La Niñera Del Hijo Del Mafioso

Al escuchar las últimas palabras de Emily, Jackson dejó escapar un largo suspiro, de hecho estuvo a punto de gritar desesperado: "¿Por qué las mujeres hacen la vida de las demás un infierno y los hombres de la casa se quedan con la cuenta?".

Jackson reflexionó mentalmente mientras pensaba en una forma de explicarle a Emily que no tenía nada que ver con él, que no compartía ese deseo.

Al ver la decepción en los ojos de Emily porque Jackson había permanecido en silencio, Rafaela sonrió levemente y dijo:

—Vea esto como una ayuda Emily, Noah es fuego y a veces creo que se necesitarían 3 personas para cuidarlo – dijo Rafaela exagerando como siempre.

—¿Escuchaste a un bebé llorar en medio de la noche? ¿Noah está sucio, hambriento, huele mal o algo así? ¿Debería dejarlo en paz?

Rafaela escuchó exactamente cada palabra que Emily decía, pero prefirió permanecer en silencio, tal vez porque no tenía argumentos, por lo que Emily volvió a hablar:

—Noah sí necesita muchos cuidados, pero no de extraños, sino de ustedes, como familia. La maternidad no debe ser algo único, no es la llegada de un hijo sino la llegada de un miembro de la familia-dijo Emily enojada para luego salir a la cocina dejando a Izabel con Noah en su regazo, él ya estaba lloriqueando.

Lo que Emily quiso decir es que la gente romantiza la maternidad, pero en realidad es uno de los momentos más difíciles en la vida de una mujer, un niño debe ser visto como un miembro de la familia, que necesita amor, cariño y cuidado, pero en la práctica, ella queda en manos de su madre sola, débil, con el vientre lleno de puntos y un torrente de emociones y miedos en su corazón, Emily no es la madre de Noah, pero ella se sentía exactamente así.

Sin saber cómo reaccionar ante esa situación, Izabel dejó escapar un largo suspiro y dijo:

—Solo quería ayudar, pero ¿qué hice mal? Esa mujer debe estar loca, dijo la mujer mayor y luego se sentó en el sofá.

—Ella sólo quiere quedarse, ya ama a este chico como si fuera un hijo, dijo Lía llegando de repente.

Ella vino a buscar a Noah, porque Emily no quería tener el disgusto de ver a esas personas y tampoco quería que el bebé estuviera en medio de esa podredumbre.

Lia tomó al niño de los brazos de Izabel y pronto salió de la habitación, en ese momento Jackson parecía haber llegado a su límite, tosió levemente y dijo:

—Lady Izabel, obviamente no vetaré sus visitas a su nieto, pero yo decido qué es lo mejor para mi hijo, Emy vino para quedarse y no necesitamos niñera, mi Emily necesita ayuda, no ayuda a otros, y sí. Mía, discúlpeme-dijo Jackson y luego se levantó planeando salir de allí.

“¿Mi Emily?” Izabel analizó mentalmente las palabras de Jackson y por un momento quiso romperle una jarra en la cabeza, pero no lo hizo, porque estaba segura de que si lo hacía no saldría viva de allí.

Muy irritada, pero tratando a toda costa de ocultar su enfado, Izabel sonrió y dijo:

—Lo siento, no diré nada más. En realidad vine aquí por otra razón, ¿podemos hablar en la oficina?

Jackson solo negó con la cabeza y luego fueron juntos a la oficina, después de ponerse cómodo, Jackson habló primero.

—Sea breve, tengo mucho que hacer.

—Necesitamos unir nuestras fuerzas y descubrir quién fue el responsable de la muerte de mi hija, quiero justicia Jackson y tú necesitas ayudarme con eso – dijo Izabel, con los ojos ya llorosos.

—Entiendo señora Izabel y ya envié a Will a investigar, cuando encontremos al culpable habrá castigo, pueden estar tranquilos – dijo Jackson y luego se levantó, realmente tenía prisa por terminar la conversación, ya que Necesitaba hablar con Emily, tal vez esté molesta.

—¿Y cuál sería el castigo?-preguntó Izabel.

—El castigo es la muerte, respondió Jackson seriamente y luego salió de la oficina, dejando sola a Izabel.

—Sé que la muerte de este desafortunado no traerá a mi hija de regreso, pero al menos tendré paz, creo—murmuró Izabel mientras caminaba hacia la salida.

Mientras tanto en la cocina, Emily estaba sentada a la mesa en compañía de Lia e Ivone, ante la insistencia de Lia, Emily estaba comiendo sopa de verduras, como siempre, Ivone estaba haciendo preguntas.

—Emily, ¿qué harás cuando el señor Jackson te despida? Veo que te gusta mucho Noah y sufrirás horrores, ¿te irás de Rusia o te quedarás deambulando por ahí?

Como siempre, las preguntas de Ivone son inapropiadas, parece que la mujer estaba ensayando para ganarle paciencia a Emily, pero ella no parecía inmutarse por ello.

Emily iba a responder cortésmente, pero en ese momento Jackson llegó a la cocina, hizo un gesto a los empleados para que se fueran y se sentó muy cerca de Emily, apoyó el codo en la mesa y la mano en el queso y se quedó allí, mirando tiernamente a Emily. , regresó y a mitad de camino le dio a Emily una hermosa sonrisa, claro esto estaba angustiando bastante a Emily, ella pensó que él iba a pelear porque estaba comiendo, muy irritada pronto dijo:

—¿Por qué me miras así? ¿Te perdiste algo?-dijo Emily sintiéndose enferma, sinceramente no sabía cómo darle ese amor que arde en su pecho.

Ella también pudo haberlo hecho, hace una semana estuvo casada, tuvo una vida difícil, pero era feliz con Juan y ahora las cosas han tomado un giro tan extraño y por eso Emily está aprensiva.

En ese momento, Jackson tomó el plato de sopa de las manos de Emily, le acarició el rostro y dijo:

—Sí, perdí, perdí el juego por mí mismo, perdí el control de mi cuerpo, al punto que ya no sé vivir sin ti, Emily Alves, siempre serás mía-dijo Jackson casi en un susurro y luego Clavó sus dedos en el cabello de Emily, acercándola y la besó tiernamente.

Cerró los ojos y sin querer dejó escapar algunas lágrimas silenciosas, no había pasado mucho tiempo desde que Emily lo había perdido todo, su esposo, su hijo y hasta su libertad, pero parece que Dios la había recompensado, con un nuevo amor, una familia. , una nueva oportunidad de ser feliz.