La Hija Del Capo Mayor.

...Narrador...

Paola forzó una leve sonrisa amarga entre sus labios rojos. Sabía bien que lo que decía su madre podría ser verdad.

Nadie escapa de un mundo de sangre, solo muy pocos lo han hecho. Son aquellos que han traicionado a su familia y les han dado la espalda.

Se han unido a la policía o a los enemigos. Lamentablemente, Paola no era uno de ellos. A pesar de todo, amaba a sus padres. No sería capaz de darle la espalda.

_____ Quizás tengas razón, madre.

______ Pero, si un día tengo hijos, no los voy a intercambiar por poder.

Giró su cuerpo, caminando al interior del centro comercial.

Marcia observó la espalda recta de su hija. Aunque, Paola se negara aceptarlo, el destino de sus hijos estaba marcado al igual que el de ella.

Eso pronto lo sabría...

La chica caminó sin detenerse hasta entrar a una boutique. Los vestidos en la entrada le llamaron mucho la atención.

Todos eran hermosos vestidos de novia. Era una tienda de alta costura que se especializaba en vestidos de alta gama.

..."Faltan sólo unos días para mi boda con Maximiliano....

..."Y, no he podido buscar el vestido que voy a usar. Si espero a que me lo compre. Maximiliano escogerá un vestido similar a este que llevo puesto" _ Pensó Paola....

La chica recorrió con la mirada todos los vestidos que se encontraban en la entrada de la tienda.

Hubo uno que le llamó mucho la atención.

El vestido que tanto le gusto a Paola; era largo, ajustado al cuerpo, con gran escote de corazón, un solo tirante grueso y uno delgado. Un poco transparente.

______ Maximiliano se morirá cuando me vea vestida de novia. ¿Será capaz de arrancarme el vestido de novia delante de tantos invitados? ___ Se preguntó Paola.

La sonrisa en sus labios iluminó su rostro. Al ingresar a la tienda, fue atendida por una de las vendedoras.

______ Buen día, señorita.

_______ Veo que le ha llamado la atención el vestido de novia. ____ La vendedora voltea a la misma dirección que Paola.

______ Sí... ¿Podrías mostrarmelo?

Al ser un vestido tan exclusivo, la vendedora lo pensó por unos segundos.

_______ En un momento se lo traeré.

La vendedora se alejó de Paola, sin pedirle permiso a nadie, fue a traer la llave de la vitrina.

Sacó el vestido que valía miles de dólares y se lo llevó a Paola. La chica pasó los dedos de su mano por la fina tela.

Era el vestido perfecto para su boda. La chica sonrió, tomando por completo el vestido de las manos de la vendedora.

_____ Iré a probármelo.

La vendedora no dijo nada, dejó que Paola fuera a probarse el vestido. Al poco tiempo salió de los vestidores, dejando a su madre impactada.

_____ ¡WOOOW!

_____ Te ves espectacular. ¡Una diosa!

Paola volteó a verse al espejo. Sus lágrimas cayeron de sus ojos azules. No podía creer lo hermosa que se veía vestida de novia.

Ese vestido blanco superó todas sus expectativas.

______ ¡Lo amo! ¡Lo amo!

Paola pasó sus manos por el vestido. Quedando enamorada de él. Al que no le iba a hacer nada de gracia, era a Maximiliano.

Él prefería un vestido más discreto, un vestido clásico. Que solamente mostrara sus manos y su cara.

El cual no tuviera tanto escote. Ya que a la boda irían muchos hombres. Todos sus amigos y conocidos.

Ante mano sabía que su mujer era muy hermosa y donde quiera que iba se robaba la mirada de todos.

_______ Lo quiero. ____ A Paola no le importaba pagar miles de dólares por un vestido de novia.

La sonrisa en los labios de la vendedora se hizo enorme. Había hecho la mejor venta de toda su vida.

Todas las mujeres preferían algo más discreto para su boda. Algo antiguo, clásico. Así estaban acostumbradas.

______ Ha comprado una joya de vestido. Pareciera que fue diseñado para usted, señorita.

______ Sí, es el vestido más bello que he visto.

_____ Me imaginó que pondrá mi prometido al verme...

_______ Quedará aún más enamorado de usted, señorita. ___ La vendedora siguió halagando a su mejor clienta.

______ ¿En cuánto tiempo está listo? ____ Al quedarle un poco grande de la cintura, necesitaban hacerle unos arreglos al vestido.

______ En menos de dos días...

La vendedora espero a que Paola se cambiará.

Al salir de la tienda, fueron a otras más. Todas eran tiendas de alta gama, cada vestido que Paola compró valía una fortuna.

No seria la esposa de cualquier hombre. Era Maximiliano Ferrechez. Debía estar la altura. Además, convivir tanto tiempo con Camila, aprendió mucho de ella.

Marcia compró poca ropa. El departamento donde vivía era muy pequeño, así que no podía comprar tantas cosas.

Cansada de vivir ahí, intenta convencer a su hija de hablar con Camila.

______ Cariño, ya se te pasó el enojo conmigo. Convence a tu amargada suegrita de que me deje quedar en su mansión.

Paola gira a ver a su madre. No haría nada para convencer a Camila de permitir que su madre se vuelva a mudar a la mansión Ferrechez.

______ Mamá, creo que no te ha quedado claro una cosa.

______ Te lo voy a volver a explicar a ver si esta vez si entiendes.

______ La señora Camila no te soporta. ¿Por qué te gusta vivir en un lugar donde no te quieren?

Martina levantó una ceja, contestando con total sinceridad.

______ Me gusta amargarle la vida a las personas con mi presencia...

Paola soltó un profundo suspiro.

______ Solo te haces daño a ti misma con esa actitud.

Mientras madre e hija conversaba, un par de ojos marrones no les quitaba la mirada de encima.

..."Muy pronto esa sonrisa dulce se borrará de tus labios"...

Patricia que había ido a comprar un vestido, miró a lo lejos a Paola y su madre. Al ver todas las bolsas que llevan los escoltas de Maximiliano, su corazón se quema de celos.

Nunca había sentido tanto odio por una mujer. Era consiente de que Maximiliano tenía muchas amantes, pero, con ninguna se había portado como con Paola.

Patricia se alejó antes de que alguien notara su presencia. Subió a su coche y se alejó del centro comercial.