Mientras regresaba contento después de haber hecho una buena compra, la vida de Fabián terminó en un accidente.
Pero su vida no terminó ahí, sino que despertó en el cuerpo de uno de los personajes del libro que había leído, era un personaje que se consideraba carne de cañon en el mundo de las novelas bl (boy's love), así que tendría un final trágico al ser usado como objeto de sacrificio.
Y para cambiar ese destino, Fabián tenía que cambiar un poco la trama de la historia, y lo que debía hacer, era divorciarse.
Tenía varios planes, desde la A hasta la Z, solo que antes de que pudiera completar todos sus planes, su esposo, el alfa Vadim Meyer, lo descubrió.
Sin una salida, Fabián decidió contarle a Vadim los planes que tenía su familia contra él para poder divorciarse finalmente, creyó que el alfa estaría de acuerdo, pero la reacción del alfa no fue la esperada...se veía más bien consternado, y luego simplemente se rio.
"Ja ja ja, tu deber es cuidarme, gracias por preocuparte por mí"
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Capítulo 22
Fabián tenía que poner en espera la solicitud de divorcio por parte de la Señora Brenda de su lista por ahora.
'¿Este idiota no habrá oído nada verdad?', pensó Fabián volteando a ver a Vadim.
Su amado esposo podía ser impredecible, pero no se pondría a luchar contra su propia madre en este momento ¿verdad?, no irían estos dos alfas a esparcir sus horribles feromonas ¿verdad?.
Por su propia seguridad, Fabián se retiró lentamente del centro del salón, esquivó a Vadim y se dirigió a su habitación.
"¿No vas a darle la bienvenida a tu querido esposo?", sujetó Vadim a Fabián de su brazo en el intento fallido de escape de este.
Forzando una sonrisa, Fabián le dio un cálido saludo de bienvenida a su querido esposo, "bienvenido"
Al ver la divertida incomodidad de Fabián, Vadim sonrió y atrajo al joven hacia él.
"Tu querido esposo tiene algo que mostrarte", dijo el alfa.
La expresión de Fabián volvió a ser divertida, era claro que no le gustaba la palabra querido esposo cuando Vadim se refería a él mismo.
"Madre, si nos disculpas"
Tomando a Fabián, Vadim salió de la mansión.
"¡Ha... hasta luego Señora!", se despidió Fabián de la Señora Brenda dándole un guiño para tratar el tema que estaban hablando después.
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En un todoterreno, Vadim condujo el auto con dirección al campo de tiro dentro de la propiedad.
"... ¿No estarás pensando en...?"
"¿En cazar a tu querida Daisy?", terminó Vadim las palabras de Fabián.
Fabián le dio una mirada de advertencia, lo dicho esa vez en el campo de tiro, Fabián iba a cumplirlo si Vadim se atrevía a tocar a su querida Daisy.
"Espera antes de llegar a una conclusión por tu propia cuenta", sonrió el alfa mientras conducía.
"Es mejor mantenerse alerta contigo", suspiró Fabián.
Fabián no tenía nada a mano, y no había ningún objeto que pudiera usar en el auto, así que solo quedaba esperar y reaccionar en el momento preciso si es que sucedía algo en el campo de tiro.
Vadim estacionó el auto al llegar al sitio, siendo Fabián el primero en bajar y buscar a Daisy.
Daisy solía venir hasta la mansión cada dos días, y Fabián iba a buscarla en los días que no venía para asegurarse de que estaba bien.
No ocurrió incidente alguno en el tiempo en que Daisy estuvo fuera, eso era bueno.
Más allá, entre un grupo de patos en la laguna, Daisy nadaba cómodamente sin saber de las preocupaciones de Fabián.
"Está bastante acostumbrada a este lugar, vuelve sin importar los peligros ni que la hayan disparado en dos ocasiones, es bastante temeraria como tú", habló Vadim quien vino detrás de Fabián.
"Supongo que es algo bueno, ¿no dicen que las mascotas se parecen a sus dueños?", mencionó Fabián, "además, tiene grandes amigos aquí, ya no quedan muchos gracias a cierto idiota, pero aprecia a los que quedan"
Luego de visitar a Daisy en varias oportunidades, Fabián conocía a los amigos de su querida amiga y podía diferenciarlos.
"Esta es la segunda vez que me llamas idiota, ¿sabes que eres la primera persona en atreverse a decírmelo de frente?", sonrió el alfa.
"¿Mencioné tu nombre o te sentiste identificado con la palabra idiota?"
Fabián volteó a ver a Vadim al preguntar esto esperando su respuesta, o caso contrario, una represalia.
Sin embargo, el alfa solo se echó a reír.
"Tan insolente, ja ja ja ja"
"Bueno, no soy una persona refinada, no soy como ustedes", dijo Fabián.
"¿Ustedes quienes?", cuestionó Vadim, "¿yo y mis padres?"
"¿Tener dinero y posesiones te convierte en una persona refinada?, me importa una mi*rda esas cosas, ¿alguien tan refinado como yo y mis padres desaparecerían personas de una manera que muchos encuentran cuestionable?, si los demás imbéciles encuentran eso refinado, entonces soy la persona más refinada del mundo", dijo el alfa con una sonrisa.
Fabián observó al alfa con extrañeza, ¿qué era esa reacción?.
"Entonces, supongo que eres el más refinado entre los dos", habló Fabián, "aunque hay una forma de llamar a las personas como tú"
Fabián esperaba la respuesta de Vadim, pero el alfa solo caminó hacia él haciendo que retrocediera hasta llegar al borde de la laguna.
Sin embargo, antes de que pudiera caer, Fabián fue sostenido por Vadim, y antes de que pudiera replicar, una hoja de papel apareció frente a él.
"... ¿Qué es eso?"
"Lo que un tipo como yo, al que no te atreves a llamar por el nombre que es puede hacer", respondió Vadim.
Después de poner a Fabián lejos de la laguna, Vadim le dio la hoja de papel para que este lo leyera.
'¿Una orden de ejecución?', pensó Fabián.
Mientras leía lo escrito en el papel, la expresión de Fabián fue cambiando poco a poco, de incertidumbre a sorpresa.
"... Esto..."
"Este lado de la propiedad te pertenece", explicó Vadim, "un refugio, un parque, un santuario, haz lo que quieras con este lugar donde vive tu amada Daisy junto con los patos que tienen familias que cuidar y alimentar"
Si existía una manera de atraer a Fabián, no era por medio de riquezas o viajes; eran por acciones que lo conmovieran.
Simples actos de bondad y redención que una persona tan simple pudiera encontrar significativo.
Con Fabián era diferente, Vadim no quería forzarlo aunque tenía la capacidad de hacerlo, por primera vez, el alfa deseaba ver a esta persona rendida ante él, que se entregara por su propia voluntad.
Eso era todo lo que quería conseguir ahora.
