Holii mi nombre me lo reservo, pero soy colombiana y me gustaría compartibles mis historias y que les guste y me puedan apoyar. TQM
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Noche de risas y miradas
Antes de ir a la discoteca, cada uno se fue a cambiar de ropa. Caro vino a mi casa y ahí estábamos las dos, cambiandonos y ayudándonos mutuamente como siempre.
Yo decidí ponerme una camiseta corta blanca, súper cómoda y fresca, combinada con una falda larga color marrón chocolate que me encanta porque se ajusta perfecto, para darle un toque especial agregué un cinturón de cadena dorada con monedas que se ve muy chic. Mi cartera marroncita con textura de cocodrilo y cadena dorada combina perfecto con el cinturón, y para los zapatos, opté por unos tacones transparentes que alargan mis piernas y le dan un toque moderno al look ya para cerrar me puse algunos accesorios delicados que siempre me salvan.
Caro eligió una camisa negra de cuello alto y manga larga, y encima un vestido blanco corto de tirantes anchos que le da un aire fresco y juvenil, para complementar se puso medias negras transparentes que la hacen ver sofisticada y la mantienen abrigada. Su bolso negro acolchado con detalles dorados y sus tacones negros con tiras en los tobillos completan. Se veía divina.
Mientras nos terminamos de maquillar, mi madre entra a la habitación.
Miranda: Se ven hermosas, niñas.
Annie: Gracias mamá, Caro sabe mucho de moda.
Caro: ¡Mentira señora! Solo veo fotos en Pinterest jajajaja.
Miranda: De igual manera se ven hermosas. Espero que se diviertan… y no tomen tanto.
Annie: Mamá, por mí no te preocupes sabes que no soy de tomar. En cambio Caro… esa sí es una borrachina.
Caro: ¡Ann! Me vas a hacer quedar mal delante de tu mamá —me mira como si me fuera a matar—. Eso es mentira señora, yo tomo poquito nomás. 🙃
Annie: Ajá…
Miranda: Jajajaja Bueno, las dejo para que se arreglen. Ann no se te olviden las llaves.
Ann: Bueno ma, gracias.
Suena mi celular. Es un mensaje de Juan.
Juan: Chicas, ya estamos listos pasamos por ustedes en 5 minutos.
Justo nos faltaba retocar el maquillaje.
Ann: Caro, ya vienen por nosotras en cinco.
Caro: Perfecto solo nos falta el labial y tomarnos fotos nena.
Ann: Obvio, las fotos no pueden faltar.
Terminamos de retocar nos y nos tomamos varias fotos con nuestros outfits.
Caro: Esta me encantó, la voy a subir a mis redes.
Ann: A mí también me gusta.
Después de unos minutos, Juan nos avisa que ya llegaron. Nos despedimos de mi mamá y al salir nos encontramos con los chicos. Los tres parecen sacados de un catálogo: hacen match perfecto. Camisa negra ajustada y pantalón negro. Lo único que los diferencia son los zapatos y los accesorios.
Caro: Vaya… ¿y cómo les digo? ¿Los Hombres de Negro?
Juan: Claro, ¿qué más podríamos ser?
Caro: Jajajaja Se ven guapos, la verdad van a romper corazones hoy.
Tiago: ¿Tú crees Caro? Jajaja.
Caro: Obvio ¿Cierto Ann?
Annie: Claro, se ven súper lindos.
Juan: Ustedes no se quedan atrás vamos a tener que hacer de escoltas hoy también.
Annie: Exagerado jajaja.
Tiago: No exagera la verdad están muy hermosas hoy.
Caro: ¿Cómo que hoy? Nosotras siempre estamos hermosas.
Pedro: Bueno, eso sí es verdad.
Juan: Bueno, ya vámonos quiero bailar.
Nos subimos al carro de Juan. Él es de buena familia, un niño rico por así decirlo pero la verdad es muy buena persona.
Llegamos a la discoteca, el ambiente es increíble: luces, decoración, música clásica mezclada con moderna. Juan quería pedir una zona VIP pero Caro y yo nos opusimos porque queríamos hacer la putivuelta para ver qué conseguíamos Obviamente, la idea fue de Caro.
Nos sentamos en un lugar donde todos podían vernos, pedimos trago y empezaron con las risas, la verdad me gusta esto, me siento libre y me estoy divirtiendo un montón.
De pronto empieza a sonar "El Teléfono" de Héctor El Father con Wisin & Yandel.
Juan: Uff, qué música me encanta. Ann, bailemos.
Annie: Claro, ¿por qué no?
Juan me toma de la mano y me lleva a la pista. La música retumba, las luces cambian rápido y la energía se siente en el aire el se mueve bien, demasiado bien para alguien que dice que “no baila mucho” Lo sigo entre risas.
Mientras bailamos, siento que alguien nos mira esa mirada cálida que conozco demasiado bien, Giro un segundo y sí, Tiago nos está observando desde la barra con una botellita de agua en la mano y esa sonrisa ladeada que parece que dice más de lo que debería.
Juan se acerca un poco más y pone sus manos en mi cintura para seguir el ritmo.
Juan: Oye, bailas muy bien… pensé que solo en la audición eras una crack.
Ann: Jajaja, no me subestimes.
Nos reímos, pero cuando vuelvo a mirar hacia donde está Tiago, él ya no está. Ahora está detrás de mí.
Tiago: ¿Puedo robarme a la señorita un momento?
Juan lo mira como si ya supiera que no le puede decir que no.
Juan: Con cuidado, hermano Que me la devuelves.
Tiago: Tranquilo, yo la cuido más que vos.
Me quedo en shock un segundo. ¿Qué le pasa? ¿Por qué habla así?
Tiago me toma de la mano y me lleva a un lado de la pista, donde la luz es más baja y hay menos gente.
Ann: ¿Qué fue eso?
Tiago: Nada, Solo… no te vayas con cualquiera así.
Ann: ¿Cualquiera? Es Juan.
Tiago baja la mirada y se ríe con la nariz, como si él mismo entendiera que sonó ridículo.
Tiago: Sí, ya sé pero igual.
La música cambia a algo más lento, más pegado, yo no digo nada y él tampoco solo se acerca lo suficiente para que sienta su respiración en mi oído.
Tiago: ¿Quieres seguir bailando?
Yo debería decir que no, o eso creo, Pero mi cuerpo responde primero.
Ann: Sí.
Él pone sus manos en mi cintura, suaves pero firmes como si tuviera miedo de acercarse demasiado… y al mismo tiempo como si quisiera acercarse más. Mis manos suben a sus hombros, y el mundo alrededor se vuelve borroso.
Todo es una tensión bonita, incómoda, inevitable.
Tiago: Te ves… muy linda hoy.
La voz se le quiebra un poquito al final, como si no quisiera decirlo pero no pudo evitarlo.
Ann: Gracias.
Él sonríe, una sonrisa chiquita, sincera y peligrosa.
Un grupo de chicas pasa y se quedan mirando a Tiago; una incluso le guiña el ojo pero el ni siquiera voltea, sus ojos siguen en mí. Y eso hace que algo, muy suavemente, me tiemble en el pecho.
De pronto aparece Caro por detrás, casi gritando por encima de la música.
Caro: ¡Amiga, ven! Nos van a tomar fotoooos.
Tiago se separa un poquito, pero sigue con las manos sobre mi cintura.
Tiago: Ve, no te pierdas.
Ann: No pienso perderme.
Lo dejo ahí, con esa sonrisa traviesa que se le forma al lado izquierdo, mientras voy hacia Caro.
Y sí… estoy segura de que él me siguió con la mirada todo el camino.