La Jaula Del Amor

Yo volteo a ver a Gael, tenía el rostro endurecido, creo que estaba enojado y al ver así no me atreví a decir una sola palabra; miro como se disculpa el ama de llaves y después solo se retira.

 Él me suelta, creo que aún seguía molesto quise preguntarle, pero antes que dijera algo me sentó en el sofá que estaba frente a la tele, trajo la cena, la coloco en la pequeña mesa de centro, se sentó a mi lado; Cenamos y vimos la película fue algo muy lindo, empezaba a tenerle confianza, se portaba tan atento conmigo que solo deseaba que eso no cambiara.

Al terminar la película me metí a bañar, al salir fui a mi closet tomé mi pijama era un pantalón y una blusa floja de manga corta, al salir lo encontré recostado en la cama mirando; su rostro parecía desilusionado, pero no me dijo nada solo se metió a bañar.

 Yo me recosté en la cama, después de un rato lo miro salir del baño estaba solo en bóxer era largo, pegado a su cuerpo, color negro, sus piernas eran grandes con bellos, se podía ver el gran bulto entre sus piernas, me le quede viendo como tonta estaba impresionada por lo que miraba, realmente no recordaba que fuera tan grande.

 Él se dio cuenta que lo miraba porque lo escucho que me dice algo divertido.

— ¡Esclava! Si sigues viéndome con esa carita de deseo, no tendré más que complacerte, dime ¿quieres probarme? Si lo quieres yo con mucho guste te lo doy.

Sus palabras eran tan tentadoras, solo de recordar lo que habíamos hecho y lo bien que se había sentido, me hizo sentir extraña, mi estomago se contrajo, mi intimidad la empecé a sentir como si palpitara, fue algo extraño, pero no podía caer en la tentación.

Sin decir nada me recuesto dándole la espalada, tuve que regañarme mentalmente por las tonteras que estaba pensando, realmente me avía vuelto loco; no porque se haya portado bien en este día significa que las cosas hayan cambiado para mí.

 Trato de dormir olvidándome de lo que vi, cierro mis ojos cuando lo siento que se recuesta alado mío, me abraza y empieza a masajear mi cabeza de forma tierna, escucho que me dice.

— ¡Esclava! no te avergüences recuerda que estamos casados, lo que tenga que pasar será algo natural entre esposos y si lo deseas recuerda que no es malo es lo más natural del mundo; no me tengas miedo, te lo prometí esperare a que tu estés lista y vuelvas a entregarte a mí con ese mismo deseo y pasión.

 No entiendo por qué él se porta de esta manera conmigo, por una parte, siento que siente lastima por mí, pero por otra parte se sentía como si él tuviera culpa y solo tratara de compensarme por algo.

No conteste nada a sus palabras solo disfrute de ese masaje en mi cabeza, que me fue relajando hasta que me quede dormida; esa noche tuve el sueño más lindo, soñé con mis amigas que estábamos en la cafetería y yo preparaba un pastel, las tres reíamos, disfrutábamos de estar juntas, mi familia y vida perfecta.

Por la mañana la voz de él tan dulce me despertó, al abrir mis ojos lo miro sentado a un lado mío, su mano acariciaba mi rostro de una manera tan delicada; lo escucho que me dice.

— ¡Esclava! me tengo que ir a trabajar volveré por la noche, hoy será un día muy pesado de trabajo.

 Trata de comer tus tres comidas del día y descansa en el cuarto, hoy no salgas será un día frio, no quisiera que vuelvas a enfermar, mandare a una joven que te haga compañía para que no te sientas sola o prefieres estar sola, solo dime que es lo que quieres para mandártelo, puedes mandarme un mensaje por el celular para pedirme lo que quieras.

 Después de decirme eso me beso la frente se levantó para irse, no puedo negar que se miraba muy bien en ese traje que traía puesto, era un hombre muy apuesto; yo le dije que lo pensaría y le mandaría un mensaje si algo ocupaba.

Después que se marchó yo me levante, me metí a bañar esta vez me di un baño largo, al salir fui al closet tome un pantalón suave y una playera floja de manga larga, me recosté en el sofá a ver televisión, pase de las noticias, a los espectáculos, algo que me llamo la atención fue una nota de él.

No era extraño que apareciera en los espectaculares, ya que era un hombre de una familia rica y por lo poco que conozco creo que se hace cargo de la empresa de la familia; lo que la nota decía que era uno de los hombres más rico del mundo y más cotizado por las bellas señoritas.

 No pude evitar reír cuando uno de los comentaristas dijo “que nunca se le había visto con alguna dama o pareja, seguro sus gustos eran muy diferentes” ese hombre si quedaba mucho hablar, quería saber más, me levanto tomo mi computadora y empiezo a buscar información sobre él.

Antes no lo había hecho por que no sabía ni como se llamaba, ni sabia como era físicamente, pero ahora que ya lo sabía podía buscar y ver lo que realmente decía; estuve un buen rato buscando algo divertido sobre él, pero todo lo que encontré fueron notas de revistas economistas, sobre proyectos que había realizado, todo era sobre trabajo, sobre su empresa, no había ni un solo dato personal que hablara sobre sus romances o algo de chismes más personales.

Desilusionada apago la computadora, me sentía molesta no sé si por no haber encontrado nada de él o simplemente porque se hacía un hombre más misterioso para mí y la curiosidad solo se hacía más grande en mi interior; regreso al sofá me sentía molesta, después de un rato miro que entra el ama de llaves y una joven, la escucho que me dice, creo que algo molesta.

— Aquí está su desayuno cómalo todo.

 Por órdenes del señor Dachs (Gael) usted se quedará aquí en su cuarto todo el día, ella se quedará a vigilarla trate de comportarse y ser obediente.

 Como siempre ella queriendo mandarme, como me molestaba la forma en que me hablaba y me menospreciaba, realmente me molestaba, pero creo que por el momento era mejor ignorarla, ya encontrare la manera de hacerle ver que ella no es mucho mejor que yo.

Después de eso sale del cuarto dejándome con la joven, yo le sonrió y le digo.

— ¿Cómo te llamas? Dime que te gustaría jugar o hacer, tengo algunos juegos de mesa o te gustaría que viéramos una película.

 Me sentía animada a lómenos al estará ahí encerrada, esta vez no estaría sola podría platicar con alguien o hacer algo; eso pensaba hasta que la escuche decirme de una manera cortante.

— Señora no tengo permitido hablar con usted, solo tengo que vigilarla que no haga algo imprudente o salga del cuarto; por favor coma en silencio.

Creo que mis pocas esperanzas morían con esas palabras, realmente no iba a cambiar nada yo seguiría siendo ignorada y tratada como un mueble.

Gael eres un mentiroso y un falso, realmente no puedo confiar en ti, pero ya encontrare la manera de escapar.