Quiero Amarte - Libro 2

Samantha y yo los quedamos en la cocina cocinando mientras hablamos de lo que habíamos, hecho en todo el día, pero a decir verdad su nerviosismos no era de pasar de ser percivida. Ella tiene la costumbre de no hacer contacto visual cuando intenta mentir, cree saber que no me doy cuenta pero sus manías ya me las se.

Me siento en la mesa y me quedo mirandola mientras que ella busca la manera de evadir mi mirada y la conversación pendiente, hasta que cierro la llave de la cocina y hago que me mire sujetando la del brazo.

Ella sólo agacha la cabeza, pero con mis dedos levantó su cabeza desde el mentón, sus ojos cerrados son besados por mis labios, pero sus manos me sujetan de la cintura haciéndome sentir completamente sumisa.

—¿Que es lo que tienes que decirle? — ella se quedó helada.

—No quiero que te enojes, por favor. — imploró.

—Entonces dímelo y espera a los reacción. — suspiro, y antes de continuar me beso.

—Se que tus abuelos pidieron verte, se que la condición de su padre empeoró y se que ahora tienes la responsabilidad de estar al frente de la compañía de tu padre. — confesó, apenada.

—¿Como lo supiste? — pregunte tranquila.

—Tu padre y el mío, acordaron un trato hace 7 años que cuando uno de ellos estuviera en condiciones complicadas, el otro ayudaría... — informó, jugando con los dedos.

—¿Pero...? —

—Tu abuelos, llegaron a un acuerdo matrimonial con la familia Flammer... — por segundos deje de pensar.

—¿De que estas hablando? —

Samantha dejó de mirarme y sólo agachó la cabeza, apoyando su frente sobre mi pecho, comenzando a llorar acarisio su cabeza para consolarla, eso provocó que entendiera la situación.

No dejare que la familia de Theo interfiera en mi felicidad no dejare que ellos manejen la empresa que mi padre tanto le costó conseguir, mis abuelos tomaron la vida de mi padre, como si fuera suya y vivieron por a través de él. Ellos no harán eso conmigo.

Ahora se que lo diente ella, el miedo de perderme por un matrimonio arreglado, el poder del dinero, los negocios por encima del corazón. Y el miedo real, llegó a mi cabeza.

Nos quedamos unos minutos muy largos, nos separamos luego de darle algunos besitos, en su cabeza y sus labios, para consolarla para darle a entender que yo estoy con ella y ella conmigo.

—Bon... ¿Te quedaras conmigo? — me susurró al oído, cuando me abrazo por atrás.

—Hasta que las flores de loto, dejen de crecer. — Respondí dándome vuelta, para besarla. — No vas a poder liberarte de mi tan fácil, Samuel Cho. —

—Soy Samantha Cho, un gusto. — ella se aleja y me estira la mano.

—Bonnie Stuart. — estrecho su mano con la mía.

—Hermoso nombre pequeña. — alago girando mi mano y dándole un beso. — Quisiera conocer sus más profundos deseos. —

—Eso no le se tan fácil, tendrá que poner mucho esfuerzo. — respondí pícara.

—Me gustan los desafíos. —

Se acercó para besarme, poniéndose entre mis piernas para intensificar el beso.

Aún que quería pasar el beso a mejor plano, Jay nos interrumpe pidiendo nos para que fuéramos a la sala en donde nos están esperando.

Nos miramos, desconcertadas y completamente confundidas. Me bajo de la mesada y lo primero que hago es acomodar me la ropa y el cabello, temo que sean los chicos.

Salgo por la puerta, Samantha por otro lado de adelanto a salir, pero en el pasillo escuchó su voz con un tono grueso y molesta, como si no le agradará a la persona que tiene enfrente.

—¿Sam que sucede? — cuando llegó a la sala, me topó con los ojos de Theo. — ¿Theo? —

—Hola futura esposa. — agregó con autoridad.

—Creo que tu te llevaste todo el odio, que tenía para Samuel. — respondí.

—Oh, me encanta cuando te pones rebelde. — agregó con sarcasmo. — Disculpa, danos privacidad...—

—¿Que es posible que quieres Matheo Flammer? — pregunto Samantha cruzándose de brazos.

—Que te fueras, fenómeno... Perdón fenomena.— alzó una cena mirandola.

—Tranquila Sam, estaré bien. — me acercó a ella para besar.

Se que a Theo no le gusta que me besé con ella, pero voy a defenderla las veces que quiera, como ella hace conmigo. Ese beso se profundizó cuando Samantha comprendió mi objetivo, sus manos aprovechan para sujetar mi trasero y estrujarlo como Dios le dio a entender.

Cuando Samantha se fue y Theo aprovechó para sentarse un poco más cerca de mi. Me cruzó de piernas para poder verme más seria pero sólo consigo hacer que Theo no deje de mirarme la piernas.

—Si no habla me iré. — levantó la vista.

—Quiero que nos casemos. — sugirió de manera repentina. — Y no creo que estés en condiciones para negarte piensa en tu padre. —

—Hablas de mi padre o nos desconocemos. — amenazo manteniendo la distancia.

—Sabes una cosa Bonnie, siempre supe que terminaría nos juntos, de una forma uo otra. — frunzo el ceño.

—¿De que estas hablandol? — este riesgo, y se tira hacia atrás pasando sus manos por detrás de su cabeza. — ¿Theo de que estas hablando? —

—Que las dos familias más grandes de Shanghai, pelearán por la mano de una niña... — agregó, sujetando mi mano. — A pesar de haber llegado a un acuerdo, con la tercera familia. —

—¿Los Cho y los Flammer? — asiente, lanzándole un beso. — ustedes pueden arrancarse la cabeza, yo me quedaré con Samantha. —

—Como digas, pero tus abuelos están a cargo de tu vida hasta los 25, es lo que tú padre describió en su testamento... — esa noticia provocó que el estómago me diera vueltas.

—Eso yo no lo.... — me interrumpe.

—Por supuesto que no lo vas a saber, ese testamento se lo dicen a los ancianos de las familias... Y como no tengo abuelos, mis padres fueron al frente de la situación

— se levanta del sofá.

Camina en dirección a la puerta y Samantha se acerca, supuse que no se marchó del todo, sus ojos triste me hablando de una manera que yo sola puedo entender. Theo se detiene para mirarla y luego de mira a mi.

—Mañana te vendré a buscar. Ponte algo lindo. — hablo.

—No vuelvas. —

—Bonnie, si no vengó yo vendran tus abuelos. Y será peor para Samuel. — me levanto para acercar a ella.

Se terminó por ir y el silencio que tanto me costo acostumbrar, tomó vida completamente en la casa, Samantha sólo me mira le sonrió y ella comienza a caminar en dirección a la habitación.

—Sam no te vallas. — la sigo.

Llega a la puerta y cuando la abre la empujó, haciendo que caiga sobre la cama, boca arriba. Me subo encima, pero lucha contra para quitarme de encima, me resisto de igual manera, pero en un solo movimiento ella ahora está encima de mi, sosteniendo mis manos por encima de mi cabeza. Sus ojos llenos de lágrimas, y su cuerpo temblorosa. Me siento culpable.

—Bonnie, estoy contigo. — hablo, para luego besarme.