Matrimonio Hackeado

...Isabella Rivera...

Pudimos hablar sin pelear el vagabundo y yo, habría que anotarlo para recordarlo a futuro porque somos tan diferentes que dudo que podamos estar sin discutir por veinticuatro horas.

Lo único bueno que destaco de él es que es auténtico y no como algunos que quisieron conquistarme en el pasado. QMostraban su mejor cara, ropa y solo hablaban de todo lo que poseían. Jamás uno de ellos se interesó en saber más de mí o como me sentía. Creo que debí explicarle a mí madre esas situaciones para que no me presionara con conocer gente y estar en pareja.

-¿Podríamos llegar a un acuerdo?- pregunté luego de unos minutos de silencio

-Depende de que tengas en mente, ¿En qué estás pensando?

-Podríamos obtener nuestra libertad en el tiempo que el juez nos asignó pero no vivir juntos, es más se me acaba de ocurrir que puedo tomar un vuelo directo a la ciudad para que continúes el viaje solo, es lo mejor para los dos

-¿No sé te ocurrió pensar que cuando regresemos habrá alguien que irá a verificar que estemos siguiendo lo estipulado por el juez?

-No creo que eso pueda suceder

-Yo prefiero no arriesgarme a que esto dure aún más tiempo

-Yo tampoco deseo prolongar ésto más pero no podemos convivir, no quiero hacerlo. No es justo que la primera vez que esté en "pareja" sea contigo

-¿Primera vez en pareja? ¿Nunca te fuiste del lado de tus padres?

-Si, pero me fui de vacaciones o de viaje con Rose, no hay más nada que eso- contesté

-¿Aún eres amiga de Rosalía?- No sé cómo es que sabía el nombre de mí amiga, no lo comprendí

-¿Cómo sabes su nombre? ¿La conoces?

-Si la conozco pero tranquila que jamás estuve con ella, no te pongas celosa- rió

Comenzó a sonar una canción que jamás escuché en mí vida y no era tan desagradable como lo que había puesto el primer día, aunque escuchándolo cantar puedo decir que arruinaba un poco todo, más cuando le erraba en la letra

Fuimos a comer a un restaurant y debí ir al baño allí, no había demasiadas opciones. Estaba agotada, necesitaba una ducha urgente, ¿Donde me bañaría?

-¿Podemos ir a un hotel?- pregunté

-Ofendes a Betty, creí que estábamos bien con ella que es tan acogedora

-Necesito una ducha y Betty no tiene una

-Haberlo dicho antes princesa, cuando cargue combustible aprovechas allí

-¿Pretendes que me bañe allí? Debes estar loco

-Pues es eso o que tu cuerpito sin grasa no toque el agua, tu eliges. Yo iré a bañarme, tu puedes hacer lo que quieras

-Odio éste viaje, lo odio

-Y eso que yo soy más que adorable

Le gusta desesperarme, hacerme la vida imposible, volverme loca... lo peor es que lo consigue sin esfuerzo.

Vi unas notificaciones en mí teléfono y habían algunos mensajes de Mati, siempre tan dulce aunque había uno más erótico.

Estaba contestando su mensaje sintiendo mí rostro arder de vergüenza por escribir éste tipo de cosas pero tal parecía que a Mati no le costaba sacar su lado pasional a relucir.

-Definitivamente tu vida sexual será aburrida, ese tipo es un inútil y me reservo las opiniones sobre ti, solo porque eres mí esposa- se burló al quitarme el teléfono

-No tienes derecho a leer esto, es privado, ¿No te enseñaron a respetar?

-Ser tu esposo real o falso me otorga derechos así que lo siento pero puedo saber todo de ti y con quién planeas ocupar mí lugar

-Con el si pensaba acostarme

-Como digas pero seis meses entre un hombre y una mujer hacen que al menos el sexo esté presente, piénsalo. Tal vez algún día si haces silencio pueda quitarte las ganas- comenzó a reírse a carcajadas

-Eres insoportable

-Lo se y me encanta, es una de mis grandes cualidades, ya te acostumbrarás

El vagabundo me quitó hasta la inspiración para seguir la conversación erótica con Mati, si creía que podría llegar a un acuerdo y tal vez llevarnos bien quedó todo pensamiento descartado, es imposible.