MI RANCHERO ERMITAÑO

(Le hablé al señor Carlos y le pedí permiso para quedarme con mi abuelo el resto de la semana y si, me dijo que me tomara el tiempo que ocupará para acompañarlo. En muy poco tiempo he llegado a amar a este señor que para mí era totalmente desconocido y ahora no concibo mi vida sin él, lo que lamento mucho es no haberlo conocido antes y todo por estupideces, pero ni modo ahora estamos juntos y quiero disfrutar de su presencia al máximo).

--Hola.

--Hola Omar.

--Lo siento.

--Tú no tuviste la culpa de nada, fue el otro quien te atacó y mírate como te dejo, lleno de moretes y se te hincho ese ojo.

--Si, tu novio sí que pega fuerte.

--No es mi novio.

--Él dijo que sí.

--Pues te mintió... No lo es.

--Que bueno.

--¿Qué dijiste?.

--Nada.

--Salte que mi abuelo no te vea así porque se puede preocupar.

--Si, yo estaré afuera.

--Ponte hielo en el ojo.

--Sí.

--Par de tontos.

--Si son tontos, pero también están locos por ti.

--Abuelito lo viste.

--Si, quedo muy mal espero que se haya defendido y que el otro esté igual.

--Tus porras son para Omar verdad.

--No, solo que se ve muy mal y espero que el otro esté peor, si no yo le daré una paliza, ya que me recupere.

--Hay abuelito que cosas dices.

--¿Cómo te fue? Espero que otra vez me hayas traído buenas calificaciones.

--Claro que si abuelito, me encanta la carrera que elegí y aparte tengo un sistema para estudiar infalible y me ayuda a sacar las mejores calificaciones del salón.

--Que bueno, que te guste mucho tu carrera.

(Entra Alberto a revisarlo y tal parece que todo está muy bien con el porqué ya nos podemos ir a casa con la recomendación de hacer reposo lo más que se pueda si no que reposo absoluto).

--Déjese consentir porque tiene que guardar mucho reposo y no hacer mucho esfuerzo.

--Si yo me encargo de que haga caso.

--Ya viene el cumpleaños de mi niña y quiero estar bien para ese día.

--¿Cuánto falta?.

--Cuatro días.

--Bueno si guarda el reposo debido estos días podrá estar en la fiesta de cumpleaños de su nieta.

--Abuelito yo no quiero fiesta, es más yo no celebró mi cumpleaños ya sabes por qué.

--Lo sé hija, pero yo quiero celebrar tus cumpleaños de ahora en adelante todos lo que pueda, algún día ya no estaré para eso y quiero consentirte.

--Pero...

--No, por favor déjame hacerlo sí, dame esa alegría.

--Ok... (Yo no celebró mi cumpleaños porque ese día hace veintiún años murió mi madre, ese día exacto donde cumplo años, en vez de celebrarlo siempre me pongo triste y sentimental porque es la fecha de mi nacimiento, pero también es la fecha de la muerte de mi madre, así que no lo celebró).

--Jamás te voy a reprochar nada hija tú eres la menos culpable de todo aquello y yo menos que nadie te culpa, así que desde ahora haremos una gran fiesta por tu cumpleaños y los pasados que no has celebrado.

--Está bien abuelito lo que tú digas.

(Nos fuimos directo a casa y al llegar ya estaba Javier esperándome y la verdad no tengo ganas de verlo).

--Hola Javier.

--Hola yo quería disculparme por lo de hace raro y...

--No estás golpeado.

--No.

--¿Omar que paso?

--Me agarro por sorpresa y se me echo encima, no pude hacer nada.

--Si como no, vamos muchacho ayúdame y dejemos a estos dos que hablen a solas.

--Si, señor.

--Lo siento Valeria, pero cuando lo vi abrazándote yo...

--¿Qué?.

--No sé que me paso, de repente vi todo rojo y lo único que quería era alejarlo de ti.

--¿Por qué?.

--No, lo sé.

--Tú y yo solo somos amigos.

--Yo... Lo sé, pero no quiero ser solo tu amigo y...

--No.

--¿No?.

--No va a funcionar, porque yo no me pienso quedar a vivir aquí.

--¿Qué?.

--Si, yo no quiero quedarme a vivir aquí, la gente solo espera un dato para hacer chisme a lo grande y eso no me gusta.

--Bueno, solo es cuestión de cuidarse y...

--¿Crees que yo soy de las que se cuidan o se ocultan para que no hablen de ella?

--No lo sé, pero yo creí.

--¿Qué? No puedo dejar abandonada mi vida, por quedarme a vivir la tuya.

--Entonces no sé que estoy asiendo aquí.

(Se da media vuelta y se va, al verlo irse sentí que me arrancaba algo de mi propio corazón, no sé si estoy siendo muy tonta por dejarlo ir, pero ahora no sé lo que quiero y mientras no sepa que hacer con mi vida no quiero involucrarlo a él en ella, es más no quiero involucrarme con nadie por ahora. Entro y mi abuelo ya está en su cuarto descansando).

--Atiéndete bien esos golpes, no sé te vayan a infectar.

--Si, gracias.

--¿Mi abuelo está dormido?

--Si, se quedó dormido, fue mucho esfuerzo caminar desde el carro hasta su cuarto y se quedó dormido en cuando se acostó.

--Que bueno, le hace falta descansar. Voy a verlo.

--Sí.

(Entro a verlo y está profundamente dormido lo arropó y salgo de su cuarto).

--Te buscan.

--¿Quién?.

--Tu tío.

(Se me había olvidado la existencia de mi tío, mi tío ya no he podido ir a verlo).

--Hola tío.

--Hola hija ya no has ido a verme.

--Lo siento tío estoy muy ocupada, con mi trabajo en la clínica y los viajes a Texas para mis exámenes yo estoy muy ocupada para lo demás.

--Lo sé, fui a ver a tu tia y me dijo que estuvieron hablando.

--Si, tú nunca me dijiste nada de lo que había pasado con mis padres.

--Mi boca estaba cerrada.

--¿Cómo que cerrada?.

--Tu padre confío en mí para contarme todo y me hizo jurar que no te diría nada, pero tú ya lo sabes tu tía me dijo todo.

--Entiendo por qué no quería que yo me enterara, pero siempre es mejor hablar con la verdad desde el principio.

--Lo sé, pero no quería que tú te culparas por la muerte de tu madre y aunque creciste sin ella, estás bien.

--Pues si, pero me habría gustado saber todo desde el principio... Siempre creí que mi padre no me quería porque mi madre murió y no me hablaba de ella y mira ahora resulta que ella dio su vida por mí, esa clase de cosas dejan marcas y en mí, han sido muchas y a mis veintidós años me estoy enterando de muchas cosas que me habría gustado saber antes.

--Entiende que para tu padre fue muy difícil y mira hasta hace poco decidió volver a creer en el amor y casarse con Sonia.

--Si aunque es un poco rara.

--No tenemos que juzgar a las personas.

(Mientras me lo dice se está riendo y es que él también se dio cuenta de que Sonia es un poco rara, para hablar, caminar y hasta para cuando come).

--Lo siento... (Me contagia su risa).

--Que bueno es verte reír a pesar de todo lo que te ha pasado.

--Gracias tío.

--Ya tengo que irme, pero prométeme que iras a verme más seguido.

--Claro que si tío.

(Se va y me quedo viendo como chayito le está curando las heridas a Omar el cual pega brincos del dolor de vez en cuando, si lo dejo bien golpeado).

--Ya me voy a dormir estoy muy cansada y este día ha sido demasiado largo.

--Si, nos vemos mañana.

(Voy a la cocina por agua y escucho la plática de esos dos sin querer).

--Se que ella me quiere a mí.

--¿Por qué lo dices?.

--No ve como se preocupa por mí, además regaño al otro y lo corrió por lo que me hizo.

--Ve despacio niño, no te vayas a dar directo contra el piso.

--Nada de eso, hasta su abuelo me dio luz verde el otro día hablamos de eso y da su aprobación.

--El abuelo es una cosa, pero ella es otra muy diferente.

--Ya verá Chayito, ya verá que si me va a hacer caso.

--Escucha lo que te digo, porque puedes salir herido, esa niña aún no sabe lo que quiere, así que ve despacio.

--Gracias por sus consejos, pero mañana hablaré con ella de mis sentimientos y verá que mañana mismo será mi novia.

(Pobre Omar, no puedo corresponderle y él está muy ilusionado conmigo, pero yo no le he dado motivos para pensar que si le puedo llegar a corresponder, no sé de dónde saca qué le diré que si seré su novia. En fin me voy a mi cuarto porque realmente estoy muy cansada y adolorida por haberle dicho a Javier que no me voy a quedar y menos con él… ¿Estaré haciendo mal, al no corresponderle? Y es que mi corazón late por él, no sé que voy a hacer cuando no lo tenga cerca, pero como dice Chayito que debo poner claras mis ideas primero y ya luego ver que hacer).

...