Una historia de amor marcada por el dolor.
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Capítulo 22
...Kimberly Miller...
Lo vi suspirar y luego mirar a Jade. Por la mirada que le dirigía, vi que ya estaba totalmente rendido a mi pequeña piedra preciosa.
Jade tenía ese poder.
Sus ojos extremadamente intensos dejaban a cualquiera hipnotizado. Tiene una inocencia tan genuina que hace que uno quiera protegerla para siempre.
- Quiero ser su padre - profirió Johnny con los ojos aún en ella -. Quiero verla crecer y poder estar cerca de ella! Quiero amarla como ella merece, y enseñarle a no confiar en los hombres!
- No tienes que preocuparte! Su madre ya le enseña! - sin percibirlo, estábamos riendo juntos.
Cuando lo miré, John me miraba diferente. Me veía, no como su ex mujer, no como la que él pensaba que yo era traidora. Me veía como la madre de su hija.
- Estoy dispuesto a olvidar el pasado... por ella! Estoy dolido por habérmela escondido! Pero lo entiendo! - extendió la mano en mi dirección -. Podemos olvidar todo y tener una convivencia buena por nuestra hija?
Asentí y tomé su mano. La descarga eléctrica que hacía antes, cuando lo amaba intensamente, no se hizo presente. Y aquello llamó mi atención.
- Con seguridad! Haré cualquier cosa por el bien de Jade! Pero prométeme una cosa, Lance! - él gruñó y yo reí, pero me puse seria enseguida -. Deja a Daniel lejos de mi hija!
Él frunció el ceño y yo retiré mi mano. Él iba a imponerse, y yo también. Porque yo no iba a aceptar nunca que Daniel formara parte de la vida de Jade.
- Aún crees que fue él quien te tendió una trampa? Eso es ridículo! - Noté el desdén en su voz y aquello me irritó.
- Puedes hacerlo o no? - pregunto y él asiente.
- Puedo! Desde que me dejes formar parte de la vida de ella! - miró a Jade y yo lo provoqué.
- Si me negara, desistirías fácil? - la sonrisa en su rostro me hizo sonreír también.
- Claro que no! Ella es mi Kimberly! Jamás desistiría de ella!
- Mira nada más! - dije levantándome -. Tenemos que irnos! Es hora de que se bañe y cene! Quieres que te lleve?
Él se levantó también y tomó a Jade en brazos, que se sorprendió, pero luego sonrió al padre que ni siquiera sabía que tenía. Ella sujetó la tableta y rió de alguna cosa. El parecido de los ojos de ellos era aterrador.
- Quiero! Ella es tan linda! Asombrosamente parecida a ti! - la sonrisa había desaparecido y su semblante cambió.
- Eso era para ser un elogio? - él me miró y yo suspiré.
- Eres bonita Kimberly! Lo sabes! Solo quería que ella fuera más parecida a mí! - Yo reí porque él no tiene noción de lo parecida que es a él.
- Cuando puedas pasar un tiempo con ella, verás lo parecida que es a ti!
- Puedo pasar el día con ella mañana? - pregunta entusiasmado y yo asentí.
- Sí, John!! Puedes!!
Lo vi sonreír y caminar con ella hasta el coche. Y yo solo conseguía pensar en una cosa.
Espero no arrepentirme!
