Valeria toma la decisión de ser una joven mantenida por un hombre mayor,sin imaginar que esto le costara más de lo que ella se imagina. Luego de conocer a Álvaro Ramirez todos sus sueños se cumplen, pero todo se acaba por una mentira creando en ella una ambición sin fin que la llevará a un destino incierto.
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El final.
Me reviso al espejo porque el gran dolor que siento en mis hombros y logró ver un enorme moretón, de seguro fue cuando Álvaro me noqueó en la noche, aparte de eso tengo otros tantos de sus fuertes agarres. Básicamente, estoy hecha un desastre y me siento mucho peor de lo que se ve.
Para colmo no tengo ropa ni mi bolso ni dinero para irme de este lugar, Álvaro se fue apenas salió el sol y me abandonó a mi suerte casi desnuda y maltratada.
Escucho la puerta abriéndose y salgo pensando que es él, pero es Moors con 5 bolsas en mano y yo estoy en brasier y pataletas.
- Perdón no sabía que estaba sin ropa.
Le doy la espalda sin decir nada y voy por una bata al baño. - ¿Me vienes a llevar a casa?
- Sí, aquí tiene ropa nueva y también sus pertenencias.
Busco el celular para tranquilizar a Nancy, de seguro está muy asustada porque desaparecí sin avisar.
- Esos moratones..
- Los hizo tu jefe. ¿Sorprendido?
Su mirada es tan intensa que siento que le debo de explicar mejor la situación, pero justo me entra la llamada de Nancy y para cuando acabo lo olvido por completo.
Me visto apresurada y le exijo que me lleve a casa de inmediato. - Ya vámonos, no quiero estar aquí ni un minuto más.
- Bien vámonos.
El trayecto se hace más largo de lo que pensé, eso quiere decir que Álvaro prácticamente me llevo al otro extremo de la ciudad tan solo para que nadie nos viera juntos.
- Paremos aquí un momento así desayunas algo, te ves muy pálida.
- Por favor me siento muy mal.
El lugar es tranquilo y todo sabe a mi hogar, un desayuno rústico y muy sabroso, lo único que me incomoda es la mirada tan insistente que tiene Moors sobre mí. Lo peor es que no le dije a Álvaro que tenía pensado ir a visitar a mis padres y ahora ya no sé si deba decirle.
- Me puedes dejar desayunar tranquila, no puedo disfrutarlo si me miras de esa forma.
- Perdón.
- Vamos hombre come tú también y déjame hacerlo a mí.
- Que vas a hacer ahora Valeria.
- Wow veo que mi nivel bajo, ya que ahora nos soy más una señorita para ti.
- Señorita Valeria espero perdone mi mal comportamiento.
- ja ja ja Solo bromeó, sé que nunca tuve nivel alguno.
- No diga eso.
- Ahora lo único que quiero es despejar mi mente, estoy muy confundida y agotada. Espero simplemente despertar un día y que me digan que todo esto es un mal sueño.
- Lo lamentó.
- Porque te disculpas si tú no me has hecho nada Theo. Has sido una persona amable y considerada todos estos meses y te lo agradezco. Ya es hora de volver a casa.
Al llegar Nancy se lanza sobre mí llorando, me lleva horas calmarla hasta que por fin estuvo dispuesta a escucharme.
- Te hizo algo.
- Hablamos y dijo que lo va a solucionar.
- ¿Le crees?
- Yo pienso que si pudo caer en una trampa, pero eso no cambia el resultado, ahora lo que quiero es volver a casa y pensar bien que voy a hacer a continuación.
- Yo te llevo a la estación.
- Nancy quiero pedirte un gran favor si alguien viene no le digas en donde estoy por favor.
- No lo voy a hacer, aunque yo también ya estoy de salida, pero si alguien viene mi boca va a estar cerrada.
- Gracias eres una buena amiga.
Preparo todo y nos vamos a la estación, ni siquiera cargo mi celular y todo el viaje me lo paso durmiendo, ya es casi de noche cuando lego a la puerta y al llamar la cara de mi madre me dice que algo no está bien.
- Mamá.
Una fuerte cachetada me deja desconcertada. - Como pudiste hacernos esto Valeria, yo no te críe de esta forma.
- Mamá no sé dé que me estás hablando.
La voz autoritaria de mi padre se escucha desde la sala muy furiosa. - Como te da la cara para venir aquí después de lo que has hecho.
Comienzo a llorar desesperada, ellos nunca han sido así conmigo, siempre fueros padres amorosos y mucho menos me han levantado la mano.
- Papá por favor explícame que está pasando.
- Te dimos todo lo que teníamos para que pudieras cumplir tus sueños y resulta que estabas vendiéndote como una prostituta, rompiendo familias, actuando como la peor mujerzuela.
- Qué..
Mi mamá me lanza su celular y puedo ver noticias sobre mí y Álvaro, también está esa mujer llorando frente a las cámaras llamándome de maneras horribles. Lo peor de todo son las fotos de la noche en que Álvaro me sacó del club y del hotel en que estábamos.
- Te acuestas con personas mayores para tener dinero fácil. Por todos los cielos no me digas que ese era el gran trabajo del que presumías con orgullo.
- Papá yo.. Te lo puedo explicar, esto no es lo que parece, las cosas no son así.
- Sabes lo humillante que fue para mí que todos en el pueblo me señalaran con el dedo después de décadas viviendo con la cabeza en alto, siendo una persona de buena reputación y ahora todos dicen que mi hija es una prostituta barata.
- Mamá por favor escúchame.
- Lo has arruinado todo Valeria, arruinaste nuestras vidas y las de tus pobres hermanos, ellos llevan horas llorando porque todos en la escuela se burlaban incluso alguien trato de propagarse con tu hermanita diciendo que era igual de zorra que tú.
- No por favor déjame verlos, todo esto está sacado de contexto, no es la verdad.
- Lárgate y olvídate que aquí vive gente, ya nos has lastimado profundamente y nosotros no tenemos una hija así.
Me aferró a sus piernas suplicando con todo mi corazón, pero ellos me sacan y me cierran la puerta. Esa noche me quedo afuera llorando, pidiendo una oportunidad que nunca fue escuchada.
Con la salida del sol los vecinos salen y escucho sus susurros, otros lo dicen en voz alta. Zorra, mujerzuela, prostituta, rompe hogares. Infinidad de palabras hirientes que me están lastimando de muerte, pero no me muevo del lugar, no sin antes ver a mis hermanos. Hasta que mi niña hermosa se asoma y con una cara de decepción y dolor me pide que me marché de una vez.
- Me voy si tomas este regalo que he traído para ti. Por favor guardalo y que no sepan nuestros padres.
Ella lo toma dudosa y cierra la ventana apresurada. Que mal tan grande les he causado.