Soy Alina, una chica risueña, alegre y con mil sueños por cumplir. me casé con el hombre más maravilloso del mundo, bueno eso creí por varios años, hasta aquel día cuando después de muchas propuestas acepté complacer todos sus deseos.
Nunca imaginé que un simple juego sexual acabaría con mi vida de la forma más trágica.
NovelToon tiene autorización de Victoria Castro para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 3
Han pasado tres días desde que estuve en el hospital, he tenido dolores de cabeza pero el me médico me dijo que era normal, mis estudios resultaron bien así que solo tomo la medicación cuando tengo dolor.
Hoy voy al centro comercial a almorzar con Lorena, mi mejor amiga.
Llegué y ella ya esperaba por mi.
-Lore perdona la demora, había mucho tráfico, como estás nena - se excusó Alina mientras le daba un cálido abrazo a Lorena.
-Tranquila amiga, yo acabo de llegar, siéntate, cómo van tus dolores de cabeza?
-Bueno el doctor me dijo que quizás durarían un par de meses pero la medicación me ayuda muchísimo.
-Me alegra oír eso Ali, y ahora vamos, suelta la sopa, cuéntame de ese papasito que te ayudó.
-No seas tonta, no hay nada que decir, solo fue una coincidencia, pudo ser cualquiera - respondió Alina con modestia.
-A quien engañas, mira como te brillan los ojitos al hablar de él.
-No seas tonta, apenas lo conocí, lo único que sé es que se llama Raúl, no podría sentir nada por un desconocido.
-Bueno eso dices pero tú ojos dicen otra cosa.
Almorzamos y respondí todas las preguntas de Lore, sin dudas no puedo dejar de pensar en Raúl pero debo hacerlo, tal vez nunca vuelva a verlo, además no soy tonta, es un hombre que a simple vista está acostumbrado a estar con mujeres y no soy asi, incluso aún soy virgen, haría el ridículo frente a él, no se ni qué hago pensando en eso.
-Hola, Lorena llamando a Ali, estás ahí - bromeó Lorena sacando a Alina de sus pensamientos.
-Lo siento nena, me duele un poco la cabeza, te parece si nos vamos ya - mintió Alina
-Por supuesto, si quieres te llevo.
-No hace falta amiga, traje mi auto.
Bajamos al estacionamiento y nos despedimos, yo subí a mi auto y me dirigí a un lugar donde me gusta ir a despejar la mente.
Salí de la ciudad y llegué a mi lugar de paz.
Estuve pensando en mi vida, sentía que necesitaba darle sentido a todo, ya no podía vivir para hacer feliz a mi madre, ya no podía complacerla a ella antes que a mí misma, decidí que no seguiría con eso del modelaje, eso no es lo que yo quiero.
Recibí una llamada de mi ex novio
-Alina quiero verte, por favor dame una oportunidad
-Basta Mathias, ha pasado mucho tiempo, ya no hay nada que hacer, por favor no es el momento si.
-Alina no digas eso, tú me amabas.
-Basta, creí amarte pero solo fue un capricho, no vuelvas a buscarme o tendré que bloquear tú número.
Corte la llamada y suspiré, sabía que le hacía daño pero era lo mejor, me doy cuenta que no lo ame, solo fue un escape. estuve ahí un par de horas cuando decidí volver.
Caminaba por la arena hacia mi auto cuando escuché una voz detrás de mi que me erizo la piel.
-Hola Alina, que coincidencia encontrarte aquí - mintió Raúl ya que el la había seguido hasta aquí y la observo desde lejos en todo momento.
- Ho ho hola, que haces tú aquí - tartamudeó Alina con evidente sorpresa.
-Siempre vengo por aquí, es un gran lugar para relajarse después del caos de la oficina -volvio a mentir Raúl.
-Si, en realidad es un lugar mágico, aquí todas mis penas se desaparecen, me recargo de energía positiva cada vez que vengo aquí - musitó Alina mirando hacia el mar.
Que dices si renovamos energías juntos?
- No, lo siento, ya debo irme, hace mucho que estoy aquí, no hay señal y mi madre puede preocuparse por mi.
-Bueno en ese caso aceptas una invitación a cenar esta noche?
- Oye Raúl, no soy la persona que un hombre como tú busca, lo que menos necesito en mi vida es alguien que me haga daño por favor, de corazón gracias por tus atenciones el día del accidente pero somos de mundos diferentes, me dió gusto verte, ahora debo irme -respondio Alina con tristeza en los ojos.
-Dejame probarte que no soy lo que tú crees, dame la oportunidad de conocerte, prometo que no planeo lastimarte.
Dude un poco, pero por alguna razón acepté ir a cenar con él.
Caminamos unos minutos hacia los autos y el al despedirse dejo otro beso en mi mejilla, sentí una conexión extraordinaria.
- Y cómo va esa cabecita después de semejante golpe?
- Bueno duele a diario pero la medicación ayuda mucho, dice el doctor que es normal.
-Me siento un poco responsable de eso, si no te fuese retrasado ese día no te fuesen golpeado.
- Bueno yo creo que si recibí ese gol en la cabeza fue porque así debía ser, todo sucede por algo -Dijo Alina sonriendo
-Deberias sonreír más, te ves preciosa cuando lo haces - exclamó Raúl idiotizado.
-Sonreir es fácil cuando hay motivos, pero cuando son escasos ni modo que ande sonriendole al viento -bromeo Alina
-No pues claro que no, que te parece si me sonríes a mi -dijo Raúl mirándola fijamente a los ojos
Rápidamente me puse a la defensiva y traté de evadirlo.
-Supongo que usas esa estrategia con todas, tienes un cartel con la palabra mujeriego en la frente.
-Rayos eso fue cruel, un golpe bajo Alina, toma este es mi número, estaré esperando está noche para llevarte a un lugar donde las risas sobrarán te parece?
-Prometo que lo pensaré, debo irme, cuidate -exclamó Alina con duda antes de entrar a su auto y alejarse.
-Dios mio que rayos pasa conmigo, ni en mil años debo prestarle atención a ese hombre, de seguro solo pretende hacer conmigo lo que hace con todas y convertirme en una más de su colección.
Tomé la tarjeta que Raúl me dio con su número y la arroje por la ventana.
Llegué a casa un poco cansada así que me di una ducha y me acosté a dormir un rato.
Desperté por el sonido de mi celular, era un número desconocido así que no contesté, eran las seis y media de la tarde...