La Villana Abandonó La Historia 1

Amelia y Estefan tomaron la decisión de no decirle a nadie por un tiempo, así que estos dos días restantes almorzaron y cenaron juntos,

Amelia alistó sus cosas y saldrán hacia el marquesado, Estefan se ofreció amablemente a acompañarla.😁

Lo que no tomaron en cuenta es que todos ya sabían de su relación, pero aparentaba no saber.

-Señor miré lo que le traje.

-Pero que, de que hablas yo no necesito eso.

-Pero me costó mucho trabajo conseguirlo ☹️

-Porque piensas que yo necesito ese libro.

-Mi señor ha estado mucho tiempo solo, y he visto como mira a la marquesa, por favor dese una oportunidad 🙏

-No te preocupes por eso, ella será la señora de esta casa y tu señora también, solo déjanos arreglar unos asuntos.

-Claro señor, pero de todos modos se lo dejo

Amelia alistó todo para viajar en la mañana pero una cosa le daba vueltas por la cabeza y era decirle a Estefan la verdad sobre lo que se avecina, es importante que sepa que los Emperadores están en peligro, no sabe si intentarán matarlos ya que él sigue vivo o si su primo intentará nuevamente matarlo.

Así que se llenó de valor e hizo lo impensable , aprovechar esa noche para decirle, si no le cree ahí terminará todo y ella seguirá su camino hacia el marquesado.

-Lili por favor dile a Estefan que lo espero en las caballerizas.

Amelia esperaba bajo la luz de la luna, por un segundo pensó en salir corriendo, pero no, tenía que hacerlo tenía que ser sincera

-Quien iba a imaginar que terminaría en esta situación, yo solo venía a tomar posesión del marquesado. *Ni yo me lo creería, si yo misma me lo cuento*

-Amelia, que sucede porque me llamaste, pasa algo

-Estefan, podemos irnos de una vez, necesito hablar contigo, de algo muy importante, pero nadie puede interrumpir.

-Pero ...

Estefan confundido le iba a decir que no tenía sus cosas, pero los dos caballos estaban preparados, lo cual indica que ya llevaba víveres.

También es su rostro notaba angustia y lo único que se le ocurrió, fue acercarse y darle un beso, un beso dulce para tratar de reconfortarla.

-Amelia sea lo que sea, estoy contigo.

Así montaron y salieron a todo galope.

-Amelia, Amelia, Amelia para...

Gritaba Estefan, llevaban bastante tiempo galopando y amelia no bajaba la velocidad

Hasta que jalo las riendas y la hizo parar de golpe,

Amelia bajo del caballo y se dirigió hacia unas piedras y se sentó.

-Amelia dime que sucede, estás tensa y nerviosa.

-Estefan, confías en mí?

-Si

-Amelia de que tienes miedo.

Estefan la beso una vez más tratando de calmarla y hacerle saber que realmente la amaba.

-Estefan tengo miedo de perderte.

-De perderme? Amelia yo no te juzgaré por lo que eras. ¿Eso me vas a decir, me contarás de donde vienes y quien eres?

prometo escuchar todo lo que me digas sin interrumpir ni juzgarte.

Amelia tomó todo el aire que pudo y empezó a contarle

Su nombre verdadero, donde había crecido, su adolescencia y él escuchaba con atención tomándola de la mano.

Le contó sobre Ricardo, sobre Elisa y el motivo por el cual abandono el reino y decidió iniciar de nuevo.

También le contó que en su primera vida había muerto y que había regresado.

lo de su vida intermedia decidió abordarla en otra conversación ya lo que le estaba diciendo era bastante difícil de procesar.

Le contó sobre Sarah, eso casi no lo entendió pero prometió no interrumpir.

-Y que piensas.

Estefan le soltó las manos y se levantó, Amelia puso cara triste creyendo que él iba a tomar su caballo y dejarla ahí, que no le había creído nada de lo que decía, pero cuando iba a decir algo, Estefan se pone de rodillas y la abraza.

-Dios te mando a salvarme, él te regreso al pasado para que salieras de Altair y llegaras a mí, solo la mano de dios pudo haber intervenido, para que tú y yo nos encontráramos, Jamás te dejaré sola, mandaremos proteger a mi tío y a mi sobrino, y morirán los que tengan que morir.

Amelia solo lo abrazaba más, no quería soltarlo, porque creía que desaparecería en cualquier momento, pero un beso rompió esos pensamientos y se sentía liberada, se sentía feliz.

Así ya más calmado, empezaron a cabalgar despacio, Estefan preguntando sobre sus dudas.

— Así que fuiste criada para ser Emperatriz Junto a Ricardo.

— Si

— Realmente lo amaste?

-En un punto de mi vida sí, creí amarlo, después de regresar entendí que lo nuestro fue más un amor de niños, crecí día a día con la idea de que mi príncipe azul llegaría y se casaría conmigo, cuando se fue a la guerra él era un adolescente y yo todavía una niña que jugaba por los rincones el castillo, pienso que acabe idealizado a Ricardo, pero él vio la muerte de cerca muy joven, incluso empezó a matar a la gente muy joven, en ese punto en cuanto a sentimientos, entiendo que se aferró a Elisa, ya que ella era ese amor adolescente que todos queríamos, al morir los Emperadores ambos quedamos solos, yo con las responsabilidades del castillo, y todos diciendo que Ricardo volvería y sería mi esposo y él creyendo en que el amor que creía sentir por Elisa le bastaría para realizar sus sueños.

-Solamente fueron dos niños que no tuvieron la oportunidad de crecer y disfrutar su adolescencia.

-si en mi afán de ser reconocida, en mi primera vida perdí también el camino, creía que si me esforzaba más y más él me vería, pero fue lo contrario, nunca me vio porque en realidad no me conocía, él conocía a la amelia de 10 años que dejó en el castillo, la amelia que encontró cuando él volvió de la guerra era otra, una que le impedía tener a su verdadero amor.

-Y el cres que realmente la ama.

- No, el ama a la Elisa que quedo en el campo de batalla, esa Elisa que era una distracción para él, ella lo hacía olvidar aquel horror de la guerra y la trajo creyendo que sería lo mismo, pero no, ahorita lo más seguro es que esté dudando de ese amor, ya que para ser Emperatriz lamentablemente necesitas más que eso, en este caso el amor no es suficiente.

-y si te busca y te dice que te ama.

-Jajaja, Dejarías que me buscará.

-No, primero le rompo la cara y después le agradezco por qué gracias a que te fuiste estás conmigo.

-Oye, y no, Ricardo no me ama, lo que siente por Elisa era un enamoramiento, que en mi primera vida al no renunciar a él hizo que creyera que era su amor verdadero.

En esta vida al no aferrarme a él, su amor se convertirá en problemas, para amarme, en primer lugar la guerra no debió pasar, así creceriamos el uno cerca del otro, teníamos la oportunidad de hacer crecer ese sentimiento, pero eso no paso. Así que él quizás tenga la oportunidad de conocer ese amor, si es que no se encapricha con Eliza.

La princesa llegará para su coronación que será en un par de días, ahí se verá si decide renunciar y seguir a Elisa o componer todo pero sin Elisa.

-Yo perdería mi título antes de renunciar a ti

-Es que yo soy hermosa.

Amelia al decirle eso, salió a todo galope para que Estefan la persiguiera.

Al amanecer estaban a las afueras del marquesado, cuando llegaron a las puertas ya estaban esperándolos, así que se fueron a descansar un rato.

Cuando Amelia salió con Estefan del castillo, Jade se encargaría de avisarle al capitán, ese favor le pidió Amelia.

-Presiento que mi señora lo hizo a propósito.

Alexander estaba de lado del palacio de invitados y se dirigió a su cabaña, pensando en dormir un rato, ya que mañana saldrían temprano, cuando saliendo de la parte de atrás de la mansión lo encontró.

-Capitán por fin lo encuentro.

-Vaya, pensé que ya se había ido.

-Mi señora se fue hace un rato con el Duque, dejo dicho que nosotros partiremos a la hora acordada.

-Que, como que se fueron, sin escolta.

-Rubí los cuida de lejos, además no creo que les pase nada, el archiduque conoce el camino o no.

-Si lo conoce a la perfección, entonces no se preocupe.

-Donde estamos?

-de este lado están las cabañas de los capitanes.

-No había venido por aquí *solo venía platicando y no me di cuenta de que llegamos hasta este lugar*

-Usted tiene un cuarto para usted solo?

-Así es, quiere pasar.

Jade entra viendo todo a su alrededor, era una cabaña pequeña, tenía un cuarto, una pequeña cocina y una pequeña sala.

-si esta bonita, toma asiento en la pequeña sala

-Jade

-Si, o si ya me voy, lo dejo descansar.

-No, ese es el problema, no quiero que te vayas.

Jade tragó en seco, porque a pesar de que tenía una que otra misión que incluía matar a alguien, ella no tenía experiencia con un hombre en ningún sentido, solo bromeaba cuando era necesario, pero para algún propósito.

-Disculpe? *será que lo dice en serio o solo lo dice para ponerme a prueba, Dios este hombre, es hermoso, piensa en otras cosas jade*

-Lo siento pero, no puedo dejarte ir.

Jade en esa posición, no sabía para dónde moverse la tenía a espaldas del sillón y mucha resistencia no estaba poniendo.

De pronto un beso invadió sus labios , y la poca resistencia que tenía se desvaneció.

Para Alexander besarla era como un sueño, desde la primera vez que la vio ya no salió de sus pensamientos, era posible amar a esa mujer con solo haberla visto una vez, acaricia su rostro, su cabello y su cuerpo, solo hacía que realmente se sintiera bien.