manera de tratar a tu hija.
—No es tu problema.
—Si porque es mi familia.
—No, porque ahora te quieres casar y renunciar al apellido Smaiker—Insinuó Lisa.
—Yo no he dicho eso hermana.
—No me hagas reír, quieres que Loren sigas tus pasos.
—Te equivocas, está mal.
—Hoy mismo nos iremos.
No tienes que irte, por favor no rompas esta familia.
Termino la tensa discusión y Lisa se dispuso a empacar para irse del apartamento, mientras yo consolaba a Loren, que no paraba de llorar, apenas siendo tan joven, tenía que pasar por todo ese dolor, una hora después, las maletas estaban listas y llego el momento de la separación, le pedí por última vez a mi hermana que no se fuera pero fue inútil, mi joven sobrina se aferró a mis pernas y me suplicaba que no dejara que su mamá la llevara, lo que me conmovió profundamente y le dije “Escúchame una cosa hermana, todo estos años esta niña ha tenido que sufrir tu ausencia como madre y yo he estado allí, para cuidarla y darle el cariño que tu no le dabas, por eso no puedo permitir que te la lleves”.
—Como así, puede que no he sido una madre muy atenta, pero ella es mi responsabilidad—Argumento Lisa.
—No seas hipócrita, tú nunca ha querido ser madre, ninguno de tus embarazos fue planeado—La acusé directamente.
—No tienes que decir eso, soy su madre y eso es lo que importa, Loren ven aquí vámonos.
—No me iré—Grito Loren
Lisa se enfureció tanto que intento tomarla por la fuerza de mis piernas, pero se lo impedí, tanto era su impotencia que comenzó a llorar, no la veía derramar una lágrima desde la partida de mamá.
—Hija solo quiero lo mejor para ti—Declaro Lisa.
Ante todo, eso, Davis, que trato de mantenerse al margen y de tubo a Lían para que no interviniera, me dijo “Ya está, por amor a la paz. Que diría mamá, Lisa está en su derecho, Helen siempre puedes visitar a
Loren, verdad hermana”.
—Si claro—Contesto Lisa.
Después de escuchar a mi amor, me rendí y dejé la disputa con Lisa por Loren, le prometí a ella que siempre la visitaría y que podía ir a ayudarme con la pizzería.
Al día siguiente extrañaba a Loren y no dudamos en irla a visitar y así pasaron los días, tal vez fue lo mejor para ellos estar separados; me dedique a disfrutar de mi familia, a tras habían quedado los días llenos de incertidumbre, me sentía afortunada al despertar todos los días con el amor de mi vida y tener dos hijos hermosos, pero había un tema en la mesa; casarme, para mí no era necesario le pregunte a Davis y su
respuesta marco mi vida, vivamos “COMO SI
FUÉRAMOS NOVIOS”, no haría falta más, nuestra historia tuvo un final feliz.
*FIN*.